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RADIOGRAFÍA DEL TEATRO EN LA PROVINCIA DE ALICANTE

El teatro, a septiembre: las salas preparan su 'nueva normalidad' mientras las compañías esperan ayuda

1/06/2020 - 

ALCOY. Atención personalizada en taquillas -para devolución de entradas, principalmente-, puesta a punto del espacio adelantada y reubicación de la programación a partir de septiembre -con alguna cancelación por gira internacional-, además del cierre habitual por vacaciones. Así se perfila la llamada 'nueva normalidad' de los teatros en la provincia de Alicante. Sí, con mucha calma y precaución.

La fase 2 promete ir acomodando en las butacas de los principales espacios escénicos a su público, si bien es cierto que con cuentagotas. Los teatros alicantinos, en consonancia con la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública, han presentado al Ministerio de Cultura un boceto de su propuesta de plan de contención con un objetivo común: que el público vuelva a confiar en ellos. Así lo explica la delegada del IVC en Alicante desde el Arniches, Alicia Garijo. En su caso, han estado teletrabajando, junto a su otro compañero. "El 26 de junio tenemos un espectáculo con público, con lo que a partir del 15 los técnicos estarán ya por el teatro", avanza. "Cada teatro establecerá sus propios calendarios". El Arniches asegura que recuperará "el cien por cien" de la programación. "Básicamente todo se reubicará en el último trimestre, a excepción de unas cuantas funciones de giras extranjeras, que pasarán a 2021". 

El Arniches suele abrir sus puertas al público en octubre, pero este año será "excepcional". "Por la situación y por el plan 'reaCtivem', para apoyar más la programación de las compañías valencianas, el teatro Arniches iniciará la actividad a partir de septiembre". Y será con teatro de calle, como ocurrirá con otros espacios, "algo que nunca ha pasado", reconoce Garijo. "Será con 'Abril en danza', para entrar seguidamente en cerrado, aunque en octubre habrá alguna actuación de calle más". Con respecto a las informaciones que insisten en que muchas compañías alicantinas se han quedado fuera del plan impulsado por la Conselleria de Cultura, Garijo lo aclara. "'ReaCtivem' es un plan vivo, y está en proceso de evolución; de hecho, las salas tienen hasta este miércoles para presentar su propuesta de programación, y el IVC ha insistido en que haya compañías también de Castellón y de Alicante". La delegada del IVC en Alicante sí recuerda que solamente hay una sala privada en esta última provincia, La Carreta, en Elche. "Las primeras medidas que se toman son para ayudar a las salas privadas. Ante esta situación, el Arniches plantea poder llevar una programación especial que se vea incrementada tanto en sala como en calle, para poder exhibir un mayor número de compañías valencianas, pero también de Alicante y de Castellón. Se tomarán las medidas pertinentes para intentar compensar esa presencia de los territorios en la programación", aclara. Al respecto, añade que se suman las fiestas de bienvenida, durante el mes de julio, dentro del plan. "Una programación de danza y también de circo, donde destacan profesionales de esta provincia. Insisto, de momento, no es cierto que no haya presencia compañías alicantinas para el mes de julio", concluye.

El caso del segundo de los teatros de la ciudad, el Principal, dependiente del Sabadell, la Generalitat y el Ayuntamiento -e inmerso en otro proceso, el del nombramiento de su nueva director/a- va en la línea del Arniches. "Desde este espacio, como se ha comentado en la Red, se trabaja desde tres puntos: el personal, las compañías y el público", asegura la subdirectora y portavoz, María Dolores Padilla. La última representación que ofreció el Principal antes del coronavirus fue el 10 de marzo. "Hemos tenido que aplazar treinta y cinco espectáculos a partir de septiembre; ahora estamos trabajando en tareas de reparaciones, mantenimiento, limpieza y climatización, algo que comenzamos a potenciar el pasado mes de enero", explica. 

"Aunque nos digan que en julio, con la fase 3, ya podemos estar al 50%, el problema para todos los teatros será saber qué tenemos que hacer con la distancia de seguridad", confiesa Padilla. En este sentido se manifiesta también el director de otro espacio, el Auditori i Centre Cultural de la Mediterrània, en La Nucía, Francesc Sempere. "Vamos a tener prudencia; el auditorio depende del Ayuntamiento, que está volcado en la emergencia social ahora mismo, como es normal", remarca. En su caso, una docena de personas en plantilla que han estado teletrabajando con las trece escuelas de arte, danza, música, teatro, que dependen del mismo centro, además de las salas polivalentes, expositivas y dos bibliotecas, estas últimas ya abiertas al público. "También optaremos por algunas funciones al aire libre este verano; aunque se desaconseja, esto no supone que no se tenga que hacer", insiste. También su programación arrancará con fuerza en septiembre, con un riesgo añadido: la mayor parte de sus 600 butacas las ocupan espectadores mayores, muchos llegados de Europa, detalla.

Si en el caso de la Mediterránea se ha visto aplazado el estreno de un homenaje al compositor Ennio Morricone, de los italianos Ensemble Le Muse, el Romeo y Julieta del Ballet de Moscú, un estreno, en este caso, en la provincia de Alicante, además de la Señora de rojo sobre fondo gris, de Miguel Delibes, con José Sacristán, la misma suerte ha corrido para el Gran Teatro de Elche con un total de treinta y seis que han tenido que modificar fecha y que dilatarán el calendario hasta la próxima primavera. Entre estos, Viejo amigo Cicerón, de José María Pou, Mrs. Dalloway, con Blanca Portillo, Un marido ideal, con Juanjo Artero, Joaquín Reyes, Verónica Forqué, Estrella Morente y Jorge Blas, este último, de los primeros en reinaugurar el espacio, el 27 de septiembre. "Esperamos que se haga la Mostra de Teatre Amateur, el 14 septiembre. Los finales de curso, en junio, se han cancelado. Lo que vamos a hacer ahora es una puesta a punto del teatro adelantada", explica Julián Sáez, programador del Gran Teatro, son siete personas en plantilla propia, además de las que trabajan desde la concejalía y los externos. "Es cierto que estamos intentar reactivar la programación, ahora nos centraremos en mostrar el teatro de la forma más segura posible de cara a su reapertura". El tema de los aforos, complicado. Sobre todo el de Elche, por la gran capacidad que ofrecen sus 766 butacas y una frenética actividad. "Supondrá un problema para los programadores el reducirlos, tendrán que ver si es o no rentable", reconoce Sáez. "Lo cierto es que no he encontrado dificultad hasta el momento. Una capacidad de sentirnos unidos en el sector cultural, esa será la piedra angular", matiza.

"Hemos tenido que hacer malabarismos"

'Reprogramar' no ha sido fácil. "Ha sido un malabarismo, tendremos que impulsar una campaña de marketing para que la gente vuelva al teatro". Paco Flor es el director del Teatro Chapí, en Villena, formado por un equipo técnico de tres personas, más las dos que han estado con teletrabajo. La última función en este espacio escénico fue el 5 de marzo. "Nuestra programación llegaba hasta el 4 de julio, aunque es cierto que mayo y junio son meses con funciones principalmente locales, lo que no queríamos es que la actividad profesional, gente que depende de esto para comer, se perdiera", subraya. Los once espectáculos arrastrados con la pandemia se representarán a lo largo de otoño y de 2021, en el caso de Villena. El verano se 'salvará' con labores como el pintado de la tramoya, tareas de mejora de la accesibilidad al teatro -para el que se cumplen veinte años, y que alberga 864 butacas- y un espectáculo de circo como aperitivo. El dilema que plantea Flor es el que le surge también a alguno de sus colegas. "Las localidades adquiridas, no sabemos si es mejor mantenerlas o devolverlas. Quizá esto último, para evitar no poder controlar el aforo", confiesa. Y tampoco comprende demasiado cómo avanza la situación. "Si se pueden sentar diez personas en un bar, ¿qué pasa con el público de un teatro", sentencia, a modo casi de portavoz de la cultura.

Sin folleto de mano pero con mascarilla: el Calderón de Alcoy predice su 'nueva normalidad'

Si las sesiones de trabajo para la redacción de ese plan de contingencia ofrecido al Ministerio para que se tomen las medidas adecuadas en forma legal, que puedan ayudar a cualquier espacio y de uso general, darán sus frutos en unos días, el Teatre Calderón de Alcoy, gestionado por la empresa Colaboradores de las Administraciones Públicas S.L. a través de una concesión pública del Ayuntamiento, se ha avanzado en este sentido y ha elaborado su propia guía práctica, que contempla las mismas medidas: para el personal en plantilla, el externo y los espectadores. El protocolo valora algunos aspectos como la eliminación del servicio de guardarropa, la toma de la temperatura de cada espectador -quien podrá acudir en grupos reducidos siempre y cuando cuando se trate de personas convivientes-, la alternancia entre butacas para respetar la distancia de dos metros -aunque posiblemente esto no evite la mascarilla-, la misma que en la cola, y la apertura de taquilla hasta media hora antes de la función. "Es cierto que tendremos que ver cómo se lleva a cabo esto en la práctica, y que hemos sido muy escrupulosos a la hora de redactarla, poniéndonos en el peor de los casos, al extremo", reconoce la directora del Calderón, Lídia Vila. El personal técnico que coordina ha sido de los pocos en la provincia que ha estado asistiendo al teatro a trabajar, salvo dos semanas que lo hicieron desde casa. De momento, los dos espectáculos que quedaron congelados por la llegada del coronavirus darán el pistoletazo de salida a la programación que, en su caso, no será hasta diciembre, de momento. El grupo El Diluvi actuará el viernes 11 de diciembre, mientras que el Miedo de Albert Pla aterrizará justo el sábado, un día después. "Aquí interviene la decisión del Ayuntamiento, si quiere o piensa programar algún espectáculo más. Es cierto que la ciudadanía tiene que ir al teatro, ahora debemos mostrar que la Cultura no es accesoria, sino un bien de primera necesidad, y ponerlo en práctica", puntualiza Vila, que recuerda que el servicio de atención al público en taquilla sí está confirmado también en el Calderón en este incierto -todavía- tránsito hacia la 'nueva realidad' desde la butaca.

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