ALMORADÍ. La única oficina del Banco Santander de Almoradí ha echado el cierre de la noche a la mañana. El motivo, según el concejal de Vox de la localidad, Enrique Martínez. Él regentaba esta oficina mediante un contrato mercantil con el banco a modo de colaboración mediante un agente financiero. Martínez denuncia que se debe precisamente a su condición como concejal la decisión de la entidad de cerrar la oficina. "Antes de las elecciones, cuando comuniqué que me iba a presentar como concejal, me dijeron que iba en contra del código ético de la entidad. Me dieron a elegir entre la política o el banco. Seguí adelante y tras comunicar que había tomado posesión, el martes vinieron, bloquearon los ordenadores, el cajero, se llevaron el dinero de los clientes, que es suyo, y cerraron la oficina", señala.
Los clientes que acuden a la oficina se la encuentran cerrada a cal y canto. El edil señala que el banco le ha prohibido incluso instalar cualquier tipo de cartel informativo sobre el cierre de la oficina. La sucursal más cercana está en Dolores, con el consiguiente perjuicio para los clientes, especialmente entre los más mayores.
Martínez señala que ya ha puesto el caso en manos de sus abogados, pues considera que se han vulnerado sus derechos a poder presentarse libremente a las elecciones sin que ello suponga ningún tipo de represalia. Por el momento, quienes acudan a la única oficina de la entidad en la localidad, se la seguirán encontrando cerrada.