ALICANTE. El comité ejecutivo del PP de Orihuela ha analizado este miércoles el expediente abierto al alcalde de la ciudad, Emilio Bascuñana, y a uno de sus asesores por la denominada guerra de los sms, unas conversaciones privadas de un teléfono de un asesor que llegaron a manos del primer edil y que él utilizó para denunciar que, en esas conversaciones, sus concejales le criticaban a su espalda. Esa guerra de los sms ya desembocó una primera crisis de gobierno y, días más tarde, condicionó la elección del presidente local, que finalmente ganó su oponente interno, Dámaso Aparicio.
Como publicó Alicante Plaza el pasado 22 de junio, esos sms, que forman parte de conversaciones privadas, ya fueron motivo de un primer desencuentro entre la dirección y el primer edil oriolano. Bascuñana lo expuso como agravio, por las críticas se vertían sobre él, pero la cúpula del PP le advirtió que desvelarlos podría ser causa de comisión de delito.
Y ahora la amenaza vuelve a estar sobre la mesa, de ahí que la propia dirección haya confirmado la apertura de una investigación. La hechos denunciados han sido derivados al presidente local y señalan al alcalde y a uno de sus asesores. Lo que ha hecho la dirección local es remitir una carta a los dos afectados para que verifiquen si conocen los hechos denunciados (los sms) y aclaren la situación. De momento, Bascuñana no ha contestado al requerimiento.
En su día, la crisis se prolongó y se derivó a la pugna por la presidencia local del PP, a la que aspiraron tres candidatos, pero sobre había uno, el concejal Dámaso Aparicio, que resultó ser el ganador, al que Bascuñana detesta. Aparicio ya vio como el alcalde lo había relegado en dos ocasiones de sus competencias: primero le delegó el marrón de la política de los residuos sólidos y la semana pasada, le arrebató el área de Deportes, con una importante proyección pública.
El PPCV estaba a la espera de acontecimientos, expectante a ver qué hace el alcalde, pero lo que sí parece claro es que la paciencia de sus dirigentes se está acabando: hay mucha desconfianza por los movimientos que está adoptando, incluso una vez superada la elección del presidente local, y por enrarecido ambiente que vive el equipo de gobierno oriolano, el principal bastión popular en la Comunitat Valenciana.