Está a punto de publicarse un curioso e interesantísimo libro de Fernando del Val titulado El Método Bumbury. Ayer escuché una entrevista al autor y no sé por qué asocié la conversación con la forma de relacionarse con los medios de los políticos locales.
A falta de creatividad, talento y musas, según el libro, Bumbury lee mucho y “aprovecha sus lecturas” para crear la letra de sus canciones. Introduce algunas variaciones de métrica y poco más por lo que el autor del libro El Método Bumbury afirma que presuntamente plagia directamente versos de poemas de autores consagrados ya que no los cita en ningún momento ni directa ni indirectamente.
El autor de este libro, que ha analizado rigurosamente toda la trayectoria discográfica del que fuera líder de Héroes del Silencio, comentaba en esa entrevista que le había costado más encontrar al autor o autora de los versos copiados del último disco porque eran frases más llanas, sencillas a prirori. Llegó a pensar que era por fin cosecha propia pero no. Finalmente las encontró en Twitter e Instagram.
Si no lees la prensa a diario o escuchas la radio, podrías valorar la actividad de algunos políticos locales de aceptable e incluso de original, como las letras de Bumbury. Pero si te pasa como Del Val, que además de escuchar a Bunbury había leído y estudiado a los autores de los poemas, te das cuenta de que muchos políticos locales hacen política a golpe de noticia.
Me explico. Vecinos de La Marina denuncian en un artículo periodístico falta de cuidados en la playa. A los dos o tres días un partido político local hace una rueda de prensa o una nota y denuncia el estado de La Marina. Si hicieran como Serrat con Miguel Hernández o Federico García Lorca y dijeran que lo han leído, estarían siendo honestos e incluso valorando el trabajo periodístico y la valentía de los vecinos. Pero la mayoría de las veces hacen como Bumbury y se apropian de la queja.
Este método político cutre es más frecuente de los deseado y denota dos cosas, falta de dedicación y falta de ideas. Estamos todos muy tocados en esta pandemia pero esto viene de lejos. El método Bumbury para salir en los medios de comunicación es muy usado por la oposición.
En el otro banco, el de enfrente son más de Umbral. “Yo he venido a hablar de mi libro”. Con toda la distancia intelectual por supuesto. Los concejales o políticos o cualquiera que convoca a periodistas y se sienta en una mesa con cámaras y micrófonos delante, deberían saber o ser advertidos por sus asesores de que se exponen a qué les hagan preguntas. ¡Preguntas! Y más allá incluso de ¿Has dicho 12 o 14 hectáreas?
Deben conocer el tema y prepararse para poder contestar o para saber al menos qué decir sobre cualquier asunto relacionado con el área que gestionan. No puede ser que un concejal de por ejemplo, Educación convoque para explicar los cursos de verano y en el junio de la pandemia se moleste porque se le pregunta cómo están preparando la vuelta a las aulas.
Está claro que no lo sabe. No lo sabe ni el Ministerio ni la Conselleria todavía. Pero no puedes responder “yo he venido a hablar de mi libro” o “menuda pregunta”. Eso es hacerte un Umbral. Recuerdo con nostalgia a Encarna Marco o a José Fernández o a Vicenta Pérez. Estos eran concejales de gobiernos socialistas, pero también recuerdo a concejales de los únicos 4 años de gobierno del PP en Elche como Vicente Granero, Manuel Latour o Loli Serna. No podías pillarlos. Ninguno tenía más método que decir lo que pensaban y lo que estaban todo el día gestionando. Y si no lo sabían también te lo decían, no lo sé.
Algún asesor de comunicación les echaba la bronca al terminar las ruedas de prensa pero de ahí a lo de algunos ahora hay un largo trecho. No dudo del nivel de trabajo y preparación de los políticos locales, pero les falta mucha naturalidad y quizá también más confianza en sus aptitudes y habilidades.
No somos perfectos, ninguno, los periodistas nos hemos acomodado mucho también a cantar como loros lo que nos cuentan en esas vacías ruedas de prensa. Siempre vuelvo a lo mismo, pero ahora más que nunca, en los tiempos de las ruedas de prensa telemáticas sin contenido y sin respuestas, tengo que volver a la frase cuyo autor original no recuerdo, que me perdone por no citarlo, “El periodismo empieza cuando acaba la rueda de prensa”.