ORIHUELA. Poco más de 24 horas después de que el PSOE pidiera la dimisión del alcalde de Orihuela, Pepe Vegara, tras rechazar un acuerdo con el fiscal y optar por sentarse en el banquillo en una causa por la que le piden 7 años de prisión, el PP de Orihuela ha respondido devolviendo el golpe y pidiendo la dimisión de la portavoz socialista de Orihuela. Lo ha hecho en un comunicado en el que señalan que "para hablar hay que tener las manos muy limpias y precisamente Carolina Gracia no está en disposición de hacerlo". El portavoz de los populares, Víctor Valverde, añade que "parece que tiene muy mala memoria y no recuerda que ella presentó la moción de censura apoyándose en dos concejales investigados (antes imputados), a los que mantuvo durante el tiempo que estuvo en el gobierno". Se trata de una verdad a medias, ya que en el momento en el que PSOE y Ciudadanos presentaron la moción de cesura, en abril de 2022, los concejales a los que se refieren los populares, Luisa Boné y Ángel Noguera, ambos de Ciudadanos, aún no estaban investigados. El juzgado los imputó en octubre de ese año, seis meses después de la moción de censura. Antes, habían sido concejales del bipartito formado por PP y Ciudadanos, que estuvo siete años en el equipo de gobierno de Orihuela. Sí es cierto que tras su imputación, la de Noguera por partida doble, no los cesó. Al edil de Ciudadanos, tras su segunda investigación, le quitó las competencias pero no el sueldo.
En el comunicado publicado por los populares, consideran que "la señora Gracia debería preocuparse de qué lugar ocupa actualmente en el PSOE y está claro que necesita hacer ruido para que no se olviden de ella. Parece que también ha olvidado que el alcalde de Orihuela fue elegido por la amplia mayoría de los oriolanos, con cerca de un 40 por ciento de diferencia con respecto al PSOE". Valverde señala que "11.703 oriolanos confían en el PP que es prácticamente el doble de los que obtuvo la señora Gracia. La que debería haber dimitido ya es la actual portavoz socialista quien se ha presentado en tres ocasiones como candidata del PSOE perdiendo siempre las elecciones".
El Grupo Popular continúa recordando a la exalcaldesa "que accedió al gobierno apoyado por sus socios para aprobar unos presupuestos a los que le faltaban 'unas pinceladas' que realmente nunca existieron mintiendo descaradamente a los oriolanos y gastando dinero público contratando a una empresa para su elaboración y que nunca vieron la luz".
Los populares expresan "su preocupación por la escasa memoria de la señora Gracia quien tiene la desfachatez de salir a exigir comportamientos ejemplares cuando hay alcaldes de su partido gobernando tras sentencia condenatoria o investigados. Una perdida de memoria que hace extensiva cuando reclama contratos que ella no realizó, ni tan siquiera inicio, ejemplo de ello son el de los Chiringuitos de la costa, el alumbrado para fiestas, murales de San Isidro, transporte escolar, mantenimiento de centros educativos, extintores, correos, escuela de verano, subvenciones, no llegó a solicitar subvenciones europeas para rehabilitar barrios y casco histórico…", continúa el escrito.
El comunicado concluye señalando que "mientras que la señora Gracia se dedica a destruir, el Grupo Municipal del Partido Popular, con su alcalde a la cabeza, "nos encargamos de gestionar y resolver los problemas que nos hemos encontrado al llegar al gobierno".
El exalcalde de Orihuela, José Manuel Medina, también ha querido responder a Gracia tras su alusión en su comparecencia para criticar el historial del PP en lo que a judicialización de su gestión se refiere. El exalcalde ha emitido un comunicado en el que ha señalado que "he conocido por varios medios, las declaraciones de la portavoz del Psoe, y exalcaldesa de Orihuela, exigiendo la dimisión del Alcalde de Orihuela, por circunstancias personales ya cono- cidas, en las que no entraré a valorar. Tras dieciocho años fuera de la actividad pública, quiero seguir en mi tónica de no inmiscuirme en asuntos políticos. Pero la justificación que da para apoyar su exigencia, en asuntos del pasado, afirmando que todos los alcaldes de Orihuela, pasaron por situaciones penalmente reprochables, citándome entre ellos con nombre y apellidos, me produce un especial desagrado a la vez que una profunda decepción, por cuanto a la señora Gracia, por motivos de empatía personal y respeto al cargo que como Alcaldesa de mi Ciudad había desempeñado, creía que me unía el mismo y recíproco sentimiento".
Medina ha añadido que "la señora Concejal conoce de sobra mi biografía, y sabe que tras un largo calvario, todas las resoluciones judiciales que me atañen, a las que fui sometido, han ido terminando sis- temáticamente en absolución o archivo, de manera que mi inocencia, mi honor y mi nombre están exentos y así deben seguir, de la más mínima mella. Y lo sabe porque a Dios gracias, en Orihuela, al menos para las personas bienintencionadas, es una evidencia. A pesar de ello, y desgraciadamente con carga de mala fe, no ha dudado en atribuirme hechos que no me con- ciernen. Hay otros hechos en los que sí me siento concernido, y muchos no sólo están en la memoria de mis paisanos, sino que son realidad tangible en las calles de mi ciudad y su extenso territorio".
"Me pregunto porque de mis doce largos años como alcalde, solo le han quedado en la memoria, los hechos para meterme en un saco que no me corresponde. A lo mejor, tendría que haber preguntado a alguno de mis paisanos, que quizá le habrían hablado del Teatro Circo, de San Juan de Dios, del Auditorio Lonja, de la Universidad de las Salesas, del Prop, de la Casa de la Juventud, del palacio del Agua, y de tantas y tantas realizaciones en nuestro amplio municipio. Incluso le hablarían del Palacio de Justicia, donde a pesar del esfuerzo que hizo el entonces portavoz de su partido, por conducir a la fiscalía a una persecución tan pertinaz como inú- til, no ha sido óbice para que en él se haya impartido justicia, que aunque lenta, ha ido reponiendo mi honor en el lugar que nadie debió de mancillar.
Me siento sorprendido, pues la verdad no me esperaba, que para justificar un momento de efímera lucidez o presencia política, se tire por la borda una relación mantenida de res- peto en lo personal y en lo institucional. Por eso me siento más dolido. El agravio se mide en función del aprecio a quien lo inflige.
A lo largo de mi actividad política, nunca he entendido la rivalidad como enemistad. Yo fui uno de los firmantes de la moción de censura al alcalde Vicente Escudero, porque en aquellos momentos era lo que políticamente interesaba a la formación en la que yo estaba encuadrado. Pero también fui el firmante y promotor de la propuesta de acuerdo, que dedicaba una importante avenida y descubría un altorrelieve con su esfinge, pues nunca tuve la más mínima duda, que tanto en lo personal como en lo político, el Alcalde D. Vicente Escu- dero era merecedor de ello, acto que realicé con sumo orgullo y cariño".
"La rivalidad política no implica la descalificación", ha conluido.