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EN LA FRONTERA  / OPINIÓN

El PSPV/PSOE y la prostitución

19/06/2022 - 

¿Hay vida política tras el enrocamiento de Mónica Oltra en no dimitir y de la amenaza de Compromís de romper el pacto de Gobierno con los socialistas, el Botànic, en el caso de que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, apriete el acelerador y fuerce su destitución tal y como le están pidiendo los suyos? ¿Hay vida política tras la pomposa declaración de intenciones de doña Oltra de que no se va por ética y por estética a pesar de su imputación judicial donde se observan indicios severos de que encubrió a su entonces pareja por un caso de abusos a una menor en un centro tutelado por su Conselleria? ¿O es que los abusos los cometió alguien de la ultra-derecha que es quien interpuso la denuncia judicial? ¿Qué gana Compromís, de Águeda Micó a Joan Baldoví, pasando por Mireia Mollá o Vicent Marzá, de este desaguisado a un año de las elecciones? Nada, absolutamente nada: tirar al cubo de la basura toda la doctrina ética de la que tanto presumen. Habría que escuchar a algunos de los citados su opinión en la intimidad, incluyamos a Joan Ribó, que ya ha balbuceado algo, incluyamos también a Enric Morera. Fin de la exordio. O del sermón, como prefieran estimados lectores. Igual dimite mientras escribo estas líneas....

Hay vida política tras el caso Oltra. Los socialistas valencianos (y alicantinos, castellonenses), el PSPV/PSOE, lideraron hace ya tiempo un corriente de opinión para abolir la prostitución. Ximo Puig lleva más de dos años en esta batalla, loable, compleja, poliédrica, hasta el punto que ya ha conseguido su objetivo primordial: que el debate cale en el PSOE nacional de tal modo que que ya se está gestionando un proyecto de ley abolicionista: el pasado 6 de junio se aprobó en el Congreso iniciar la tramitación de la ley abolicionista con los votos a favor del PP y, parcialmente, de Unidas/Podemos (los siete diputados de En Comú Podem, la formación de Ada Colau votaron en contra); en contra también Más País ( el partido de Errejón con el que coaligan en el Congreso Oltra y Joan Baldoví) y Cs, También ERC. Bastante tiene Mónica Oltra con lo que tiene como para que re-explique su postura contraria al abolicionismo: lo explico yo mismamente; estigmatiza a las mujeres prostituidas y las deja en pleno desamparo, hay que implementar antes medidas de choque de intervención social que allanen el terreno. Podemos, Pilar Lima, va más o menos por ahí. Pudiera ser; no tengo conformada aún una opinión sólida y argumentada al respecto. La tendré. Curioso en cualquier caso: el feminismo radical no lo ve claro.

Puig, con la consellera Gabriela Bravo liderando el asunto, ya ha conseguido lo que pretendía. Solo le resta que los diputados nacionales socialistas de la Comunidad Valenciana metan caña. Pues no. El jefe del Consell sigue sub-legislando, valga la expresión, para combatir la prostitución a nivel autonómico. Ayer era una atajo para reformar la Ley de Espectáculos, ámbito en el que se cuelan prostíbulos más o menos encubiertos que alquilan el espacio para las prostitutas (tercería locativa). Hoy es una reforma de la ley autonómica de Carreteras, 1991, para sancionar a los puteros y proxenetas con multas a partir de los 15.000 euros: Bravo cuenta con el respaldo, como no podía ser de otro modo, de la consellera de Obras Públicas, la también socialista Rebeca Torró. Se penalizará la “prestación de servicios” [textuales] en las carreteras de titularidad autonómica. Les falla el subconsciente: la prostitución, en la inmensa mayoría de los casos, no es un servicio, es una humillación en todo caso.

Al grano. ¿Qué sentido tienen estas reformas si ya está en marcha una ley estatal? Ninguno. Pongamos por caso además un ejemplo gráfico: si un putero se encuentra en una carretera autonómica en Orihuela, o en Vinarós, y huele a Policía, puede irse a de caza a la provincia limítrofe, Murcia, Tarragona, en el caso de que ni la región de Murcia ni Cataluña hayan adoptado las mismas medidas. Absurdo. Asegura Bravo que será necesaria la colaboración de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado...como si no tuvieran suficiente faena por ejecutar. Utópico. Sobrelegislar desde las autonomías conlleva riesgos e incongruencias, además de duplicidad de gastos y esfuerzos. Incongruencia: antesala de la incompetencia; a mayor gloria de los puteros y de los chulos.

Y para incongruencia, gorda, la del grupo de Gobierno del Ayuntamiento de Alicante, PP/Cs, que se abre ahora a una reforma parcial de la Ordenanza Municipal de Convivencia Cívica (mendicidad, vandalismo y prostitución) para acoplarse al abolicionismo, cuando la norma actual contempla multones de 750 euros para las prostitutas que ejercen en la calle, en los rincones y bulevares de los sueños rotos. Que venga alguien y lo explique por favor: la concejala de Servicios Sociales, Julia Llopis, o su concejal en la sombra, Luis Barcala. ¡Ay!

La alcoyana Sol Picó intervino el pasado jueves en el Museo de Arte Contemporáneo dentro del mini-ciclo MACA en Vivo, en el que también ha participadoCesc Gelabert (enorme). Sol estuvo también el viernes en La Mercé de Elche. Sol se expresa con el coraje de Carmen Amaya en “Los Tarantos”. Brutal, desmedida, exquisita, muy exquisita. ¡Y taconea en puntas¡ Insólito, le comento medio alucinado a Asun Noales, coordinadora del evento. Repasó su vida, incluidos sus fracasos. Y sus éxitos, que son muchos. Bésame Cactus, con estética Blade Runner, estrenada en Nueva York. O su joint venture con Israel Galván (enorme también). O Amor Diesel, con reminiscencias a La Fura dels Baus, con quienes también coqueteó en sus inicios punkones. Sol Picó también es muy enorme: por asumir los riesgos que ha asumido. Y hace patria chica por el mundo mundial. El arte es cosmopolita o no lo es.

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