ALICANTE. La Mancomunidad de los Canales del Taibilla, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente que gestiona el suministro de 34 municipios de la provincia, ha activado las obras para conectar el embalse de la desaladora de Alicante II, en Elche, con el embalse de Crevillent. El objetivo de este proyecto, que conectará ambos pantanos a través de una conducción soterrada de 5,5 kilómetros de longitud, es que las localidades del entorno de Crevillent puedan acceder al agua desalada de Alicante, que por el momento solo se suministra a la capital y a la vecina Sant Vicent del Raspeig.
Las obras están presupuestadas en 7,7 millones de euros, según el acuerdo del Consejo de Ministros del pasado septiembre que las autorizaba, dentro del paquete de medidas de emergencia para combatir la sequía en las cuencas del Júcar y el Segura. La decisión de declarar de urgencia estas obras se adoptó antes del último temporal, que ha recargado las reservas hídricas de la provincia hasta el punto de garantizar el suministro y el regadío hasta finales de año.
El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) publica esta semana el inicio del periodo de exposición pública de los expedientes para ocupar temporalmente los terrenos afectados por las obras: el monte Peña y Carrús, en el término de Elche (propiedad del Ayuntamiento), y el paraje de la Sierra Baja y Lomas, en Crevillent (también de titularidad municipal). Según se indica en los anuncios, en Elche se va a proceder a la instalación de una "tubería subterránea de 1.590 metros de longitud, entre el Barranco del Menchón y el barranco de Balbasena", mientras que en Crevillent la obra consiste en una "tubería subterránea de 897 metros de longitud, entre el barranco del Menchón y el paraje de La Solaneta", así como un depósito regulador de sección circular con 3.600 metros cúbicos de capacidad, en el paraje de La Solaneta", y una "arqueta de rotura junto al depósito regulador".
Los dos expedientes estarán sometidos a exposición pública durante un mes a contar desde la publicación del anuncio, para que los interesados puedan examinarlos en las oficinas de la Dirección Territorial y presentar las alegaciones oportunas. Una vez finalizado este periodo, la Mancomunidad de Canales del Taibilla podrá comenzar las obras.
El proyecto completo, según informó el Gobierno en su momento, consiste en una conducción de 5,5 kilómetros de longitud y de 600 milímetros de diámetro, que parte desde el depósito regulador de Elche y trasportará hasta 400 litros por segundo al paraje de la Solaneta, junto al embalse de Crevillent, donde se instalará un nuevo depósito de 3.600 metros cúbicos de capacidad. Desde este depósito se alimentarán las tomas de agua potable de Aspe, Hondón de las Nieves y Hondón de los Frailes, así como las tomas que abastecen a parte de los hogares de Crevillent y Elche. El proyecto incluye además una interconexión entre las dos desaladoras de Alicante, para aprovechar al máximo la capacidad disponible de cada una de ellas.
De esta forma, se posibilitará el transporte de hasta 10 hectómetros cúbicos al año de agua producida en las dos desaladoras de Alicante hasta Crevillent para el suministro a los citados municipios citados y al propio embalse. La instalación garantizará el suministro a una población de unos 25.000 habitantes con un consumo actual de 1,5 hectómetros anuales. En el futuro está previsto que el agua desalada pueda llegar al resto del municipio de Crevillente, hasta alcanzar los 50.000 habitantes.
Aunque las lluvias de finales de 2016 y comienzos de 2017 han puesto fin a la situación de emergencia por sequía para los próximos meses, lo cierto es que el Consejo de Ministros autorizó que el proyecto se tramitase "de urgencia" el pasado mes de septiembre, al considerar que una tramitación normal "no permitiría finalizar las obras antes de que remita la situación de sequía que sufren la cuenca del Júcar y del Segura".
Este proyecto para servir agua desalada de Alicante al interior del Medio Vinalopó se pone en marcha justo cuando el incremento del precio de la energía eléctrica ha disparado la factura de la luz en las plantas desalinizadoras que gestiona el Taibilla, tal como desveló Alicante Plaza la semana pasada. Así, el organismo dependiente del Ministerio pagará más por la electricidad de la desaladora de Alicante II aunque prevé encenderla menos, tal como se refleja en la adjudicación del servicio a Iberdrola Clientes SAU para 10 meses. En total, entre Alicante y San Pedro del Pinatar, el Taibilla pagará 9 millones de euros por la electricidad, cuando el año pasado el coste de ese suministro fue de 5,9 millones.