BENIDORM (EFE). El Servigroup Hoteles Benidorm, que este miércoles cayó derrotado en su partido aplazado ante el Villa de Aranda (32-24), vuelve a ser colista de la Liga Plenitude Asobal siete años después.
El conjunto benidormense, que cumple su undécima temporada consecutiva en la máxima categoría, no se veía en esta situación clasificatoria con la competición avanzada desde el curso 2016-17, cuando un pésimo arranque de competición, con siete derrotas consecutivas, le mantuvo hundido en la tabla varios meses.
Tras el parón invernal, la llegada al banquillo de Zupo Equisoain permitió al Benidorm a partir del mes de febrero enderezar el rumbo y salvar la categoría.
Desde entonces, el conjunto benidormense, tanto con Equisoain como con Fernando Latorre y Sergio Carballeira, su actual entrenador, no había tenido grandes problemas para mantenerse en la zona media o alta de la tabla.
El equipo benidormense, que logró clasificarse para Europa hace tres temporadas, se ha desplomado tras un inicio ilusionante, en el que sumó dos victorias en las primeras tres jornadas.
A partir de ese momento, el equipo de Carballeira solo ha logrado conquistar un punto de los 14 en juego y ha enlazado seis derrotas consecutivas, varias de ellas ante rivales directos.
Las sensaciones que transmite el Servigroup Hoteles Benidorm son pésimas, ya que sus principales referentes en la pista están lejos de su mejor versión y ha perdido sus dos últimos partidos con claridad ante Huesca y Villa de Aranda, dos equipos que en ese momento eran colistas.
El equipo benidormense ocupa la última posición de la tabla por peor coeficiente de goles, pero empatado a puntos con Huesca, con el que perdió, y Anaitasuna, al que no pudo ganar en el Palau.
El conjunto que dirige Carballeira está solo a dos puntos de la zona de permanencia, aunque en las próximas jornadas debe afrontar un calendario muy exigente ante rivales como Bidasoa, en Irún, Abanca Ademar León, en el Palau, y Torrelavega, en Cantabria.
"Estamos en una mala dinámica y nos está costando salir de ese bloqueo mental", afirmó el entrenador gallego tras la última derrota de su equipo.
"Todos tenemos parte de responsabilidad y no estamos acostumbrados a vernos en esta situación, por lo que hay nervios y tensión", añadió el preparador, que recordó que hay tiempo más que suficiente para reaccionar.
"Quedan 20 partidos, sólo llevamos un tercio de competición, y hay que trabajar y buscar soluciones entre todos porque podemos ganarle a cualquiera", concluyó.