Impetuoso, con una cabeza bien amueblada, se interesó antes por la farmacia y la medicina que por la política. De todo hizo nuestro invitado de hoy a esta crónica. José Gadea Pro nació en Alicante el 18 de marzo de 1861 en una familia acomodada. Estudió farmacia en la Universidad Central terminando la carrera con 19 años, después se licenció en medicina y se doctoró con 31 años.
Inauguró su farmacia el 14 de noviembre de 1880 en la calle San Francisco, nº 26. En la prensa la anunció como “alopática, homeopática y dosimétrica”. También hizo publicidad a sus remedios, entre ellos el “jarabe pectoral balsámico” o el desinfectante ácido carbónico salicilado”, ambos elaborados por el Doctor Gadea. En el periódico El Eco de la Provincia encuentro un anuncio que publicita este jarabe y dice que “la tos catarral; la tos seca, precursora muchas veces de males más graves; la tos ronca, que priva momentáneamente de la respiración, desaparecerá siempre con el uso de este jarabe”, una receta milagrosa, ya ve, y añade que “consúltese los prospectos que se dan gratis”. Resaltaron que esa información era gratuita, sin coste ni presiones, convencidos que el aquejado de tos se rendiría ante la evidencia de fármaco tan eficaz.
Desde el principio Gadea se interesó por mejorar la sanidad pública. Siendo inspector de sanidad prohibió la venta en la calle de la leche de cabra, se empeñó en mejorar la higiene en industrias y comercios de venta de salazón por lo que se enfrentó con diversos empresarios que le señalaban como un funcionario enérgico, de carácter fuerte. Aunque también lo calificaban ameno, bien relacionado con las autoridades locales y provinciales, y resolutivo en la solución de los problemas. Un funcionario eficaz, ágil en sus planteamientos y rápido en sus decisiones, dentro de las limitaciones que marcan los tiempos de la sanidad. Tengo varios de sus profesionales en la cabeza que tienen este perfil. No son muchos, pero quizá son los mejores.
Ingresó en el Cuerpo Médico de la Beneficencia Provincial en 1901. En 1903 anunciaba en la prensa local su Policlínica situada en la calle del Teatro, nº 7, con rayos X, electroterapia, y cirugía general. Un emprendedor con espíritu de servicio. En 1909 vendió su farmacia a José Ferrer por 7.000 pesetas, estaba en la Rambla esquina con la calle Duque de Zaragoza. Tuvo muchos más cargos relacionados con la medicina, pero permita que mencione sólo dos: fue presidente de Colegio de Médicos en 1916 y vicepresidente de la Junta de Protección de la Infancia. A su vez, fue autor del primer reglamento de Sanidad e Higiene en España.
No me olvido de la política a la que le dedicó, también, mucho tiempo y con la que consiguió grandes logros para la ciudad. Vea.
Fue alcalde de Alicante por el partido liberal durante los periodos 1893-1895, 1897-1899 y 1900-1903, y concejal en los años intermedios a estos, dejando en 1909 este mundo de servicio público personal y político.
Como alcalde hizo muchas cosas. No las diré todas para evitar aburrirle o que se me olvide alguna, que sería mucho peor. Puso su empeño en reformar la avenida de Alfonso X convirtiéndola en uno de los lugares de tránsito más populares de la ciudad, fuera en tráfico rodado o andando. En esta avenida plantó doscientos árboles, nada menos. Gadea ya apuntaba maneras con el medio ambiente, tan propio de nuestros días.
Encargó al escultor Vicente Bañuls y al arquitecto Jose Guardiola Picó la realización de un monumento a Eleuterio Maissonave. La inauguró en 1895 siendo alcalde. Entonces se instaló en la plaza Calvo Sotelo. Posteriormente, se sacó a la mediana central junto a la cruz de los caídos por España, donde está en la actualidad.
Lideró la puesta en marcha del abastecimiento de agua potable conectándola con los pozos de Sax, inaugurándolo en 1898. Un año después propuso la construcción de una Casa de Socorro porque – decía – Alicante necesitaba una mayor infraestructura sanitaria. Se inauguraría 28 años después, siendo alcalde de Alicante el monárquico Suarez Llanos.
De Gadea es la iniciativa de crear el Cuerpo de Policía Municipal Montada. A su vez, no paró en el empeño hasta que se construyó un templete para los conciertos de la Banda Municipal de Música que, actualmente, está en Benalúa.
Fue más cosas, por ejemplo, presidente de la Sociedad Económica de Amigos del País. Ya ve, una persona inquieta, muy involucrada en la sociedad civil de su tiempo.
Se casó con Remedios Beneyto el 4 de octubre de 1883 en San Nicolás. Tuvieron cinco hijos. Veraneaban en una finca en la huerta alicantina donde José Gadea plantó árboles exóticos traídos de tierras lejanas. Podía permitirse caprichos caros. Imagínelo sentado en una hamaca a la sombra de uno de esos enormes árboles disfrutando del sosiego necesario después de largas jornadas laborales liderando causas y tomando decisiones. Que las tomaba, no era persona que eludiera los problemas, sino quien les daba solución.
También fue masón desde muy joven. A los 19 años. Perteneció a la Logia Constante Alona de Alicante. Su nombre simbólico fue Lavoisier. Vaya con el nombre. El original, Antonio Lavoisier, fue un químico, biólogo y economista francés, considerado el padre de la química moderna.
José Gadea falleció el 3 de marzo de 1926 en su casa de la calle Calderón, nº 2. A su entierro acudió la Corporación municipal al completo, así como todos los miembros de la banda de música municipal, acompañados de muchos alicantinos que quisieron acompañarlo en su último adiós. Para su reconocimiento y recuerdo, José Gadea Pro rotula una de las avenidas más concurridas de la ciudad como Doctor Gadea.
Algunos lectores me preguntan cómo es que sé tanto de Alicante. Todo es fruto de la educación recibida por mis mayores, de la memoria acumulada, la lectura y la investigación. Para este artículo he consultado hemeroteca de la época, además de a Alicantepedia, de David Rubio; el libro Apellidos alicantinos, de Gerardo Muñoz; un diccionario biográfico; …