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el reto de atraer empresas / OPINIÓN

El puerto de Alicante

3/07/2022 - 

Esta semana hemos tenido la magnífica noticia de conocer el proyecto de restauración ganador para la nueva isla del Puerto de Alicante que seguro se convertirá en icono de la ciudad.

Haciendo balance y análisis de cómo era la zona portuaria hace solo 5 años, podemos observar el gran cambio de estrategia que se está produciendo. Considero que su éxito y desarrollo es un claro ejemplo de colaboración público-privada, pues la visión y gran parte de la inversión en el puerto la han tenido los empresarios, sus concesionarios, y todo propiciado gracias a un plan estratégico de la Autoridad Portuaria facilitador para poder realizar esta importante transformación. Cabe destacar que, no siendo fácil por lo estricto de la ley de Puertos del Estado -orientada en su origen como es lógico a regular una actividad industrial y logística-, a pesar de la rigidez de la ley se han ido produciendo inversiones en proyectos que están cambiando el litoral de la ciudad de Alicante.

Históricamente el puerto ha sido quien ha marcado el auge de Alicante, siendo en 1490 bajo el reinado del monarca Fernando el Católico cuando se le concedió la condición portuaria de villa medieval y generó riqueza a la población gracias al apogeo de su tráfico marítimo, aupando a Alicante a la categoría de ciudad. Como antaño, el Puerto de Alicante vuelve a ejercer como palanca del cambio de la ciudad y comienza a liderar una transformación del entorno, posicionándose como territorio de acogida para trabajadores y empresas de todo el mundo. 

El puerto de Alicante tiene que decidir qué quiere ser, y en esta sociedad de velocidad de vértigo no puede dormirse, porque nos acabarán adelantando. Siempre ha sido una difícil decisión, y la respeto, pero muchas veces esas decisiones las puede tomar uno o que sean otras circunstancias que no controlas las que acaban generando el cambio de manera natural. Es momento de tomar la decisión de especializarse, teniendo dos opciones: decidir por la actividad industrial o terminar de convertirse en un gran puerto de servicios. Las mezclas no suelen funcionar, o una o la otra, y solo diré a quien tenga la capacidad de decidir que en esta nueva economía, sociedad y siglo XXI, si no te especializas estás fuera de mercado.

Alicante es de las pocas ciudades que miran al mar, con un crecimiento hacia el Puerto que podría cambiar su urbanismo por un nuevo entorno moderno, cosmopolita, sostenible, integrador y amable que conecte a toda la ciudad con una zona portuaria que antaño parecía una frontera.

Lo primero que hay que hacer es ser sinceros con nosotros mismos, y reconocer que hace muchos años que perdimos la batalla portuaria con nuestros vecinos valencianos. Seguramente el momento concreto del declive de la actividad se inició cuando le dijimos que no a los contenedores de ese grandísimo empresario que ha tenido Alicante, D. Perfecto Palacio la Fuente. Es de justicia que la avenida principal que da entrada a la nueva zona estratégica del Puerto tenga su nombre.

Lo segundo sería adaptar la ley para este propósito. No olvidemos que la administración está para legislar y adaptarse a las nuevas tendencias de la sociedad que gobierna. Sirva como ejemplo que en suelo portuario no se puede levantar un hotel, solo el Consejo de Ministros puede autorizar esa actividad. Si no se hace atractiva la inversión en suelo portuario no habrá desarrollo, y para ello se necesita flexibilidad y el máximo de años de concesión para poder amortizar la inversión.

Debemos ser justos con los verdaderos protagonistas del cambio portuario que deben ser los propios empresarios/concesionarios. A pesar de la dureza de la ley y el riesgo de invertir en una concesión (pues no olvidemos que los activos son y siempre serán públicos, lo que quiere decir que son de todos los ciudadanos), que quieran seguir invirtiendo en un bien público, que cambie la ciudad y esperando a que su actividad sea acertada y bien acogida por sus clientes y, con un poco suerte, algún día recoger beneficios.

Y lo tercero, limpiar. Como en las Hogueras, para construir lo nuevo hay que quemar lo viejo, y en el Puerto hay mucho por limpiar, es bochornoso el panorama que se encuentran nuestros cruceristas desde que desembarcan hasta que llegan a la ciudad: naves abandonadas, vallas llenas de oxido, suciedad y una ruta de acceso muy poco glamourosa; la zona de ocio debe cambiar su modelo de reguetón y copa barata, hay que mejorar los accesos, cuidar los detalles y generar el mejor entorno posible colaborando directamente con el Ayuntamiento, ya que es y será nuestro escaparate internacional.

En el puerto se ha iniciado una transformación que cambiará la futura fotografía de Alicante. La Terminal de cruceros, un paseo circular que integrará Puerto-Ciudad. Proyectos de atracción de empresas internacionales como Regus, Panoramis Life & Business, la sede de Accenture, el Muelle 5 de Distrito Digital el imponente Palacio de Congresos, toda una carta de intenciones de una transformación que cambiará la postal de Alicante. ¿Podéis imaginar cómo cambiará el litoral de la ciudad? Visión es lo que necesita un empresario para invertir donde nadie lo ve, y os invito a alimentar esa visión e imaginar la cantidad de oportunidades que se producirán alrededor de este cambio.

Para finalizar quiero que sirva como ejemplo de mi artículo la noticia que se ha dado esta semana. La reciente adjudicación que se ha dado esta semana al Grupo Forty es un claro ejemplo de colaboración público-privada, donde la idea del director del puerto, Carlos Eleno, de conectar los dos muelles a través de una isla se ha visto como una oportunidad por parte de las empresas que se han presentado al concurso, ganando el mejor proyecto, que no solo es espectacular en su diseño y en la calidad del servicio que se ofrecerá a todos los transeúntes del puerto, sino que también representa al nuevo empresariado alicantino: una alianza de dos empresas para juntas ser más competitivas, Grupo Forty y Grupo Montoro, del prestigioso chef Pablo Montoro. Rodeándose de los mejores profesionales internacionales, como el estudio de arquitectura de Manuel Clavel, que ha presentado el mejor diseño de espacio que se podría imaginar. Y todo ello liderado por emprendedores locales, los hermanos Del Barrio, que llevan 30 años haciendo historia en la hostelería alicantina liderando proyectos como Restaurante Petimetre, Mauro Sensai, Copity, Pepito Brillo o LaSeda entre otros. Sinergias que solo saben hacer los empresarios de verdad, capaces de hacer proyectos grandes que perduran en el tiempo, porque como decía un buen amigo, tenemos una vida y dejamos una huella. #1vida1huella.

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