La multinacional anula un encuentro institucional con representantes del Ayuntamiento e insta al equipo de Gobierno a cuadrar agendas y alinear posturas para transmitirles una propuesta de consenso con una voz única. La suspensión de la cita se precipitó después de que el alcalde, Gabriel Echávarri, confirmase que no iba a acudir al estimar que no era una reunión al máximo nivel, ya que no participaba el director del departamento de Expansión
ALICANTE. La tregua que los tres socios del tripartito de Alicante se habían dado para aprobar los presupuestos municipales de 2017 salta definitivamente por los aires. Y los contactos oficiales para tratar de amarrar la llegada de Ikea a la ciudad, también. Menos de un mes después de hacer piña y de actuar al unísono en el pleno de aprobación de los presupuestos, los tres partidos aliados al frente del Ayuntamiento estaban dispuestos a volver a exhibir sus diferencias en la misma composición de la delegación institucional que, este miércoles, pretendía abordar las posibilidades de implantación de la multinacional en un encuentro con los responsables de su departamento de Expansión, en Madrid.
No obstante, esa reunión no llegará a producirse. Ikea decidió desconvocarla a última hora de la tarde de este martes ante la disparidad y discrepancia de posiciones observada en las declaraciones públicas realizadas por los tres socios y pospuso la concertación de una posible próxima cita a que exista una postura común con una propuesta compartida. La comunicación de ese aplazamiento, según fuentes municipales, se produjo a través de un mensaje telefónico en el que se emplazaba al equipo de gobierno a cuadrar agendas para acordar un nuevo encuentro en el que se dé traslado de una alternativa de consenso.
¿La suspensión del encuentro supone la ruptura de las negociaciones y la pérdida de la inversión? En principio, no tendría por qué, pero desde luego complica el proceso. En un comunicado oficial, también difundido durante la tarde de este martes y recogido por la agencia Efe, portavoces de la compañía aseguran que seguirá estudiando diversos emplazamientos en la provincia para "la implantación del mismo proyecto conjunto de tienda con centro comercial" y que está dispuesta "a escuchar y conocer las propuestas" que el Ayuntamiento de Alicante "tenga en este sentido".
En ese comunicado, Ikea expone que "desde IKEA Ibérica hemos invitado al Ayuntamiento a que alinee agendas en aras a una reunión con una 'voz única'". La compañía muestra su "clara y firme apuesta por estar en Alicante", por lo que manifiesta que seguirá "estudiando diversos emplazamientos en la provincia para la implantación del mismo proyecto conjunto de tienda con centro comercial" y que está dispuesta "a escuchar y conocer las propuestas que el Ayuntamiento tenga en este sentido".
"Nuestro interés son las personas y llegar a la mayoría de ellas. Por eso rehuimos de posicionamientos políticos e intentamos mantenernos al margen de polémicas o controversias", subraya el comunicado. La compañía sostiene que desde 2002 "ha intentando instalar la que sería su segunda tienda en la Comunitat Valenciana, tras la apertura de su tienda de IKEA Valencia Alfafar a mediados de 2014, y por diversos motivos no ha sido posible".
"Creemos que esto solo supone un perjuicio para los alicantinos que deben trasladarse" a Murcia y Valencia para "acceder a una tienda IKEA", añade.
Por último, la empresa lamenta "profundamente" esta "situación" y expresa que, por esta razón, "y siempre con el objetivo de dar respuesta a los alicantinos", continuará "estudiando diversos emplazamientos en la provincia".
Hasta la comunicación de la suspensión del encuentro, PSOE, Guanyar y Compromís tenían previsto mantener a primera hora de la tarde de este miércoles una reunión con el director adjunto del departamento de Expansión de Ikea, Adriano Ortiz, en Madrid "para reiterar la predisposición del Ayuntamiento de Alicante a acoger la instalación de una tienda en el término municipal", según concretó el vicealcalde y concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), en el transcurso de la última comisión específica sobre Ikea, convocada en febrero. Eso sí, esa predisposición continuaba (y continúa) condicionada a que el aterrizaje del gigante del mueble "no esté supeditado a la construcción de un macrocentro comercial", en los términos en los que se preveía en la Actuación Territorial Estratégica (ATE) presentada por la sociedad Alicante Avanza (liderada por Enrique Ortiz).
Fue el propio edil de Urbanismo quien cursó la petición de entrevista con el objetivo de "disipar cualquier duda que pueda existir" sobre hipotéticas reticencias del equipo de Gobierno a la llegada de la multinacional sueca. Y fue Pavón quien, a sugerencia de Ikea, emplazó a los representantes de PSOE y Compromís a participar en el encuentro con la intención de llevar a Madrid una posición común.
Socialistas y nacionalistas habían venido mostrando su predisposición a participar en ese encuentro durante las últimas semanas. El líder de Compromís y edil de Presidencia, Natxo Bellido, llegó a confirmar públicamente su presencia en esa reunión, en una de sus últimas comparecencias ante los medios. En esas declaraciones, expresó su confianza en que el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, también participaría. De hecho, el entorno del primer edil así lo había apuntado al menos hasta la semana pasada y, según fuentes del tripartito, su asistencia también había sido confirmada de forma interna a Guanyar y Compromís en varios encuentros de coordinación entre los tres socios, como las reuniones de seguimiento del pacto de gobierno que se suelen celebrar todos los lunes desde el pasado mes de enero.
Guanyar y Compromís sostienen que el PSOE había confirmado que el alcalde iba a participar en la reunión de este miércoles
Sin embargo, esa confirmación quedó este martes en agua de borrajas: Echávarri se cayó de esa delegación y confirmó que no iba a participar en el encuentro. En plena polémica por los 25 contratos directos (sin concurso) impulsados desde la concejalía de Comercio (que él gestiona directamente), y después de que tanto Guanyar como Compromís le hayan exigido la depuración de responsabilidades por las supuestas irregularidades registradas en el proceso, el propio primer edil se encargó de justificar su ausencia en esa reunión al sostener que en ella no iba a participar el máximo responsable del departamento de Expansión de Ikea Ibérica, Ignacio Navarro, por lo que consideraba que en el encuentro no se iban a tomar decisiones definitivas. En cualquier caso, insistió en que Alicante iba a estar bien representado por el vicealcalde (Pavón) y por la portavoz del PSOE, Eva Montesinos. "Acudirán los portavoces de los tres partidos del equipo de Gobierno", insistió.
Lo cierto es que, desde que el tripartito mantuvo el primer encuentro institucional con representantes de la multinacional (en el que mostraron su malestar por la presencia de fotógrafos de los medios de comunicación y decidieron abandonar la reunión), Echávarri viene manteniendo que la negociación con Ikea debe quedar al margen de la sobreexposición y desarrollarse de manera discreta para no interferir en un acuerdo que garantice la llegada de la inversión. De hecho, su posición oficial es la de no pronunciarse sobre el tema cada vez que se le cuestiona sobre el posible avance de esa negociación.
No obstante, sus socios de Guanyar y Compromís defienden la posición opuesta: quieren luz y taquígrafos y abogan por la máxima transparencia para desterrar cualquier atisbo de sospecha, como la que ha venido rodeando a los planes de implantación de la multinacional hasta ahora, tras la firma de un acuerdo con Ortiz para que su tienda se incluyese en la ATE de Alicante Avanza (ya descartada, tras la renuncia de la sociedad liderada por el controvertido empresario).
Así lo reiteraron este martes tanto el vicealcalde como el portavoz del tripartito, Pavón y Bellido, al mostrar su confianza en que el encuentro previsto para este miércoles (finalmente suspendido) fuese el primero de muchos otros para concretar los detalles de la instalación de una tienda Ikea en Alicante.
Con todo, tras conocer la suspensión de la reunión, Bellido ya advirtió de que el Ayuntamiento de Alicante y el equipo de Gobierno no están dispuestos a "aceptar más faltas de respeto institucional como estas, sobre todo porque no es la primera vez que pasa; en la primera reunión que celebramos ya salieron corriendo al ver a los fotógrafos", insistió. "Puede que entendiesen de forma errónea que íbamos a presentarles alguna propuesta concreta, cuando lo que pretendíamos era conocer cuáles son sus intenciones y sus necesidades", insistió. "Si es necesario volveremos a solicitar una nueva reunión, pero que tengan claro que estas no son las formas adecuadas de llevar a cabo una negociación, no somos el PP y no vamos a mantener reuniones en restaurantes ni nada parecido", recalcó. Por último, añadió que si finalmente Ikea descarta abrir una tienda en Alicante "tampoco supone ningún problema, hay otras empresas que pueden estar interesadas en invertir en la ciudad". "Si quieren contar con una tienda, estaremos encantados de escuchar cuáles son sus intenciones, pero tampoco es una inversión imprescindible", insistió.
Como ha venido publicando Alicante Plaza, la multinacional ha venido sosteniendo que sigue interesada en contar con un centro en Alicante aunque continúa sin detallar plazos, ni formatos, ni ubicaciones concretas. Hasta ahora, la última propuesta conocida sobre sus planes de implantación aspiraba a instalar una tienda y -descartado el planteamiento para dar cabida a un hospital y hasta ocho campos de fútbol- sólo una zona para medianas superficies (tiendas del tipo de Media Markt, sobre una parcela de unos 40.000 metros cuadrados sin contar la tienda de muebles) en la partida de Rabasa, ya que la multinacional considera que se trata del mejor emplazamiento por sus facilidades de acceso.
Sin embargo, en el comunicado difundido este martes, la compañía sueca vuelve a vincular necesariamente los dos proyectos, el de su propia tienda junto a un centro comercial. Eso sí, no detalla ni sus dimensiones ni su naturaleza. En la ATE de Alicante Avanza se preveía una macrocentro comercial de 185.000 metros cuadrados.