VALLADOLID. El Recoletas Valladolid arrolló este sábado al BM Benidorm (32-20) con un gran juego colectivo, fraguado desde la intensa defensa, con un César Pérez que terminó de sellar el área local, y con un ataque perfectamente liderado que sorprendió al segundo clasificado de la liga.
El conjunto alicantino salió con mucha intensidad a la cancha y presentó desde el inicio sus credenciales a la victoria, con un ataque fluido y una agresiva defensa que se les atragantó a los locales, incapaces de marcar ante la muralla impuesta por el rival, lo que dejó un parcial de 0-4 en el minuto 7.
El técnico vallisoletano David Pisonero no dudó en pedir el primer tiempo muerto para tratar de frenar el empuje visitante, pero hasta el minuto 10, el cuadro azulón no pudo inaugurar su casillero y los goles fueron a cuentagotas, aprovechando exclusiones y lagunas defensivas del Benidorm.
Pero los locales también mostraron su poderío en defensa y, con un 5:1, presionaron al Benidorm, provocando ataques más estáticos y más errores, que aprovecharon para recortar diferencias, gracias a la aportación de Abel Serdio desde el pivote, y a la experiencia de Diego Camino (10-12).
Zupo Equisoaín solicitó un receso en busca de una mayor renta antes de llegar al descanso, pero los vallisoletanos dieron una lección de entrega y, de la mano de un acertado Diego Camino, lograron empatar el choque, ante un rival que se vio sorprendido por la reacción local.
Una reacción que se mantuvo tras la reanudación, con un Recoletas valiente, que había adquirido confianza y que supo desplegar sus armas ofensivas lo que, añadido a una gran defensa, derivó en un parcial de 4-0 que dejó el marcador en 16-12 y obligó a Equisoaín a volver a detener el tiempo.
Nada cambió. El Recoletas mantuvo su firmeza defensiva, bien culminada con César Pérez en la portería, el equipo jugó como un bloque compacto, con concentración y seriedad, y las diferencias siguieron aumentando (24-17), a falta de doce minutos para la conclusión.
En un partido redondo, con la maquinaria engrasada al máximo, con todos los jugadores implicados, apoyando a un compañero, Abel Serdio, que acababa de perder a su padre, el conjunto vallisoletano dio una lección de balonmano a uno de los llamados a estar en la parte alta de la tabla.
Ficha técnica:
32 - Recoletas Atlético Valladolid (12+20): César Pérez, Nico López (-), Adrián Fernández (4), Roberto Pérez (-), Mouriño (2), Miguel Camino (1), Manu García (3), Víctor Rodríguez (1), Diego Camino (9,5p), Río (4), Serdio (4), Turrado (2), Dani Pérez (1), Miguel Martínez (1) y Héctor González (-).
20 - BM Benidorm (12+8): Vial (Mijuskovic, ps), Porras (2), Simonet (3), Paván (3), Dapiran (3), Cabanas (3,2p), Skillhammar (-), Revin (1), Grau (2), Marchán (1), Robles (-), Calderón (1) y Rivero (1).
Parciales: 0-2, 0-4, 4-7, 6-11, 9-12, 12-12 -descanso-; 16-12, 20-14, 23-17, 25-17, 28-18 y 32-20 (final).
Árbitros: Juan Carlos Friera Cavada y Jesús Álvarez Menéndez (Federación asturiana). Excluyeron a Víctor Rodríguez (m.10), Mouriño (m.13), Roberto Pérez (m.49), Héctor González (m.59), del Recoletas Valladolid, y a Marchán (m.10), Revin (m.11), Dapiran (m.27), Paván (m.32 y 38), Simonet (m.43), Grau (roja directa, m.52), del BM Benidorm.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la quinta jornada de Liga Asobal, disputado en el Polideportivo Huerta del Rey ante más de 2.000 espectadores. Antes del inicio del partido, se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del padre del jugador del Recoletas Valladolid, Abel Serdio.
