“Tienes que crear tu propia personalidad, el gusto por la música. Que no solo destaque la gran cartera a la hora de contratar bandas”. – Marcos Rubio.
VILLENA. “Hay belleza en el corazón de la bestia” cantaba Doro Pesch en 1987 con el cuatro disco, “Triumph & Agony”, de su banda Warlock. En el treinta aniversario de la publicación del álbum, los alemanes se han reunido para hacer una gira homenaje/recuerdo, el Festival Leyendas del Rock alzará sus puños y agitará sus cuerdas vocales por los germanos, pero no serán los únicos. El festival que se celebra en Villena no es un un evento cualquiera, tiene una esencia propia, una línea que lo desmarca de los otros grandes festivales que puebla España. Contiene un elemento pedagógico y de reivindicación histórica arriesgado, pero fiel a su propuesta.
En 2006 fue la primera edición de éste singular festival, en aquel primer año los grupos estatales fueron los que marcaron el ritmo: rock nacional plagado de leyendas. De las leyendas que marcaron los compases del rock duro nacional como Barón Rojo, Obús, Coz, Ñu o los valencianos Zarpa, en esa primera edición, ellos eran las estrellas encima del escenario.
Marcos Rubio, la cabeza pensante y el corazón batiente de todo esto, echa la vista atrás para recordar los inicios, “el festival comienza su andadura en Mazarrón, Murcia, – comenta Rubio – en el año 2006. Era la resurrección del mítico Mazarrock, y solo queríamos hacer un homenaje a los grupos españoles pioneros del rock nacional y que hoy día son Leyendas. Nuestros héroes de los inicios”. Como todo lo que está bien hecho, las cosas evolucionan, crecen, en definitiva: avanzan. Marcos Rubio optó por realizar un festival todavía más grande, y eso pasaba indefectiblemente por internacionalizar su propuesta.
“El Leyendas ha ido evolucionando año a año, – explica su creador – tanto en cartel, con la incorporación de más bandas internacionales, así como las mejores del actual recinto en Villena. Ha ido creciendo de manera escalonada y razonable”. No solamente su apuesta principal ha sido y es visibilizar una parte de rock que se factura en España, sino que en ese carácter pedagógico e innovador, han buscado las rarezas, las bandas que jamás habían pisado la piel de toro, para ser un festival único en su especie, “hay que intentar conseguir un equilibrio entre el corazón y la cabeza, – dice Rubio – pero algunas veces puede más el corazón y el instinto, y el esfuerzo por ver bandas que vienen por primera vez a España, como fue el caso de Venom en su día”.
El festival hizo historia en ese momento, porque es rara la banda que no haya pasado alguna vez en su carrera por España, pero ahí reside la magia de un festival gestionado por amantes del género, por personas como Marcos y su equipo, que además de promotores son aficionados. Hablando de esta edición, Rubio nos recuerda la dificultad que tiene traer a bandas internacionales, “Mr. Big han venido ya varias veces a España, pero no son muy habituales sus visitas. Casi todos los grupos tienen sus dificultades a la hora de la contratación. Y más los que harán conciertos especiales, como la reunión de Warlock, Nightwish...” En cada edición se intenta lograr alguna de las giras prácticamente inaccesibles para nuestras salas, esos montajes especiales, llenos de luces y efectos que requieren de un gran recinto para su lucimiento, “la visita de Avantasia – reflexiona – fue muy especial. Reunir al Big Teutonic Four (Kreator, Sodom, Tankard y Destruction) por primer vez en España también fue un punto álgido”.
Esos conciertos, donde se puede invitar a músicos de renombre, donde el espectáculo habitual del grupo no se reduce por las dimensiones de la sala y donde todo crece como la espuma, solo son posibles en festivales de éste calado. Vivir ese momento único, especial, irrepetible, poder decir que tú estuviste ahí,que fuiste testigo de cuando Venom pusieron un pie en España por primera vez, o cuando Avantasia trajo todo su espectáculo. Ese hecho, y otros como la mezcla de géneros y los precios de la barra y entradas, marcan la diferencia y crean una huella en el público, “tienes que crear tu propia personalidad, – explica Rubio – el gusto por la música. Que no solo destaque la gran cartera a la hora de contratar bandas. Y sobre todo, creo firmemente que el trato al público es esencial que sea honesto y sincero”.
Otro de los puntos fuertes, de los que llaman la atención de los oídos más sibaritas, es poder comprobar cómo está el rock en España de la mano de sus creadores pateando el escenario, “los grupos nacionales fueron la base del Leyendas – comenta Marcos – y aún hoy día siguen teniendo una gran representación. Representan la historia y la actualidad de nuestro rock”.
En el cartel hay espacio para esas bandas, algunas de ellas de la Comunitat, como Jolly Joker, su vocalista, el divertido Lazy Lane, reflexiona sobre los motivos que llevan a los grandes festivales a no colocar entre la pléyade de cabezas de cartel a los grupos nacionales, “creo que no ponen bandas como cabeza de cartel, entre otras cosas porque la gente no las quiere ver. Me encantaría poder decirte que los promotores son unos cabronazos, y que deberían hacer las cosas de otra manera, pero con el corazón en la mano te diré dos cosas: hay bandas nuevas que se comen de largo a muchos consagrados, y a la vez, esas bandas no tienen el "atractivo" de las bandas clásicas como para congregar a una cantidad de gente adecuada”.
Otros que también pisarán el suelo de Villena serán Opera Magna, los cuales tienen una opinión bastante parecida a Lane, “la cosa es bastante obvia. – comenta Javier Nula, guitarra del grupo – Como cualquier otro festival que conozco, éste trata de atraer a cuanto más público, mejor (siguiendo cierta coherencia en cuanto al estilo musical, por supuesto). Y, si en España las bandas internacionales mueven más público que las nacionales, pues es evidente que serán ellas las que encabecen los carteles de los grandes festivales”.
Con todo, este años el fenómeno masivo y caro de los festivales, y en especial del rock, ha sido enorme con grupos como KISS, Guns & Roses o Scorpions. Aun así el Leyendas ha sabido atrapar a combos que tenían muchas cosas que decir como Nightwish, Warlock o WASP, verdaderos cabezas de cartel de cualquier festival del planeta. Aun así, es preocupante que la irrupción de tanto nuevo festival, con las subsiguientes subidas de precios, pueda crear una burbuja, algo a lo que ya estamos acostumbrados en otros terrenos, “el número y el nivel de los mismos (festivales) – comenta Rubio – se ha ido incrementando y, honestamente, pienso que esto va a explotar de alguna manera en los próximos dos años”.
Este año además Marcos Rubio cumplía el sueño de cualquier amante de la “doncella”, pudiéndolos ver en el Wanda Metropolitano como lo que son, unas verdaderas estrellas del rock. Con esta cita, la de Maiden, el verano ha estado muy movidito, lleno de eventos con elevados precios, lo que ha provocado que los fans tuvieran que decidir a qué festival asistir. Aunque el Leyendas será uno de los festivales más económicos y con mejores precios dentro del recinto, algo por desgracia, cada vez menos habitual, “un festival de heavy metal internacional tiene unos costes de producción muy potentes – comenta Rubio – y ajustar precios de ticket y barra, a veces puede resultar arriesgado, ya que los costes son enormes. Pero bueno, es una de nuestras convicciones; no cobrar más de lo que nos gustaría como público en otros eventos”. Antes de preparar las viandas para el festival, volveré escuchar “The Last Command” (1985) de WASP, una de las grandes bandas que éste año nos regala el festival.