ORIHUELA. La guerra entre los sectores enfrentados del PP de Orihuela, el de los afines al alcalde, Emilio Bascuñana, y el de los que apoyan al presidente local, Dámaso Aparicio, ha llegado a un evidente punto sin retorno. El Pleno ordinario de octubre se saldó con una polémica inesperada que hace patente el distanciamiento entre los dos bandos del PP oriolano.
Durante una votación para dar el visto bueno a las cuentas de la sociedad municipal, Orihuela Cultural, que contaba con errores que subsanar, los ediles Dámaso Aparicio, Begoña Cuartero, Sofía Álvarez y Noelia Grao se han levantado de sus escaños y han abandonado la sala, sin votar ante la sorpresa de todos los concejales y el evidente desconcierto del alcalde Emilio Bascuñana. Desde el entorno de Dámaso Aparicio afirman que el plantón se produjo para evitar romper con la disciplina de voto ante unas cuentas con las que no estaban de acuerdo.
El momento llegó cuando, finalizando la que fue una larga sesión plenaria, que fue desde las 9 hasta casi las 15 horas, un cuarto de hora antes de finalizar el Pleno, llegó el momento de tratar el último punto del día, enmarcado en “Funciones de la Junta General” por el que se debían aprobar (o no) las cuentas anuales del ejercicio 2017 de la sociedad municipal Orihuela Cultural. Al llegar a este punto, primero la edil Sofía Álvarez se levantó y se marchó del Salón de Plenos de Orihuela, seguida por los ediles Dámaso Aparicio, Begoña Cuartero y Noelia Grao, todo el sector enfrentado con Emilio Bascuñana. La sorpresa del resto del Consistorio fue patente, sobre todo entre los ediles de sus propias filas.
Sobre este punto cabe recordar que, previamente a esta votación, desde hace días, todos los ediles del Consistorio, contaban con el informe de una auditoría externa que apuntaba varios errores en las cuentas que debían ser subsanados, según afirmaba el propio documento. Estos errores apuntan a duplicidades en una subvención que el Ayuntamiento de Orihuela ya había contabilizado en 2016. También hace referencia a que el saldo de una determinada cuenta, con 45.000 euros, debía reducirse en unos 24.000 euros por resolución de la Agencia Tributaria, por el procedimiento de gestión. Además, apunta el texto que debían reducirse los fondos propios de la sociedad. Aparecen también dudas sobre la liquidación del IVA de las entradas de las actividades de Orihuela Cultural. La sociedad incluía el IVA con la diferencia entre el precio de venta general, el reducido y el de entradas gratuitas. En opinión de la empresa auditora, solo debería tener en cuenta el IVA de las entradas gratuitas y no aplicar otras reducciones, por falta de información.
Según apunta el documento, los aspectos más relevantes de la auditoría son los “riesgos de incorrección material” detectados. Este informe también señala que los administradores son responsables de realizar las fórmulas anuales y de su control interno para evitar incorreciones. Admiten que pueden deberse a fraude o error. Se adjuntan anexos con cuentas, memorias y las responsabilidades de la auditoría.
El sector cercano a Dámaso Aparicio afirma que “no queríamos aprobar unas cuentas con errores sin subsanar, como los indicados en el informe”. Y aseguran que tomaron la decisión de irse porque “teníamos dos opciones: o quedarnos y votar en contra, rompiendo la disciplina de voto, o no estar”.
La edil de Turismo, Sofía Álvarez, sin embargo, al menos en un primer momento aseguró que ella se fue de su escaño en ese preciso instante porque el Pleno se alargó demasiado y que, por asuntos familiares, debía acudir a una cita médica y que “si se hubiese votado ese informe a las 11, lo habría hecho”.
Por parte del sector de Emilio Bascuñana aseguran estar asombrados de la salida de los ediles de Pleno. Afirman que, por su parte, consideran que el punto votado no es un asunto polémico en absoluto y que lo que tenían que llevar a Pleno era la subsanación de errores de ese informe. Mantienen que todo el mundo tenía esa información desde hace días y que, por tanto ante cualquier dudas, los ediles habían tenido tiempo para presentar sus cuestiones, pero que no había sido así. Desde el equipo de Gobieno afirman, así, que llevar este punto en el orden del día era cumplir con lo que exige la normativa y la asesoría jurídica y contable.
Ante este plantón en el Pleno, el alcalde ha afirmado que ningún concejal le había traslado previamente al alcalde ninguna duda sobre este punto de Orihuela Cultural. Además, señaló que solo se enteró de que no votarían al ver como se levantaban y salían y les ha pedido explicaciones y va a dar traslado al partido para que actúe en consecuencia.
El portavoz adjunto del equipo de Gobierno, Rafael Almagro, mostró su “perplejidad” por el gesto de sus compañeros de filas en el Gobierno local. Asegura, no obstante, que “no es la primera vez que pasa, es la quinta o sexta, aunque en otras ocasiones estábamos sobre aviso por rumores, pero no esta vez”. Apunta Almagro a que el acto de ayer fue “sorprendente” porque se debatía un tema que, en su opinión, no era polémico y en el que se actuaba como Junta General, un informe de auditoría con “temas que resolver”. Mantiene Almagro que el tema de los reajustes y de los menores beneficios se conocía desde hacía varios días y que, ante cualquier duda, deberían haber avisado. Por ello, cataloga este hecho de “escándalo. El alcalde pedirá explicaciones porque ronda lo vergonzoso”, ha mantenido el portavoz. El edil afín a Bascuñana, cree que “estos gestos, en otras demarcaciones han costado mucho a quienes lo han hecho, son graves. Y es la quinta o sexta vez que lo hacen”.
El punto, finalmente, se ha aprobado a pesar de la marcha de los ediles. Y concluye Almagro: “casi no se aprueba, si llega a pasar, hubiese sido, además de un escándalo, patético”.
Desde el entorno de los ediles que se han marchado del Pleno, la explicación a su marcha, dicen, es sencilla: “hay un informe del auditor que dice que hay deficiencias en las cuentas de Orihuela Cultural”. Por eso, asegura una fuente afín, han preferido no votar que romper la disciplina con votos en contra.
Señalan desde las propias filas del PP de Orihuela que Bascuñana “ha sacado un informe para explicar el caso que no estaba en la documentación común que se nos aportó a los ediles. Ese informe es nuevo para nosotros y no sabemos de dónde sale y por quién está validado”. Para los ediles del PP, primero “había que subsanar los errores antes de aprobar las cuentas” y añaden que el auditor es claro señalando que hay duplicidades y otras incorrecciones que aclarar.
Desde el entorno del PP crítico con Bascuñana mantienen que “Orihuela Cultural es una sociedad municipal de la que los concejales se consideran accionistas, y no se puede aprobar algo que no está bien”. Los ediles mantienen que, en todo momento ellos pensaban que lo que se llevaba a pleno era una subsanación de errores “pero nos hemos encontrado con una aprobación de cuentas con la que no estamos de acuerdo”.
Afirman desde el entorno del bando de Dámaso Aparicio que todo el Consistorio “sabía que no se debería haber aprobado” y concluyen: “la responsabilidad de cada uno está ahí”.
Con esto mimbres acabó la jornada de pleno ordinario y comienza una etapa de lucha en el PP de Orihuela, que se promete intensa, en pleno debate sobre la candidatura a la alcaldía en el aire, y con más polémicas de fondo aún por resolver.