Los resposables de Cevisama y los del sector del mármol de Alicante se reunieron el lunes. Foto: APALICANTE. El sector del mármol de Alicante quiere volver a protagonizar su propio espacio en Cevisama, el certamen cerámico de Feria Valencia, para recuperar visibilidad en un mercado que ambos sectores comparten casi al 100%. No obstante, las empresas de piedra natural de la provincia de Alicante buscan fórmulas que les permitan obtener dicha visibilidad ajustando costes, dado que el tamaño de las firmas les impide participar con el modelo de stands habitual del certamen.
Con motivo de la próxima edición de Cevisama 2018, que se celebrará del 5 al 9 de febrero, el director del Clúster de la Piedra, Javier Fernández, y el presidente de la asociación Mármol de Alicante, Eugenio Arques, se reunieron en la sede de esta última organización con la directora de la feria, Carmen Álvarez, para abordar la posible partipación del sector. La responsable de Cevisama trasladó a los representantes del mármol las cifras de 2017 con un balance "muy positivo" tanto de expositores como de visitantes (crecimiento del 18% en ocupación neta y del 8% en visitas), con un aumento en la participación que esperan superar en la próxima edición.
De momento, la organización de Cevisama ya tiene ocupado a nueve meses de la celebración del certamen el 35% del espacio disponible, por lo que están valorando ocupar un pabellón adicional, según se explicó en el encuentro. En este contexto, los representantes del mármol trasladaron a Álvarez la situación actual del sector y las inquietudes comerciales de sus asociados, con el fin de que la propuesta que se curse desde Cevisama a las empresas se ajuste a sus necesidades. La propuesta del certamen llegará en breve, según los participantes en el encuentro.
La gerente de Mármol de Alicante, Encarni Abad, explica que las empresas de piedra natural del Vinalopó tienen mucho interés en estar en Cevisama porque comparten "el mercado de prescriptores" con la cerámica, y de ahí que durante siete u ocho años se celebrase, en el mismo marco, el Salón Mármol, hasta que con la crisis del 'ladrillo' se deshinchó el sector. "De todas formas, apostamos por las sinergias, cada vez es más complicado organizar una feria monográfica, por el tamaño de las empresas y porque compartimos compradores", razona.
El principal obstáculo para las firmas de mármol de Novelda, así, es el coste de acceso a Cevisama. Por eso, están negociando tener presencia no a través de stands al uso, sino en una suerte de 'zona de negocios' como la que se reserva a otros sectores, con mesas de trabajo y zonas de reunión donde abordar operaciones de compraventa. Una fórmula que permitiría a los marmolistas de Alicante tener visibilidad en el certamen, en lugar de acudir "como visitantes" (como sucede ahora en muchos casos), pero sin asumir un coste que está al alcance de pocos.
"Salvo Levantina y dos o tres casos más, las empresas del mármol actuales son muy pequeñas", explica Abad, por lo que, aunque Cevisama tiene sus 'incondicionales' (media docena de empresas que están bien todos los años o en ediciones alternas), la mayoría no está en disposición de participar con la fórmula actual. "Por ejemplo, en el polígono de Novelda, que antes estaba 'muerto', ahora hay una quincena de empresas, pero no son como antes, son almacenistas que subcontratan el corte, y hay que apoyarles para que estén presentes en Cevisama", defiende.
Por otra parte, la gerente de Mármol de Alicante señala que, tras las protestas de los estibadores por el decreto del Gobierno que redujeron drásticamente la actividad de carga en el puerto de València hace un mes, los contenedores con piedra natural "han comenzado a salir, aunque todavía quedan algunos paralizados en el puerto; están las cartas de crédito firmadas y el material no sale". La mayoría de estos contenedores tienen como destino China, uno de los principales compradores extranjeros de piedra natural alicantina.
Abad descarta, pese a las intenciones del presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Juan Antonio Gisbert, que el mármol de la provincia pueda salir por el puerto alicantino. "Tenemos un problema con el calado del puerto", señala, que impide entrar a los barcos de contenedores más grandes, de forma que habría que contratar varios barcos más pequeños para sacar la misma carga, con lo que los costes podrían llegar a triplicarse. "De momento, las empresas de Murcia y de Alicante seguiremos llevando la carga por carretera al puerto de Valencia", señala.
