Ayer vi en un comercio local, después de mucho tiempo, al asesor de Mercedes Alonso, la exalcaldesa del Partido Popular de Elche, que me dijo en abril de 2015 que el Mercado Provisional no sería un edificio provisional. El exasesor se refería a que una vez trasladados los placeros al nuevo mercado, que él pensaba que sería el que construiría Aparcisa, el “maravilloso” edificio se quedaría en plena zona verde de la Avenida Comunidad Valenciana y algo inventarían para darle utilidad.
El exasesor ha acabado siendo el que más claro lo tenía todo, ¡ojo! en 2015. Lo único que falló en sus cálculos y en los de alguno más es que Mercedes Alonso perdió la alcaldía ese mes de mayo, y socialistas y Compromís habían basado buena parte de su campaña electoral en oponerse al proyecto con protestas in situ y amenazas de ir a los tribunales si seguían con su idea de mercado.
Es verdad que luego, una vez al mando, especialmente el PSOE y aludiendo de una manera incoherente a una administración “garantista” casi casi acaba por dejar que se construyera ese proyecto, el del PP. Los colectivos ciudadanos lo pararon y los socios del PSOE en el gobierno acabaron dando el último empujón.
Faltan este y otro día más para terminar 2021, han pasado seis años de aquellas cosas y parece, y digo solo que parece, que ya hay algo claro sobre lo que se va a hacer en el viejo mercado y también en el provisional. El viejo lo rehabilitan, y el provisional lo recalifican como solo los políticos saben recalificar, diciendo lo contrario hoy de lo que dijeron ayer, y será estable.
Alguien podría pensar que bueno parece que aunque tarde y regular tirando a mal, el asunto empieza a desliarse. Y yo lo que veo es que está aún más liado si cabe. Ya lo dijo el alcalde de Elche esta semana en rueda de prensa, los trámites urbanísticos y de otro tipo que hay que hacer ahora son “muy complejos.”
Vamos a ver si pasito a pasito, se va trabajando y sobre todo cómo llega el asunto a abril de 2023. En mayo habrá elecciones y aunque podamos pensar que falta un año y medio, quiero avisarles de que hay bastantes personas ya trabajando en ello. En las elecciones, no en el mercado.
Hay ya movimientos y preparativos, entre ellos los de los posibles candidatos a alcalde de los partidos de siempre y de los posibles nuevos, los de concejales o exconcejales que quieren volver a subirse al carro o mantenerse, los de nuevos candidatos a concejales que quieren su oportunidad, exmiembros de un partido que quieren ofrecerse en otro, los de antiguos concejales que han pasado por dos o tres opciones políticas ya y no tiran la toalla, los expresidentes de plataformas y colectivos cívicos que sacan la patita a ver si alguien cae y los ficha como “mirlo blanco”, los de asesores, exasesores y futuribles nuevos asesores...
Mientras este run run se mueve en el submundo político mediático en el que vivo, tiemblo de pensar cuando se prepare el programa electoral y empiecen a dar ideas para el viejo Mercado y el ya Mercado Estable, (habrá que empezar a dejar de llamarlo provisional, tras seis años).
Estos días he leído el libro Queridos Niños de David Trueba, un relato en clave irónica, cómica y a ratos espeluznante sobre todas estas tramas de la política. Miserias en algunos casos, sueños truncados o vocaciones apagadas en otros, y mucha incoherencia en casi todos. ¡Vida! Y con los tiempos y los virus que corren, confieso que tengo ganas de hablar de precampaña y dejarnos las olas, los test y los positivos de una vez por todas en el pasado.