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pugna por liderar la agrupación local

El otro 'Caballero Cubierto' de Orihuela: el que desveló los trapos sucios y la desconfianza en el PP

2/05/2017 - 

ORIHUELA. En el otrora monolítico PP de Orihuela, el gran bastión popular de la Comunitat Valenciana, el de la ciudad más grande que gobiernan los populares, se masca algo. Las últimas decisiones del alcalde, Emilio Bascuñana, que ha asumido de facto el área de grandes proyectos de Urbanismo en detrimento de la concejala del área, Begoña Cuartero, anticipa que el primer edil también quiere pugnar por la presidencia local, que ahora ostenta el edil de Deportes, Dámaso Aparicio, de forma interina, quien tuvo que asumir los deshechos del partido con la fuga de los concejales lorentistas al final del anterior mandato. Bascuñana ya lo intentó una vez, con el respaldo de la dirección regional y provincial, y perdió. Pero quiere. O quería.

Pero ¿cuál ha sido el origen de esta pugna? ¿Por qué la situación va camino de un choque de trenes democrático, que puede rememorar otros tiempos cuando 'ripollistas' y 'campsistas' rivalizaban con miras a congresos superiores? Pues todo parece tener origen en unos mensajes de WhatsApp, cruzados al parecer por varios concejales del PP y asesores, en los que se criticaba abiertamente al alcalde, Emilio Bascuñana, tildándolo de poco efectivo, y cuestionando muchas de sus decisiones y su manera de proceder en el ayuntamiento, sobre todo, las indecisiones y los vaivenes. 

No sé sabe por qué (o sí), la cuestión es que esas conversaciones, muy comprometedoras sobre todo para el hipotético rival del alcalde en la pugna por la presidencia local del PP, acabaron en la mesa del despacho de Alcaldía. Como si del personaje de la Semana Santa oriolana, el Caballero Cubierto -el que tiene el privilegio de cruzar los templos sin descubrirse en la procesión del Santo Entierro- se tratara, llegaron a Bascuñana y este pudo leer de primera mano cómo era calificado por muchos de sus compañeros del equipo de gobierno, pero sobre todo, por su hipotético rival, Aparicio. Como era de esperar, al alcalde eso no le sentó nada bien. Y puso en marcha su particular campaña interna para hacerlo saber a la cúpula del partido.

Era marzo, a los pocos días de celebrarse el congreso regional del PP en Valencia. Bascuñana se presentó ante el despacho de Isabel Bonig, y allí puso encima de la mesa mensajes de WhatsApp en los que se le criticaba abiertamente y sin ningún tipo de rubor. Al parecer, según ha podido saber Alicante Plaza, el alcalde exhibió su cabreo, pero la respuesta que encontró del partido no acabó de convencerle. Le dijeron que desvelar esas conversaciones podría ser delito y lo mejor que podría hacer era no remover mucho la cuestión interna. El otro afectado, el concejal Dámaso Aparicio, y posible rival de Bascuñana, estaba dispuesto a llevar a los juzgados la posible revelación de comunicaciones si se hacían públicas las conversaciones. Bascuñana y Aparicio, al parecer, hablaron, y nunca más se supo hasta el movimiento hecho esta semana pasada con el anuncio de las competencias de grandes proyectos por parte del alcalde.

Bascuñana hizo patente su malestar con la situación. Al congreso del PP celebrado en València sólo fue el sábado por la tarde. Con excusa o no, la cuestión es que el domingo no se dejó ver por el Palacio de Congresos donde los populares clausuraron su cónclave con Rajoy.

Posiblemente, el alcalde haya madurado ahora más su postura de presentarse o no a la elección de presidente del PP. En su momento, siempre ha defendido que él ha llevado a Orihuela a la "normalidad democrática" y que ha conseguido acabar con la hipoteca reputacional que le encomendaron. Es más, en una entrevista concedida a Alicante Plaza, Bascuñana destacó que ahora Orihuela no estaba asociada ningún escándalo. Y por eso, reclama que ahora le tocaría hacerse con la presidencia del PP oriolano.

Dámaso Aparicio también defiende que merece asumir la presidencia de forma oficial -ahora es presidente interino, tras la marcha del partido de Pepa Ferrando, que se presentó por una candidatura independiente cuando fue imputada y expulsada del PP por negarse a respaldar una moción sobre la corrupción-. Además, cuenta con el respaldo oficioso de la secretaria general del PPCV, Eva Ortiz, también oriolana y conocedora de todos los vaivenes internos del PP local. ¿Qué puede pasar en los próximos meses? Pues esa es la gran incógnita:  saber si finalmente Aparicio y el alcalde van a la votación. 

El problema de Bascuñana es que no se puede acumular otra derrota, pues en diciembre de 2012, el ahora alcalde, hombre de Císcar y Ortiz en ese momento -director del hospital de la Vega Baja y presidente provincial de Cruz Roja- perdió la presidencia ante el aparato de Mónica Lorente: 1.288 votos logró Ferrando y 941, Bascuñana. Después la historia ya dio un giro radical. Ferrando acabó fuera del partido y presentándose con otra lista electoral y Bascuñana fue ungido por la cúpula popular para intentar neutralizar los escándalos que arrastraba el PP de Orihuela, con ex alcaldes imputados en varias causas. En estos momentos, el futuro es una incógnita: lo único claro es que la confianza está quebrada. El otro Caballero Cubierto de Orihuela lo ha desvelado, pese a que es o era un secreto a voces.

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