ORIHUELA. El colegio Número 20 de Orihuela, el tercero de la Costa, está un paso más cerca de ser una realidad. El centro, que debería haberse inaugurado a principios del curso 2023-24, y que será por el momento íntegramente en barracones, se va hasta finales de este año. La mesa de contratación del Ayuntamiento de Orihuela aprobó ayer la preadjudicación del contrato para la adecuación de la parcela en la que se instalará el colegio, en la calle Níspero. Se trata de un centro de dos líneas, que requiere una serie de actuaciones para poder albergar las instalaciones, desde allanar el terreno hasta la instalación de tuberías, red eléctrica y demás infraestructura para albergar a los escolares. La mercantil Domingo Serna será la encargada de llevar a cabo estos trabajos, por 200.000 euros, según confirmaron ayer fuentes del equipo de gobierno a Alicante Plaza.
La vista ahora está en reducir los plazos de dos meses y medio que contemplaba el pliego para que los trabajos sean una realidad a finales de este año. El objetivo pasa porque se puedan ir instalando los barracones, alquilados desde hace más de un año por la Consellería de Educación, de forma paralela a la adecuación de la parcela, con el fin de reducir al máximos los plazos, pues a esos dos meses y medio de adecuación del terreno habría que suman el de la propia instalación de las aulas prefabricadas, lo que elevaría los tiempos otros dos meses.
Mientras tanto, los dos centros de la Costa se encuentran desbordados, con las ratios más altas de la Comunitat y con muchos más alumnado del que son capaces de asumir. Así lo recordaba la oposición estos días coincidiendo con la vuelta al cole. El problema con este colegio educativo venía coleando desde la anterior legislatura, con varios cambios de parcela que fueron dilatando los tiempos y acrecentando un problema que el nuevo equipo de gobierno tampoco supo solucionar. El principal escollo pasaba por la licitación y adjudicación de este contrato que se topó con la falta de presupuesto, al tratarse de una cuantía relativamente alta.
Desde el equipo de gobierno trasladaron ayer que esperan que en los próximos días se produzca la adjudicación definitiva, una vez obtenido el visto bueno de Intervención una vez la mercantil haya presentado toda la documentación requerida. El objetivo pasa por que las obras puedan iniciarse antes de que acabe el mes de septiembre. La solución, que llega más de un año después de lo esperado es, sin embargo, un mero parche, ya que lo que realmente reclama la comunidad educativa es un centro de ladrillo. Una obra que no será realidad a corto ni medio plazo, ya que ni siquiera se tiene el solar que deberá albergar este centro de ladrillo y que el Ayuntamiento debería ceder a la Generalitat para que, a su vez, esta licite la redacción del proyecto y posteriormente su construcción. Unos trámites que, a priori, carecen de consignación presupuestaria a corto plazo.
