Si tiráramos de hemeroteca podríamos comprobar el discurso que en 2015 se gastó Compromís con la ejecución de un mercado central provisional en la entonces Avenida del País Valenciano (ahora Comunidad Valenciana) según el plan diseñado por la popular Mercedes Alonso para la reforma del Mercado Central de toda la vida, entre el edificio Consitorial y la plaza de las Flores: atentado ecológico; eso hay que llevarlo a los juzgados; invasión ilegal de una zona verde.....El PSOE, con Carlos González, y el resto de partidos, fueron a la zaga de los de Mireia Mollá. Y las plataformas. Se montó la parda, y bien montada. Escándalo.
Estimaban todos que con una restauración integral del Mercado Central, diseñado por el arquitecto Pérez Aracil e inaugurado en 1962, que lo que planteaba el PP en el mandado 2011/2015 era del todo insostenible porque contemplaba cuatro plantas de aparcamiento subterráneo y una gran superficie comercial que hundiría al escaso pequeño comercio que quedaba y queda en el centro neurálgico de Elche. Algo muy parecido a lo que pensó el anterior alcalde, el socialista Alejandro Soler. Ambos planes contemplaban adjudicar la gestión a la iniciativa privada en régimen de concesión administrativa.
La vida es una ruleta: nunca nos podemos bañar dos veces en el mismo río; Heráclito. Así lo ha entendido ahora el actual PP de Elche que, siguiendo las mismas opiniones que vertieron Compronís y PSOE en 2015 con el mercado provisional, denuncian también algo parecido a atentado ecológico, impacto negativo, barrera paisajística que distorsiona al completo la visual con el palmeral y la Basílica... El PP ya está redactando alegaciones a la reclasificación urbanística en ciernes, ahora en fase de alegaciones. Igual que los vecinos de la Avenida Comunidad Valenciana donde, por cierto, reside mucho voto pepero.
Ruz ha presentado un boceto de restauración del antiguo edificio, muy mono, donde se contempla la idea de rescatar el antiguo parking de la plaza de Las Flores (complejo, aunque cosas más complejas se han hecho), todo ello bajo la batuta de la empresa municipal Pimesa. Pero básica y conceptualmente, el candidato del PP, concejal y senador, lo que plantea es dejar desnudos a Compromís y PSOE quienes todavía no han esgrimido una razón de peso para su radical cambio de postura. Para ecologista y defensor del patrimonio, don Ruz. Para insensibles y depredadores, la izquierda, la misma que acusó a doña Alonso de albergar intereses espurios en la “operación Mercado”. Truculenta paradoja. Por cierto: Ruz y Compromís, Esther Díez, o viceversa, se aliaron para abortar la idea de proporcionar usos terciarios (hotel) al antiguo Convento de la Mercé. Una conjunción astral.
Plantea el actual bipartito en el Gobierno local, PSOE/Compromís reconvertir el antiguo edificio del Mercado, que empieza a caerse a trozos, una especie de mercado gastronómico, que supongo que es como un zoco de lujo para gourmets y sibaritas que tengan tarjeta Visa suficiente. El PP plantea solo un trocito. Y ambas partes saben que en Elche no hay público para ello. En Alicante capital ha habido varios intentos con muy desigual éxito y eso que es capital turística y de cruceros y que posee una amplísima clase media funcionarial dispuesta a tomarse el aperitivo a las 14.30 horas. Y luego el tardeo.
En Elche se curra de sol a sol y queda poco espacio, y poca Visa, para ese tipo de cosas. Es una realidad sociológica, no más. Se ve que los regidores patean poco las calles de un centro cada vez más deshabitado (en este caso no hay ni gentrificación), y cada vez más invadido por las franquicias. Tampoco quiero ponerme apocalíptico: algo se está moviendo desde que se ejecutó la peatonalización de la plaza de Baix y Corredera.
Le va a ser muy difícil a Compromís, que se rige por un comité local en el que están todas la sensibilidades de la coalición, explicar el pecadillo, o pecadón, de permitir que el mamotreto del mercado provisional se quedé donde está, invadiendo el ecosistema verde que conforma las laderas del río. No queremos medio ambiente, lo queremos entero. Albergo el privilegio de decir exactamente lo mismo que en 2013, o 14, cuando escribí varias crónicas en El Mundo en contra del proyecto faraónico de Alonso, un río en el que ya no se baña Pablo Ruz.
CODA: El dedazo de Carlos Mazón al nombrar al ex acalde de Altea Miguel Ortiz como director de la empresa pública Proaguas ha levantado ampollas entre la oposición que cuestiona seriamente su nivel de preparación y experiencia para la gestión de depuradoras. PSOE y Compromís balbucean con impugnar el nombramiento. El PP contraataca: ¿Qué experiencia tiene Juan Angel Conca, periodista y ex jefe de Gabinete de Mireia Mollá para presidir la Entidad Pública de Aguas Residuales de la Comunitat?. Jaque. Estamos donde siempre hemos estado, en el “y tú más”. Juego de jaques.
