ALICANTE. El concejal de Hacienda, el popular Carlos Castillo, ha comenzado este martes la ronda de conversaciones con los grupos municipales para tratar de recabar apoyos a la modificación de crédito que permitirá saldar la deuda del Ayuntamiento de Alicante y cancelar el Plan de Ajuste vigente desde 2012, lo que, según han insistido fuentes municipales, abrirá la puerta a la rebaja de impuestos propuesta por el equipo de Gobierno para 2019. Como ha publicado este diario, Castillo se va a reunir con los cuatro grupos de la oposición, y también con los dos ediles no adscritos.
La reforma fiscal planteada por el PP contempla una bajada general del Impuesto de Bienes Inmuebles Urbanos (IBI) del 5%, lo que representará un ahorro de 4,5 millones de euros para las familias y revertirá en un aumento generalizado de su poder adquisitivo, según han sostenido las mismas fuentes a través de un comunicado. Esa pretendida modificación del IBI, que se suma a las reducciones de otros impuestos locales, "supondrá un beneficio directo y real para un total de 300.000 hogares de la ciudad" en la medida en que, según las mismas fuentes, el equipo de Gobierno ha rechazado a su vez acometer una revisión catastral para 2019. Es decir, esta bajada no se verá mermada por una posible revalorización catastral, por lo que se traducirá en un ahorro efectivo.
Con esta medida, el recibo medio bajará unos 14 euros el próximo ejercicio. Una reducción que, por ejemplo, en el caso de los pensionistas, supondrá un beneficio mayor que la propia revalorización de las pensiones. La propuesta de reforma general del IBI se acompaña de otras modificaciones concretas, entre las que destaca la reducción del 30% a los inmuebles que hayan instalado sistemas de aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía solar. En este caso, la rebaja media del recibo del IBI, que se estima que afectará a más de 3.000 hogares alicantinos, será superior a los 90 euros.
La propuesta de rebajas fiscales del equipo de Gobierno afectará también al impuesto de vehículos. Por un lado, se contempla triplicar los beneficios por bajo consumo y emisión de contaminantes con bonificaciones el primer año de entre el 45 y el 75%, con un impacto directo demás de 12.000 euros. Asimismo, por otro lado, la bonificación a los vehículos históricos se incrementará del 50% actual al 100%, lo que representa un impacto de más de 25.000 euros. La propuesta de reforma fiscal que ya ha elaborado la Concejalía de Hacienda llega de la mano de la anunciada cancelación del plan de ajuste del Ayuntamiento de Alicante, en vigor desde el año 2012.
El alcalde de Alicante, Luis Barcala, anunció recientemente que ya ha dado las instrucciones pertinentes para proceder a la cancelación del Plan de Ajuste, mediante la cancelación de la deuda con el Ministerio de Hacienda, "con el objetivo de sanear las cuentas del Ayuntamiento y con la determinación de empezar a devolver a los ciudadanos alicantinos los esfuerzos que se han visto obligados a hacer durante los últimos años".
