foro ap con el conseller dalmau

El sector y la Conselleria de Vivienda coinciden: es la hora de la vivienda pública y de criterios más sostenibles

25/10/2020 - 

ALICANTE. El pasado martes, Alicante Plaza organizó un foro patrocinado por la Conselleria de Vivienda i Arquitectura Bioclimàtica sobre los retos del sector de la vivienda no solo para el futuro, sino para aplicar en el corto plazo, ahora que todas las administraciones e instituciones trabajan a contrarreloj para presentar proyectos para los fondos europeos de reconstrucción. Tanto desde el ámbito profesional de la construcción y la arquitectura, como de sindicatos y la propia conselleria, convinieron en la necesidad de sacarle un mayor partido a la vivienda pública y criterios de eficiencia energética y de arquitectura bioclimática. Eso sí, con pequeñas diferencias, aunque a nivel general, con gran acuerdo en las líneas prioritarias a impulsar desde el sector. 

Ejes del Plan Hábitat

A ese respecto, el viceconseller Rubén Martínez Dalmau, titular de Vivienda i Arquitectura Bioclimàtica, partió antes de su disertación desde el punto de vista de la vivienda como un derecho, recogido así en el Artículo 47 de la Constitución, aseverando que "no se defiende igual que el de la igualdad en el Artículo 14 o el 15". Argumentó que hasta ahora la vivienda ha sido un motor económico, pero no contemplada como un Derecho, salvo ahora por la pandemia, "en el marco de la pospandemia está más claro que nunca, sin vivienda y la estabilidad de saber dónde estar no hay nada". Explicó que el 40% de las casas valencianas no estaba preparado para el confinamiento porque no había espacio suficiente, tampoco para la intimidad, o que las condiciones de trabajo no eran las mejores.

Precisamente para superar esta situación defendió que es el momento de darle la vuelta a la situación, y con esa nueva visión de la vivienda es con la que se ha impulsado el Plan Habitat, basado en tres ejes. El primero de ellos es duplicar el actual parque de vivienda pública valenciano: "No llegamos a la cuarta parte de lo que hay en Europa", indicando que los estos parques deberían estar amoldados a las condiciones de vida de la gente. "Allí un máximo del 30% del salario como se destina a la casa, aquí el 50 o 60%. Impulsar estas viviendas puede 'destensiona' el mercado del alquiler". Según los datos autonómicos, ahora hay 14.000 viviendas públicas a nivel autonómico, aunque según el Observatotrio de la Vivienda, para responder a las necesidaes habría que hablar de 32.000, "no estamos ni en la mitad".

El segundo eje es el de la rehabilitación de vivienda, para lo que se pretende contar con los fondos europeos, para "multiplicar por 8 o por 9 a estas viviendas; si hay una forma de crear vivienda, es reparar vivienda pública para el beneficio del pueblo valenciano y la gente que más lo necesita". Poniendo de relieve nuevas formas edificación más eficiente, con elementos bioclimáticos, en lo que destacó que ya está inmerso el empresariado. "Actualmente el 70% de las emisiones de CO2 viene de los edificios. Debemos reducir el mismo al 35% y el consumo de agua en un 20%".

Por último, la tercera pata del Habitat es la de buscar nuevas formas de promoción de las viviendas. "Apenas se ha construido vivienda pública en la última década. Vamos a empezar ahora en las primeras promotoras, pero debemos colaborar con el sector privado", apuntaba el conseller, destacando el modelo de colaboración público-privada y de apostar por cooperativas para impulsarla. “Es de locos pensar que el Estado puede hacerlo todo”.

Alquiler, vivienda intergeneracional y mejores diseños

Por su parte, Rubén Alfaro, alcalde de Elda, aunque en calidad de presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), destacó que la vivienda es un pilar del Estado de Bienestar y que desde los Ayuntamientos hay que mejorar la comunicación con el sector privado: "¿Cómo puede haber viviendas vacías, si hay necesidades sociales? Hay familias no con perfiles de pobreza pero que no llegan a la vivienda". En ese sentido, puso de relieve el problema de la despoblación en pequeños municipios en los que no hay vivienda libre o capacidad para desarrollar planes de vivienda, y en la necesidad de potenciar edificios intergeneracionales, potenciando el teletrabajo por ejemplo, para que no queden abandonados cuando todos los inquilinos mayores dejan el inmueble.

Para Antonio José Fernández, presidente de Provia, coincidió en el diagnóstico de Dalmau, relatando que falta vivienda pública y que en solo en la provincia de Alicante hay 10.000 demandantes, "pero el problema se solucionará en diez años, lo tenemos hoy". Destacó que ahora no hay ninguna política de vivienda pública, y reconociendo que antes del boom inmobiliario se abusó de la vivienda en propiedad "y que es necesario el alquiler", hace falta un "equilibrio". "No podemos olvidarnos de que lo que nos ha dado la solución todo este tiempo ha sido la vivienda en propiedad, cuya inversión en conjunto multiplica por 10 el impacto económico". Destacó como su paisano Alfaro que hay que repartir bien esa vivienda para no crear guetos ni situaciones inadecuadas.

Desde el ámbito de la arquitectura, Antonio Maciá, arquitecto y director de la Cátedra de Arquitectura Sostenible, apuntó que "la necesidad de transformar las viviendas no es de ahora, es de hace mucho tiempo, las vivienda que conocemos y compramos son iguales que las de hace 30 años, no ha habido una evolución significativa". Opina que por la pandemia se genera ahora la situación proclive para esa transformación. Tienen constancia de constantes problemas de eficiencia en conceptos básicos que no se han aplicado (acústica, ventilación, iluminación, espacios…) en muchas construcciones. "Nuestras investigaciones deben integrarse en la construcción para que integren nuevos conceptos, que se transfiera el conocimiento y no se quede estanco en el ámbito académico". 

Nuevos conceptos de convivencia

Precisamente desde el ámbito de la construcción, José Luis Santa Isabel, presidente de Fecoval, añadió que "no solo hay gente sin techo, hay una clase media semi desaparecida o empobrecida que tiene dificultad de acceso a la vivienda, por no hablar de la situación de los jóvenes, se emancipan más tarde". Apeló a esa construcción con modelos de eficiencia energética y que además hay que cambiar el paradigma de la vivienda tradicional para empezar a pensar en conceptos como el coliving o el cohousing. "Tenemos un problema magno que no se ha atajado, nos hemos separado mucho de la realidad social de este país y tenemos que volver a cubrir todas las unidades habitacionales". Aunque elogió que por primera vez haya un plan en conselleria, "ahora queda coger cada una de las políticas y ver de dónde encajarla". 

Destacó también la falta de inversión pública por la infrafinanciación y planteó otras líneas económicas europeas a las que adherirse. Y por otra parte, que "no se puede basar la política de vivienda en abaratar la construcción, hay unos códigos ténicos que cada vez nos limitan más, es un precio que cuesta", por lo que incidió en ayudas a la construcción para reducir el coste de la vivienda. También propuso ventajas fiscales para el sector. 

Urbanismo como herramienta transformadora y vivienda como un Derecho básico

De nuevo desde la arquitectura, Emilio Enrique Vicedo, presidente del Colegio de Arquitectos de Alicante, aseveró tener la sensación de vivir en la vivienda del siglo XX. Como señalaba su compañero de gremio, "lo que se debate ahora ya se ha debatido antes". Puso el énfasis a raíz de la pandemia en conceptos de salubridad que se habían olvidado y en cumplir la normativa técnica. "El 90% de la vivienda corresponde al anterior al código ético, no solo tenemos un problema de renovación y eficiencia energética, sino de normativa básica", aludiendo a cómo se diseñan los espacios, los porches... "El modelo de la vivienda europea, que es una vivienda estanca, eso se tiene que incluir más claramente en la normativa urbanística. Hemos de crear instrumentos mucho más ágiles para dar una respuesta y rescatar coas que están en los cajones, como las opciones que brindan las supermanzanas con la restricción al tráfico o la peatonalización". Además de la contaminación, "el silencio de las ciudades es también algo a valorar".

Por su parte, Daniel Patiño, responsable de Medio Ambiente y Prevención de Riesgos Laborales en CCOO-PV, reseñó la vinculación que hay entre vivienda e igualdad social, alabando que "por fin ocupe la primera línea de la agenda mediática". Relató que se ha perdido una década por las políticas realizadas, ya que "toda la construcción de la vivienda ah sido privada y con otras prioridades". En ese sentido, destacó la Ley de Función Social de Vivienda de 2015 y que la Ley de Cambio Climático que se está preparando también versa sobre la vivienda futura, "pero no olvidemos que tenemos unos enemigos que van contra eso. La tributación de Socimis que adquiere miles de viviendas para destinarlos a beneficio propio que luego generan gentrificación". Estuvo de acuerdo con las ayudas para la vivienda, pero lo ligó también a "la necesidad de un empleo decente".

Desde el otro sindicato mayoritario, el secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez, criticó también el uso que se había hecho hasta ahora de los pisos y que es necesaria "una tributación justa para un Estado social, en 2008 se hacían viviendas a punta pala y no bajaba el precio, era todo especulativo". Eso sí, advirtió que "todo esto tiene un precio y la sociedad tiene que decidir si lo quiere". Pidió trámites más ágiles y animó a que se impulse la industria tecnológica en el sector vinculándola al cambio climático con pequeños aspectos por la pandemia como la ventilación.

En un tono similar se expresó Guadalupe Ortiz, profesora titular de la Universidad de Alicante, que destacó el tono sociológico de la mesa. Enfatizó en la vulnerabilidad de determinado grupos sociales y en la toma de decisiones de la administración. "El bienestar no ha estado en el centro, la vivienda es un elemento central en la construcción o situación de vulnerabilidad de una familia". Y explicó que si uno tiene un parque digno, si las condiciones son habitables, "ese grupo tiene mayor posibilidad de salir de esa situación de riesgo. Estamos elaborando mapas de vulnerabilidad en la universidad para que se puedan identificar también a nivel local actuaciones prioritarias". Recordó también que hablar de vivienda es "hablar de turismo". "Hay que abordarla y ver cómo afecta al resto del parque y de la economía, es el motor de mucha parte de la Costa Blanca y estamos desarrollando protocolos para que puedan afrontar el futuro con espacios seguros y resilientes".

Por último, Vicente Diego Ramón, presidente de Fecovi y vicepresidente de Concovi, destacó que "la Constitución defiende el derecho de la vivienda pero no lo aplica. Si no se ha hecho vivienda y hay viviendas de sobra y mucha gente que necesita vivienda, ¿qué hay que hacer?". Esgrimió que al haber sido subdelegado de Europa para cooperativismo, "la colaboración público privada es necesaria. Podríamos colaborar Ayuntamientos, promotoras, cooperativas, universidades, y trasladar como se hace en Europa para que se hable de derecho de alojamiento", a lo que el vicepresidente de Fecovi, Francisco Pérez-Caballero, conminó a empezar a trabajar en Alicante. Ramón criticó que hay mucha propiedad y poco alquiler y comentó que "la gente quiere más espacio público, la vivienda no es solo para estar dentro". Zanjó su reflexión argumentando que "hay una capa media de gente que querrá tener vivienda en propiedad, pero sobre todo quiere seguridad de vivienda".

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