ALMUDAINA (EFE). El alcalde que más tiempo lleva en el cargo de España, el popular José Luis Seguí, en Almudaina (Alicante), que cumple mañana 50 años con la vara de mando, explica que uno de los secretos para lograr las once mayorías absolutas que ha logrado en la democracia es consensuar "todo" con la oposición, sin tener que llegar a votar. En una entrevista concedida a Efe, Seguí es consciente de que con casi 81 años ha llegado el momento de dar el relevo, pero en tanto que no se propone ninguno de sus 110 vecinos sigue con "ilusión, ganas y proyectos" por si tiene que volver a presentarse en mayo de 2023.
El 13 de febrero de un lejano 1972, el entonces alcalde, Manuel Domínguez Moltó, le entregó las llaves del ayuntamiento asegurándole que heredaba íntegro el presupuesto municipal para ese año: 17.000 pesetas (102 euros). Pero a los pocos días se llevó la sorpresa de que llegó el fontanero con una factura de 14.000 pesetas (84,1 euros) por colocar los contadores, lo que dejaba prácticamente vacías las arcas con todo el ejercicio por delante.
No se lo pensó dos veces y fue a la capital provincial para explicar al gobernador civil la situación y éste le dio un talón por 50.000 pesetas (300 euros) que le permitió hacer cosas en el pueblo en un año en el que jornal se pagaba a 150 pesetas (0,90 euros). "Volví a Almudaina con 50.000 pesetas en un sobre y como no teníamos donde guardarlo porque el tesorero municipal tenía los dineros en una caja de zapatos, lo escondí debajo del cubo de la basura de mi casa", ha relatado Seguí, quien recuerda que la primera obra que impulsó fue un murete para habilitar un camino debajo de la torre almohade del pueblo para que transitaran los tractores y los pocos coches que había.
En estos 50 años, el pueblo ha pasado de 310 habitantes a los 112 actuales debido, en su opinión, a que la agricultura (se cultiva la conocida cereza de La Muntanya y aceituna) no recibe los suficientes estímulos y "lógicamente la gente joven se marcha". Seguí (Almudaina, 4/3/1941) ha "hecho de todo" en estas cinco décadas cada vez que le han pedido ayuda, desde echar una mano para vestir muertos de madrugada porque no llegaba la funeraria, a llevar en su coche a alguien al hospital o mediar en disputas familiares porque sus vecinos le "suelen hacer bastante caso".
"Vienen a mi casa sea la hora que sea, y cuando lo hacen les atiendo aunque esté en medio de la comida porque sé que es por algo importante para ellos", ha relatado. La clave de su éxito está "en tener mucho respeto a todos", incluidos sus rivales políticos, de los que presume que han sido y son sus amigos. "No hay que atacar al otro para ganar las elecciones porque yo creo que hablando bien de los demás se ganan votos", ha aconsejado este alcalde que está "agradecido a las personas de la oposición" porque con ellas ha cerrado todos los proyectos "por unanimidad, sin llegar a votar nada".
Con esta forma de actuar, Seguí, que se considera de centro-derecha y que cuando fue nombrado alcalde en plena dictadura era presidente de la cámara agraria local, sobrevivió políticamente a la muerte de Franco y ganó en democracia once elecciones: las primeras con UCD, las dos siguientes con Alianza Popular y las ocho restantes con el PP, las últimas (2019) con 47 votos de los 80 emitidos.
Casado con Rosario y con dos nietas y un nieto, Seguí es agricultor y se ha ganado la vida con las cerezas de La Muntanya -"las mejores de Alicante"-, que vende en varios puestos del mercado de abastos de la cercana Alcoy, y nunca ha tenido sueldo público. El tesorero sí le ha atendido los kilómetros y los gastos de comidas cuando ha hecho gestiones en Alicante o Valencia, y solo desde este mandato los concejales reciben 30 euros por los plenos trimestrales (120 al año).