El tercero también puede jugar la 'Pro'

ALICANTE. Vale que el Hércules no le gana a nadie, que vive instalado en una dinámica tan negativa que se antoja imposible que pueda escapar a ella y, especialmente, hacerlo de tal forma que pueda acabar la segunda fase entre los dos primeros clasificados de su grupo, ganándose el derecho a jugar el próximo curso en la Segunda B-Pro o Primera División RFEF. Vale también que el equipo de Manolo Díaz llega a la segunda jornada con una desventaja de ocho y siete puntos respecto al Cornellà y el Badalona, que lideran la tabla, y aunque cuenta con dos partidos menos y depende de sí mismo, el que las matemáticas sean el gran aliado no es precisamente buena señal.

No obstante, el respeto al escudo, a los casi cien años de historia de la entidad, la vergüenza torera o directamente el egoísmo (si el Hércules no se clasifica para la Pro los jugadores que no acaban contrato serán carne de Expediente de Regulación de Empleo porque no se podrán asumir sus fichas) obligan al vestuario a no bajar los brazos, a ganar un partido tras otro, empezando por el de este sábado (precisamente con el Badalona) para tratar de obrar el milagro o para terminar lo más arriba posible en la tabla porque hay opciones de que equipos que no acaben entre los dos primeros clasificados en su grupo sí terminen jugando en la Segunda B-Pro el próximo curso...

Entre las razones por las que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se limita a dar vagos detalles sobre cómo será esta nueva división se encuentra el que su principal atractivo económico para los clubes, el dinero de la televisión, no está claro que vaya a llegar y, de hacerlo, no será en la cuantía que desde Las Rozas vendían... El cacareado límite salarial (mínimo) que se aspira a implantar en la misma o que el reparto de los 40 equipos entre los dos grupos se vaya a decidir por sorteo puro son algunas cuestiones que pueden convertirse en un sapo de imposible digestión para varios clubes si no hay un operador de televisión que no solo esté interesado en ofrecer los partidos, también dispuesto a pagar una suma total que repartida entre los participantes compense ese gasto en plantilla, instalaciones, viajes... Desde la RFEF se empezó hablando en su día de un millón de euros por barba, pero a varios clubes que han preguntado ya se les ha deslizado que si finalmente son 300.000 será una buena cantidad teniendo en cuenta "cómo están las cosas". Y lo anterior contando con que se cierre un acuerdo. 

Vaya, que como no cambie mucho el panorama (no hay que perder tampoco de vista que otras fuentes de ingresos como son la venta de entradas y abonos seguirá condicionada, al menos en el primer tramo de la temporada, por la pandemia), ahora mismo no es nada descabellado pensar que puede haber clubes que renuncien a participar en esta nueva categoría... 

La RFEF, en su Reglamento General, establece diferentes procedimientos para cubrir vacantes tanto en Segunda B (por causas económicas) como en Tercera. En principio, al ser la Segunda B-Pro una categoría distinta, se tendría que articular un procedimiento nuevo para lo anterior, pero parece lógico pensar que este sería similar a los anteriores, en los que, básicamente, se conjugan requisitos económicos con deportivos: primero se tasa la plaza y se obliga a los interesados a depositar la suma correspondiente y luego, de entre aquellos que han cumplido con ese primer requisito, se adjudica la misma al que presenta mejor derecho deportivo, es decir, al equipo que clasificatoriamente se quedó con la miel en los labios. El Ibiza y el Andorra, por ejemplo, lograron su plaza en Segunda B de esa manera: el primero haciéndose en 2018 con la del Lorca y el segundo en 2019 con la del Reus; a esta última también optó el Intercity, que el verano pasado ya estuvo al acecho de nuevas vacantes, dada la difícil situación en la que se encontraban algunos clubes.

Cubrir vacantes es una facultad potestativa de la RFEF, es decir, que puede decidir no hacerlo, pero se antoja harto complicado que eso ocurra en este caso, máxime cuando se trata de una categoría de nuevo cuño y se supone que habrá un contrato de televisión de por medio. Por cierto, a nadie le escapa que el producto tendrá más valor si equipos como el Murcia, Hércules, Córdoba (que representan a tres de las 12 ciudades más pobladas de España), el Deportivo de La Coruña, el Racing de Santander o el Numancia participan. Ahora mismo, de los anteriores, solo ocupan una de las dos primera plazas en sus respectivos grupos el Deportivo y el Racing.