ALICANTE. El Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Alicante, compuesto por 8 concejales en una corporación de 29 ediles, también toma posiciones para completar otro de los proyectos anunciados por el ya extinto tripartito que ni el PSOE pudo desarrollar durante su etapa de gestión en solitario tras acordar el cierre al tráfico de un tramo de la avenida de la Constitución: la peatonalización de calles del Centro Tradicional. El gabinete que coordina Luis Barcala aprobó el pasado 17 de julio el concurso para la redacción del estudio de alternativas técnicas con el propósito de ejecutar ese compromiso y acaba de convocar la mesa de contratación, este miércoles, en la que se abrirán los sobres de las propuestas presentadas.
El proceso, que partía con un presupuesto de 80.000 euros (96.800 con impuestos), se activó con el fin de seleccionar la propuesta que resultase más adecuada para reorientar los flujos de tráfico y asignar nuevos usos a los nuevos espacios libres del paso de vehículos. En concreto, la convocatoria incluía una definición para el eje conformado por la avenida de la Constitución, la calle Bailén, el último tramo de la calle Castaños en el que todavía se permite la circulación y la plaza de Gabriel Miró.
En esos estudios de alternativa se debe incluir aspectos como la distribución de contenedores para la recogida de residuos o, incluso, la reubicación de veladores y la reorganización de zonas de carga y descarga en el caso de que resultase necesario. Se trata de una cuestión especialmente conflictiva por lo que respecta a la plaza de Gabriel Miró, sobre la que ya pesa un informe del departamento de Medio Ambiente en el que se alerta del riesgo de desprendimiento de ramas del arbolado de la plaza. Ese dictamen ya ha forzado a la Concejalía de Ocupación de la Vía Pública a plantear un traslado de los veladores situados en su zona central hasta las vías laterales de la plaza, ahora de circulación restringida.
¿Cuándo podría llevarse a efecto esa peatonalización? En principio, la propia convocatoria del concurso contempla que la propuesta técnica definitiva debe quedar en manos del Ayuntamiento en el plazo de seis meses desde la fecha de adjudicación del contrato (que podría producirse a finales de este mes), por lo que, como muy pronto, no será visible hasta la próxima primavera.
Esa circunstancia podría postergar su ejecución hasta después de las próximas elecciones municipales, de modo que sería el equipo de Gobierno surgido de las urnas quien tendría en su mano la posibilidad de ponerla en práctica.