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aunque se cancele o suspenda la competición en Segunda RFEF 

El primero asciende a partir de ahora

La RFEF presume de las ayudas económicas para el fútbol no profesional que permiten los ingresos derivados de la disputa de la Supercopa de España en Arabia Saudita, pero seguro que el Hércules y otros muchos clubes las cambiaban por otro tipo de competición.

15/01/2022 - 

ALICANTE. La primera vuelta en el grupo 5 de Segunda RFEF tocaba a su fin hace dos semanas con el Hércules aupándose a la primera plaza, tras vencer en la última jornada y aprovecharse del empate de La Nucía e Intercity.

Vivimos tiempos de pandemia y después de lo sucedido en 2020, conviene tener muy presente qué ocurriría si, por desgracia, a partir de ahora se cancelase o suspendiese la competición sin que se pudiera disputar tal y como estaba previsto antes del 30 de junio, algo a lo que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se refiere como "causa de fuerza mayor" en las Bases de Competición de la Segunda RFEF. 

Dentro de las disposiciones extraordinarias por Covid-19 que se recogen en estas, se contempla que para competiciones con fase regular única (ida y vuelta) "en caso de suspensión o paralización de las competiciones por fuerza mayor, y para el caso de que no pudiese finalizar la totalidad de la competición, es decir, disputarse la totalidad de los partidos previstos desde el inicio, antes del 30 de junio se considerará como finalizada sin ascensos y sin descensos o, en su caso, sin ganador del título en el supuesto que no se hubieran podido disputar, como mínimo, el 50% del total de las jornadas previstas en el calendario oficial de todos los clubes participantes. Si en el momento de suspenderse o como máximo a 30 de junio se hubieran disputado un número de jornadas igual o superior al 50% de las mismas de todos los clubes participantes se dará como válida la clasificación en el momento en que no pudieran disputarse más encuentros antes del 30 de junio y se aplicarán las mismas reglas de ascensos y descensos o, en su caso, de título, según lo estipulado en las bases de competición y las reglas previstas en el Reglamento General". Es decir, que a partir de ahora el primer clasificado de cada grupo asciende a Primera RFEF de forma automática si la competición se cancelase o se suspendiera no pudiendo disputarse tal y como estaba previsto antes del 30 de junio. 

Se trata del mismo criterio que se contemplaba (y contempla) el curso pasado para estos mismos supuestos, pero aplicados a un tipo de competición con diferentes fases, subgrupos y eliminatorias, que era como se estructuraba en el curso liguero 2020/21 en la extinta Segunda B.

Cubrirse las espaldas

Después del espectáculo que ofreció la RFEF en 2020, con Luis Rubiales y la Comisión Delegada de la Asamblea General como coprotagonistas (de esos polvos, estos lodos), de cara a la pasada temporada y las siguientes, en Las Rozas se cubrieron las espaldas introduciendo las citadas disposiciones extraordinarias por Covid-19, que encabeza una cláusula de salvaguardia genérica en la que se advierte que las bases de competición "pueden verse modificadas durante el transcurso de la temporada por causa de fuerza mayor, siendo competencia de la Comisión Delegada de la Asamblea General de la RFEF la determinación de la paralización y/o de la vuelta a la competición en atención a las causas de fuerza mayor que sobrevengan y su prolongación en el tiempo, salvo en aquellos aspectos que la competencia fuera del Juez de Competición".

Rubiales presume estos días del dinero que genera la disputa de la Supercopa de España en la dictadura islamista de Arabia Saudita y más concretamente para los clubes del fútbol no profesional en la forma de ayudas: el Hércules es uno de ellos, aunque la existencia de una deuda en situación irregular (sin acuerdo de aplazamiento) con la Agencia Tributaria le obliga a pelear con alegaciones y recursos para que no se 'pierdan' las sumas que se le reconocen y no se le abonan con base a los pliegos por no poder presentar un certificado positivo del fisco, para que vayan directamente a las arcas de este y contribuyan a rebajar su deuda o a compensar su crecimiento. Ahora bien, a buen seguro que el club blanquiazul y otros muchos cambiaban los algo más de 160.000 euros que dice la RFEF que le correspondía en ayudas en el último ejercicio por no estar a dos escalones del fútbol profesional por culpa de una reestructuración de las competiciones que, para a más 'inri', no ha ayudado tampoco a fortalecerlas económicamente (que se los digan al Extremadura y Badajoz de la Primera RFEF o al Lleida de la Segunda).

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