ALICANTE. El Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Alicante, con ocho concejales de 29 ediles, vuelve a toparse con la realidad aritmética de la corporación municipal y queda maniatado -al menos de modo temporal- para poder desarrollar su plan de inversiones de 12 millones con los que preveía poner en marcha hasta 22 obras distintas: la urbanización de la Plaza Ciudad de la Justicia; la recuperación arquitectónica del Castillo de San Fernando; la urbanización de la parcela docente de la Cañada del Fenollar; la renovación del Parque de Lo Morant o la reforma de la Plaza de la Viña, entre otras.
Pese a que la mayor parte de ellas (sino todas) corresponden a la planificación heredada de la etapa de gestión del ya extripartito (PSOE, Guanyar y Compromís), lo cierto es que, este viernes, los populares se quedaron solos durante el desarrollo de la comisión de Hacienda en la votación en la que se planteaba el rechazo a las alegaciones presentadas frente al tercer cambio del presupuesto de 2018: la modificación de crédito en la que se daba cabida a la ejecución de esas actuaciones (fundamentalmente, gracias a la contratación de un préstamo bancario por un importe de 8 millones, que sacó a concurso a principios de noviembre y sobre el que, según fuentes municipales, ya se ha producido incluso la apertura de ofertas).
Ese cambio en la contabilidad municipal quedó aprobado de manera inicial el 15 de octubre con el voto favorable de PP, Guanyar y los dos ediles no adscritos, Fernando Sepulcre y Nerea Belmonte. PSOE, Ciudadanos (Cs) y Compromís se abstuvieron tras argumentar que no se había tenido en cuenta sus propuestas a la hora de priorizar inversiones necesarias para la ciudad. Después, todos los grupos municipales, salvo Cs, presentaron alegaciones para que se rectificase la propuesta original. También lo hicieron distintos colectivos vecinales. Pero el PP, "a propuesta de los técnicos", según explicó el concejal de Hacienda, Carlos Castillo, propuso desestimarlas todas.
¿Cuál fue el resultado que se derivó de ello?: PSOE, Guanyar y Compromís votaron en contra y Cs se abstuvo. Sólo Sepulcre apoyó a los populares. Y la segunda edil no adscrita, Belmonte, se ausentó de la comisión (lo que le valió, de nuevo, la crítica de toda la oposición en bloque). Si ese dictamen desfavorable se repite en el pleno ordinario de noviembre, el próximo jueves, el cambio presupuestario no podrá quedar aprobado de manera definitiva. Quedará en suspenso hasta que se resuelvan las alegaciones con 14 votos en contra (PSOE, Guanyar y Compromís) y la abstención de Cs. O lo que es lo mismo, las obras previstas quedarán paralizadas momentáneamente y no podrán ejecutarse.
Para que la modificación de crédito quede ratificada, el PP necesita reunir más votos a favor que en contra. Así, le bastaría con sus 8 votos y el de Sepulcre si toda la oposición optase por la abstención. No obstante, hasta este viernes, ese escenario no parecía posible. Los portavoces de los cuatro grupos de la oposición, Eva Montesinos (PSOE), Miguel Ángel Pavón (Guanyar), Yaneth Giraldo (Cs) y Natxo Bellido (Compromís), coincidieron en advertir al PP que debía asumir que, a diferencia del pasado mandato, ya no gobernaba con mayoría y que debía abrirse a la negociación para incorporar propuestas del resto de grupos políticos e incluso de los colectivos vecinales que habían formulado alegaciones.
A ese mensaje común, compartido con diferente intensidad por los cuatro grupos, se añadieron dos matices particulares. Primero, el de Guanyar. Su líder, Pavón, señaló que "antes de finalizar la comisión hemos trasladado al equipo de Gobierno que nuestro voto en el pleno no va a ser a favor si se obstinan en rechazar todas las reclamaciones, por lo que nuestro voto será abstención o en contra si el PP se encabezona en no incorporar de aquí al pleno del jueves ninguna de las inversiones reclamadas". Y añadió: "Es que ni siquiera incorporan las inversiones del documento 25 del presupuesto aprobado que aún están pendientes de incorporación, como la reurbanización del barrio de Rabasa, la segunda fase de la reurbanización de Padre Esplá, el acondicionamiento de un tramo de la mediana de la Avenida de Orihuela, la urbanización del tramo central de la Vía Parque entre Tómbola y Los Ángeles o la actuación integral en el entorno de la ermita del Moralet".
Y en segundo término, las de Cs. Su portavoz, Giraldo, apuntó que "desde un principio, el PP abrió la Caja de Pandora con esta modificación de crédito para marcarse un farol, justo después de haber finiquitado el Plan de Ajuste, cosa que ya criticamos y de ahí nuestra abstención en el pleno, en la tramitación inicial". Así, prosiguió: "Y el farol le ha salido rana porque lo único que ha conseguido el PP es despertar la avaricia electoralista de la izquierda, que pide ampliar el crédito de forma exponencial para hipotecar la acción de la futura Corporación". Su conclusión fue que "todos los grupos están haciendo electoralismo a costa de la ampliación de crédito. Guanyar se ha retratado, ya que votó favorablemente en la aprobación inicial y hoy ha votado en contra con argumentos que no se sostienen, y el señor Pavón lo sabe; si el portavoz de Guanyar no estaba de acuerdo con la operación, que hubiera votado en contra desde el principio", continuó.
Por último, señaló que Cs va a mantener su abstención "por coherencia y responsabilidad; no vimos la necesidad de endeudar el consistorio sin tener la liquidación del presente ejercicio, sin saber cómo van a quedar las cuentas tras la bajada de impuestos, y sin esperar a la confección de los presupuestos de 2019".
¿Qué solución plantea el PP para que la oposición cambie de criterio en el pleno y permita que se desarrollen esas obras? La de abrir una nueva fase de negociación política con la promesa de incorporar parte de esas inversiones en el próximo presupuesto municipal, el de 2019, del que todavía no se dispone de un borrador cerrado, según ha reconocido el propio Castillo en sus últimas declaraciones públicas.
Los 'populares' se abren a incorporar peticiones de PSOE, Guanyar y Compromís en las cuentas de 2019, pero limita el alcance de esa planificación para no hipotecar a la futura corporación
Asi, el regidor de Hacienda pidió a la oposición que lleve "sus propuestas de inversión a la negociación del Presupuesto 2019 y evite dejar a los barrios sin estos 12 millones de euros en inversiones". Pero esa mano tendida se acompañó de una nueva crítica: "Los socios del tripartito se unen, una vez más, para bloquear la solución de muchos de los problemas que tiene la ciudad. La oposición no puede escudarse en que el equipo de Gobierno no ha aceptado las alegaciones de los vecinos y de los grupos políticos, porque no son tales alegaciones según el informe de los técnicos que las han inadmitido". Y añadió: "La oposición no puede forzar al equipo de gobierno a prevaricar, a saltarse la ley para satisfacer su estrategia electoral".
En cualquier caso, trasladó a la oposición la posibilidad de incorporar todas sus peticiones en el presupuesto de 2019. "Peticiones que estamos dispuestos a escuchar y que solo es posible en el marco de estos presupuestos si tenemos sus votos". El problema es que él mismo introdujo dos límites a esa posible negociación. Primero, que "todo lo que exceda del margen de lo razonable en ese Presupuesto de 2019 llevará a condicionar el futuro económico de un Ayuntamiento cuyas cuentas están actualmente saneadas". Es decir, que no se podía ser extensivo en cuestiones como la ampliación del préstamo de 8 millones para ejecutar otras obras como, por ejemplo, plantea Guanyar.
Y segundo, que el proyecto de presupuestos para el próximo ejercicio será "de mínimos" para garantizar el funcionamiento del Ayuntamiento y sin hipotecar la gestión de la futura corporación que surja de las urnas el próximo 26 de mayo. Es decir, que -por la situación preelectoral- tampoco se espera planificar grandes inversiones.
En esa tesitura, representantes de PSOE, Guanyar y Compromís ya señalaron este viernes que, en esta ocasión, el PP ya no puede pretender que se confíe en su buena voluntad, puesto que "ya hemos planteado varias propuestas en ocasiones anteriores y no las han tenido en cuenta", apostillaron.