ALICANTE. La expansión de los apartamentos turísticos en Alicante deja de ser estricta y exclusivamente un negocio local, alentado por inversores o propietarios asentados en la ciudad, con la llegada de un nuevo operador: el Grupo Arenal. Se trata de un grupo modesto asentado en Madrid desde 2014, que explota otros otros tres bloques de pisos turísticos en distintos emplazamientos estratégicos del centro de la capital: la plaza de Puerta del Sol, la calle Preciados y la calle Gran Vía.
Ahora, su oferta se extiende también hasta el centro de Alicante, con la apertura de otro de sus establecimientos Arenal Suites en el número 24 de la calle Labradores, a tiro de piedra de la plaza de San Cristóbal y de la Concatedral de San Nicolás. Lo cierto es que su aterrizaje no es reciente: el estreno de sus diez estancias se produjo a finales de 2020, tras llevar a cabo una completa rehabilitación del edificio noble del siglo XIX en el que se distribuyen. Sin embargo, su actividad se vio resentida por la irrupción de la pandemia del coronavirus hasta el punto de pasar prácticamente desapercibida incluso para el resto de la oferta de alojamientos turísticos.
En todo caso, su instalación representa la primera experiencia protagonizada por un grupo foráneo en la ciudad, donde el crecimiento del sector se ha basado en el impulso de proyectos de rehabilitación ejecutados por particulares, por inversores locales o por empresas de raíz alicantina, según confirman fuentes de la Asociación de Bloques y Apartamentos Turísticos de Alicante (ABATUR).
Fondos de inversión tratan de acceder al mercado local con la compra de bloques ya en funcionamiento al no existir oferta de edificios que poder transformar en apartamentos
Con todo, lo cierto es que esa apuesta pionera de un grupo nacional por crecer también en Alicante encajaría con otro fenómeno que sí se habría comenzado a percibir con cierta intensidad en el sector. Se trata del interés creciente manifestado por los fondos de inversión por entrar en Alicante al considerarlo un mercado estratégico. Así, operadores consultados apuntaron que se habría constatado ya varios intentos de compra de establecimientos de apartamentos turísticos que ya estén en funcionamiento. Ya sea de bloques en manos de particulares, o de edificios propiedad de empresas especializadas.
Según las mismas fuentes, ese fenómeno obedece a la dificultad que existe en la actualidad por adquirir edificios singulares o en ubicaciones céntricas vacantes con el fin de llevar a cabo su remodelación y transformación en bloques turísticos. "Al no existir disponibilidad, el interés se orienta hacia la compra de apartamentos ya operativos porque en estos momentos no hay otra forma de acceder al mercado", apuntaron. De este modo, se estaría reproduciendo una tendencia similar a la registrada en el mercado hotelero, en la que existirían inversores interesados en comprar establecimientos con la pretensión de reformarlos y mejorar su categoría, sin que exista producto a la venta, como informó este diario.