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la rehabilitación, cerca de 1 millón 88 mil euros, ha sido sufragada al 40% por fondos europeos

El Molí de Paper de Ibi recupera su esencia y avanza hacia su futuro como centro de interpretación

31/07/2020 - 

IBI. El Molí de Paper de Ibi ya está listo para albergar en sus entrañas gran parte de la historia de la villa juguetera. La rehabilitación para recuperar el mítico molino hidráulico de la localidad, del siglo XIX y declarado BIC, fijándose en 2016 su cesión al Ayuntamiento, ya ha finalizado y ha sido realizada por un importe de 1.088.334 euros, sufragada hasta el 40% por una subvención recibida de los Fondos Europeos, por valor en este sentido de 489.225 euros. 

La ayuda se enmarca dentro de las subvenciones destinadas a proyectos de actuación de las entidades locales de la Comunitat Valenciana para la protección, conservación y recuperación de bienes del patrimonio cultural valenciano y su puesta en valor, cofinanciadas por el programa operativo FEDER 2014-2020. "Nuestra idea es poder preservar las raíces para mantener el patrimonio, igual que estamos haciendo con la restauración de los pozos de nieve, el caso del Pou del Barber, también con la protección planteada para el Barranco de los Molinos, sin olvidar el jardín botánico de Torretes, en fase de redacción", explica el concejal de Urbanismo de Ibi, Santiago Cózar.

Tal y como se redacta en el Plan director, el Molí de Paper está encaminado a convertirse en un centro de interpretación del patrimonio de la localidad, dando a conocer a ibenses y visitantes datos sobre su biografía, su industria y su riqueza cultural y natural, sirviendo de espacio para poder interpretar la historia y la biodiversidad del lugar en el que está enclavado. "La rehabilitación se ha enfocado con el objetivo de que lo dote en contenido, y en su totalidad, a cualquier uso determinado en dicho Plan director", insiste Cózar. Entre las propuestas que se suman, desde un albergue hasta un museo etnográfico. "Contamos con piezas que han sido donadas por los propios ciudadanos ibenses, que ya han sido restauradas. El edificio es amplio, evidentemente será un centro de interpretación, pero sí albergará otros usos compatibles. Durante el ejercicio próximo se dotará de este contenido para su apertura, que es difícil concretar ahora en estos tiempos convulsos", concluye el edil.

La historia del Molí de Paper

El objetivo del Plan director que ha sustentado la rehabilitación del Molí de Paper, unos trabajos dirigidos por el arquitecto Fernando Cervantes, ha sido 'levantar' de las ruinas la esencia del icónico edificio, una estructura que llegó a albergar una fábrica de seda, y una colonia de acogida durante la Guerra Civil. La historia viva de un espacio que comienza a funcionar como molino hidráulico en 1860 y, a lo largo del tiempo, estuvo explotado por varios arrendatarios provenientes de las poblaciones papeleras cercanas de Bañeres y Alcoy, como se detalla en el propio Plan. Primero, fue José Mora, perteneciente a una dinastía de papeleros activa en la primera localidad y en Bocairent desde finales del siglo XVIII, quien tomó el Molí de Paper, con veintisiete años. En 1864 pasó a manos de Nicolás Botella. En 1877 lo adquiere Rita Gisbert Marco, hija de Francisco Gisbert. Posteriormente el Molí de Paper fue regentado por Antonio Martínez Martínez, fabricante de papel de Banyeres, hasta su fallecimiento en 1888.

En 1880 el molino tenía ocho tinas, tres pilas, dos cilindros, cuatro martinetes y una máquina de vapor de seis caballos. Se comercializaron libritos de papel de fumar con las marcas 'El Carpintero' y 'El Martillo'. El negocio, pasada la época de esplendor del papel de fumar y su elaboración a mano, viene a menos, le restaba sólo una tina activa y, al no poder terminar de pagar la caldera, el Monte de Piedad de Alcoy forzó el embargo y la subasta, cesando la fabricación de papel. La producción de los juguetes de lata desmarcó a la del papel y, ya en 1920, el Molí de Paper cesó su intensa actividad en la que con el tiempo pasó a llamarse la villa juguetera.

Pero su valor sigue vivo en la actualidad. De hecho, la Junta Directiva de Archival acordó por unanimidad, el pasado mes de enero, conceder los Premios Archival Comunitat Valenciana 2019 a los méritos por el mantenimiento de las tradiciones autóctonas y colaboración en favor del patrimonio histórico cultural y medioambiental a diferentes entidades, entre las que se encuentra el Ayuntamiento de Ibi y su proyecto 'Molí de Paper, conservación y recuperación del patrimonio cultural y natural'. Entre las labores realizadas en la rehabilitación del mismo se han encontrado, además, grafittis de 1900 con un gran valor histórico, industrial y social, que se han conservado y enmarcado para su visualización. Además, baldosas decorativas, que llevan como imprenta el logo original del Molí de Paper. Para la realización de las obras, importante el estudio arquitectónico que lo ha avalado para la conservación de bóvedas, hornacinas, chimeneas, carpintería, arcos de muro, mobiliario, baldosas y un largo etcétera, con el fin de devolverle toda su belleza natural. Además, una de las características más importantes es la piedra de la fachada que se ha mantenido, al tratarse de uno de los elementos protegidos de este 'molí' tan estimado por los y las ibenses.

El Molí de Paper compatibilizará su principal uso como centro interpretativo con el de albergue y museo etnográfico

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