ALICANTE. A través de 71 pinturas la nueva exposición del Mubag reúne a Porcar, Lahuerta y Varela para demostrar que en la Comunitat Valenciana se contaba con una escuela de paisaje que en el siglo XX tiene una revitalización extraordinaria. Así lo presenta Victoria Bonet, la comisaria de esta muestra que estará abierta hasta el próximo 1 de julio.
El director del Consorci de Museus, José Luis Pérez Pont, y el diputado de Cultura, César Augusto Asencio, han inaugurado esta mañana la última exhibición del Mubag antes de su cierre este verano por obras. Pérez ha valorado que esta muestra que reúne fondos de los tres museos de bellas artes de la Comunitat se ha podido realizar gracias "al buen clima de trabajo de los tres directores".
Esta es la primera vez que se consigue la conjunción de los tres centros, por lo que Pont ha declarado que se sienten orgullosos de lanzar proyectos como este. En esa misma línea, Asencio ha celebrado esta labor de coordinación entre las distintas entidades para enseñar "el trabajo de tres artistas que fueron embajadores de su tierra, con la riqueza que ello supone para el conocimiento de esta época pictórica".
Varela sigue en casa
Bonet ha contado que al plantear el paso de esta muestra por Alicante quería que los espectadores sintieran de nuevo a Varela en casa. Y es que esta exposición toma el relevo de El laberinto luminoso, la gran retrospectiva que sobre el pintor alicantino había organizado el Mubag.
Al plantear esta exposición la comisaria ha escogido fondos provenientes de colecciones privadas, ofreciendo así una mirada distinta a la expuesta con anterioridad. Y también, porque "el paisaje está muy vinculado a la colección particular, son géneros muy de ámbito doméstico por eso la colaboración de las coleccionistas es fundamental".
El paisaje es el tema sobre el que pivotan las quince obras de Porcar, las veintinueve de Lahuerta y las veintisiete de Varela. Bonet quiere que "los visitantes asistan a este despliegue de paisajes de la Comunitat como si fueran senderistas". Para ello parte de la "creación contemporánea" que es el paisaje, del que estos tres autores "toman la tradición y la reinventan".
La organización del trío
Conjugar la obra de los tres autores no le ha sido fácil a Bonet, como ha reconocido en la presentación. Los tres trabajaron en el siglo XX pero cada uno con "estilos muy distintos", lo que hacía "difícil relacionarlos entre sí". Si bien comparten el haberse formado con grandes del siglo XIX, como le pasó a Emilio Varela (1887-1951) con Joaquín Sorolla, esta tradición "es un punto de partida solidísimo que le permitió llegar hasta donde llegaron en su modernidad paisajística".
Bonet ha apuntado que además de esta influencia del pasado, los tres "recibieron la influencia de grandes artistas contemporáneos como Rodin, Cézanne o el cubismo pero en ningún momento eso les limitó". Más bien, añade, "fue un estímulo para crear un nuevo modo de mirar el paisaje". Todos estos rasgos teóricos son los que le han facilitado la organización de su obra, elementos que aparecen en el libro que acompaña la muestra y que ha subtitulado De paisatges, passejos i paisans.
"El paisaje esa una herramienta de investigación formal", ha señalado sobre estos creadores, "el pintor se une con el paisaje en la soledad y de ella hace arte con una observación inquisitiva y absolutamente creativa". "La paleta cromática adquiere un importancia sustancial para tener un estilo propio y entender a lo que se enfrentan, tanto en lo natural como lo urbano", ha concluido, "llegaron a la esencialidad para convertirse en clásicos, lo que les hace inmortales".
Bonet, Asencio y Pont, en el área de Varela. 
