compromís y ciudadanos reclaman la dimisión del diputado de bienestar social 

El 'milagro' de San Fulgencio: que se vaya el edil condenado; el PP vuelve y Zaragoza dimite

4/04/2018 - 

ALICANTE. El Partido Popular de la provincia de Alicante necesita que se haga realidad una especie de milagro para poder despejar el desgaste que le está generando el lastre de sus cargos imputados. Es el caso del ex alcalde de Santa Pola y diputado provincial de Servicios Sociales, Miguel Zaragoza, procesado por supuesto delito medioambiental e investigado por el caso de la Clínica de Gran Alacant. Quiere dimitir, pero el relevo natural es un alcalde condenado, el de San Fulgencio, que, además, ha sido expulsado del partido. Y claro, hasta que no se vaya uno, no se va el otro.

El edil de San Fulgencio, Carlos Ramírez, fue condenado a ochos años de inhabilitación por prevaricación. Fue expulsado del partido, junto a otros cinco ediles del PP, y todos ellos, gobiernan desde el grupo de no adscritos. Ramírez ha recurrido la sentencia ante la Audiencia Provincial, pero no ha dado cuenta de ella en el pleno, por lo que sigue siendo alcalde. Para que su dimisión sea efectiva, debe informar a la corporación. La Fiscalía Anticcorrupción, que es quien llevó el caso, ha instado a hacerlo, o le denunciará por desobediencia a la justicia. Es decir, que en el PP hacen cuentas de que en breve dimitirá y, en cadena, se producirán una serie de cambios.

El primero, el PP puede recuperar el gobierno de San Fulgencio con el único concejal que tiene, merced a que fue la lista más votada con siete concejales de 13 que tiene la corporación. Y dos, se nombraría un nuevo diputado provincial por el partido judicial de Elche y se le buscaría un relevo a Miguel Zaragoza.

Mientras, este miércoles, el PP se tiene que enfrentar a la petición de dimisión que plantea Compromís de Zaragoza. Y no sólo a eso: los valencianistas también hurgarán en la situación de dos vicepresidentes de César Sánchez: Bernabé Cano y Eduardo Dolón, con investigaciones pendientes en la justicia. Zaragoza está en una situación muy similar a la del todavía alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri. Procesado en un caso, investigado en otro; Echávarri lo está en dos, por lo que el PP puede quedar sin argumentos para defenderlo si se le compara con el primer edil alicantino.

Y de ahí que los populares ruegan porque el milagro de San Fulgencio se ejecute lo antes posible. De lo contrario, la cuestión de Zaragoza se puede alargar, algo que no desea ni el propio investigado, que ya ha manifestado en varias ocasiones que desea dimitir, ni el PP, que ha logrado centrar todos los focos en el Ayuntamiento de Alicante.

Y una vez conseguido ese objetivo, el de evitar los focos sobre la figura de Miguel Zaragoza, estaría el de recomponer el Gobierno de San Fulguencio, con hasta cuatro partidos que hoy forman la oposición, algunos de ellos, con ediles -como Mariano Martín- que también sufrieron condenas. Además de los seis ediles no adscritos y el representante del PP, la corporación de San Fulgencio está formada por dos concejales del Partido Independiente de las Nacionalidades; por dos regidores del PSOE; uno de la Agrupación Popular de San Fulgencio y las Urbanizaciones, y otro UPyD. Hay que recordar que con la condena de Carlos Ramírez hasta tres alcaldes del municipio han sido condenados en los últimos años.

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