BENIDORM. El gobierno de Benidorm formado por el PP y CBM sufrió este lunes para sacar adelante una propuesta que consigue dar viabilidad a tres proyectos importantes para su gestión: el Plan de Accesibilidad Universal, así como las excavaciones en el Tossal y en el Castell. El problema vino de parte de la oposición, quien mostró sus reticencias a votar a favor de la modificación presupuestaria, necesaria para que se garantizara la subvención otorgada para estos tres planes municipales.
La moción, defendida por la concejal de Hacienda, Lourdes Caselles, fue aprobada con los votos a favor del bipartito y la abstención del resto de la corporación, salvo el voto en contra del concejal no adscrito, Leopoldo Bernabeu.
Desde la oposición consideraban que era una propuesta que llegaba tarde, y que se hacía de cara a las elecciones municipales. Es por esto que incluso plantearon que se dejara para después de la constitución del nuevo gobierno local para que fuera la próxima corporación la que asumiera estos proyectos. Tanto es así, que incluso pidieron a los altos funcionarios que aclararan qué pasaba con la subvención en caso de que votaran en contra, ya que no querían tampoco ser los culpables de perder esta inversión para la ciudad.
Con todo, se llegó a hacer un receso en el cual los técnicos del área acudieron a la sesión plenaria para explicarles que si no seguía adelante, la adjudicación a las empresas concurrentes no se podría hacer. Un procedimiento que estaría en la actualidad a medias por este motivo.
La modificación necesitaba del visto bueno del pleno teniendo en cuenta que comprendía dos departamentos del Ayuntamiento distintos. Algo que se complicaba con la reclamación de los miembros de la oposición para que estuviera el presupuesto aprobado. Hay que tener en cuenta que llevan los tres primeros meses del año con las cuentas de 2018 prorrogadas. Como consecuencia, arrancaron el anuncio por parte del alcalde de Benidorm, Toni Pérez, de que el borrador estaría para esta semana.
La concejal de Hacienda recordó que “estas tres importantes actuaciones” han recibido subvenciones de “administraciones supramunicipales por importe de más de 1,6 millones de euros” –ingresados hace escasas fechas al Ayuntamiento-, que deben complementarse con una aportación municipal de “algo más de 2 millones”. Al mismo tiempo indicó que “no afecta al objetivo de estabilidad presupuestaria, ni a la regla y límite de gasto”, y que los recursos se han extraído de las partidas destinadas al pago de deuda bancaria y gastos financieros que en el ejercicio de 2019 serán muy inferiores a los de 2018, gracias a la amortización anticipada de deuda que se hizo el año pasado.
Pero esto no acaba aquí. El gobierno local llevaba al pleno por segunda vez la modificación del PGOU para permitir la construcción de electrolineras y gasineras en Benidorm. Un punto que necesitaba del apoyo de mínimo 13 concejales, algo que no obtuvo la semana pasada en la sesión ordinaria, ya que se quedó con los 10 votos a favor del gobierno local.
En esta ocasión solo cogió el turno de palabra el portavoz socialista, Rubén Martínez, para posicionarse en la abstención debido a que se han aprobado otras modificaciones que no se han puesto en la práctica, según explicó. Finalmente, la propuesta salió adelante gracias al apoyo de Ciudadanos, que sumó los 13 para aprobarse.
