MADRID (Europa Press). El Plan Movalt, de incentivo a la adquisición de vehículos impulsados con energías alternativas, se agotó el pasado 14 de diciembre, apenas 24 horas después de que se abriera el plazo para la inscripción de solicitudes, lo que supone un ritmo 12,3 veces superior a la media contabilizada por los anteriores planes PIVE, que subvencionaban la compra de un coche nuevo a cambio de achatarrar uno antiguo.
El Plan Movalt contaba con una dotación presupuestaria de 20 millones de euros para impulsar la compra de vehículos eléctricos, híbridos enchufables, de gas natural comprimido y licuado, así como de modelos de pila de combustible y también de motocicletas eléctricas.
Así, este programa gastó sus 20 millones de euros de presupuesto en 24 horas, lo que supone un ritmo de más de 833.000 euros a la hora, es decir de alrededor de 14.000 euros por minuto. No obstante, la media de los ocho planes PIVE fue de 1,6 millones diarios (67.228 euros a la hora).
En comparación con la edición del Plan PIVE que más rápido se agotó, la séptima convocatoria, el Movalt también consumió mucho antes sus fondos, ya que el PIVE 7 gastó 4,3 millones de euros diarios (183.000 euros a la hora).
Fuentes de Nissan explicaron a Europa Press que estas cifras ponen de manifiesto el "gran interés del público" por el vehículo eléctrico y por el resto de modelos de combustibles alternativos y afirmaron que el mercado está preparado para asumir la introducción masiva de la movilidad eléctrica.
Así, explicaron que un automóvil eléctrico permite un ahorro de unos 2.000 euros anuales en comparación con uno de combustión para un cliente particular que recorre 15.000 kilómetros al año, mientras que la cifra se eleva hasta 2.500 euros para uno de flotas y hasta 4.500 euros para un taxista.