ALICANTE. Todo en regla en el funcionamiento del vertedero de la partida de Fontcalent. Al menos, por lo que respecta a una supuesta filtración de lixiviados que pudiese haber llegado hasta el Barranco de las Ovejas tras los últimos episodios de lluvias registrados durante la semana pasada. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que inspeccionó el entorno del centro de tratamiento de residuos y analizó muestras de ese líquido tras recibir una denuncia vecinal, concluye que ese líquido de color parduzco que había motivado la alarma de grupos ecologistas y colectivos de residentes del entorno no guarda ninguna relación con la balsa en la que se almacenan los lixiviados generados por el tratamiento de residuos.
De acuerdo con su informe, emitido el pasado 24 de enero, no existe ninguna anomalía en el funcionamiento de la planta gestionada por una UTE participada por el controvertido empresario Enrique Ortiz. Más bien al contrario. Según la evaluación del Seprona, el agua que habría discurrido por los sistemas naturales de drenaje presentaba ese color parduzco porque había arrastrado parte del compost y de la tierra utilizada en la creación de una barrera vegetal en el entorno del centro de tratamiento. La instalación de esa barrera vegetal, como expone el mismo informe del Seprona, es una de las exigencias impuestas por la Conselleria de Medio Ambiente en la renovación de su autorización ambiental integrada para mitigar la posible difusión de olores generada por la gestión de los deshechos. De acuerdo con el informe, UTE Alicante estaría acondicionando su instalación durante estas últimas semanas y faltaría por ejecutar la plantación arbórea propiamente dicha.
El informe concluye que el color parduzco del agua procede de los arrastres del compost que se está utilizando para crear una barrera vegetal en el entorno de la planta
La queja vecinal sobre el drenaje de esas aguas marrones ha centrado el debate político municipal a lo largo de esta semana y ha coincidido con la propuesta reformulada por el alcalde, Gabriel Echávarri (PSOE), sobre la posibilidad de pagar más a la concesionaria del servicio de limpieza (la misma UTE, que también se encarga de la recogida de la basura) para que amplíe la contratación de operarios. El primer edil se volvió a referir a esa posibilidad este viernes para asegurar que sólo estaría dispuesto a abordar ese aumento de pago si existe consenso político para hacerlo, pero añadió que "lo que está claro es que ya no podemos seguir diciendo, después de veinte meses de gobierno, que la percepción de que la ciudad está sucia persiste porque no se está ejecutando bien el contrato". Fuentes de Guanyar insistieron en recalcar también este viernes que, por el momento, se considera prioritario garantizar que el contrato se presta al 100% y que, hasta ahora, el aspecto que mejor está funcionando es precisamente el de la gestión del vertedero. "Se han conseguido reducir las quejas por la generación de olores y se nota que hay una nueva dirección profesional al frente del centro de tratamiento desde el pasado octubre", insistieron.