Foto: Eva MáñezALICANTE. El Instituto Valenciano de Fianzas (IVF) insiste en su voluntad de acudir a la inminente subasta del estadio José Rico Pérez.
El máximo responsable del banco del Consell, su director general Manuel Illueca confirmaban este martes a Alicante Plaza que esa sigue siendo la hoja de ruta para tratar de recuperar parte de los 18 millones de euros que le adeuda la Fundación del Hércules y de la que es fiadora Aligestión Integral, sociedad de Enrique Ortiz propietaria del estadio y hoy en liquidación.
El administrador concursal de la citada mercantil, Miguel Hernández que tutela el proceso de liquidación ordenada de los bienes y derechos de la misma, adelantaba días atrás que la subasta se va a anunciar en los próximos días, momento en el que se conocerán las condiciones de la misma como el precio de salida.
También este martes Enrique Ortiz, en el transcurso de una visita a las instalaciones de Fontcalent pronosticaba que la subasta quedará desierta si bien dejaba entrever su deseo de que el control del estadio siga cerca de quien mantiene también el del club, lo que abre la puerta a que por ejemplo Juan Carlos Ramírez, bien a iniciativa propia, bien junto con el constructor decida pujar por el estadio.
El tercer pilar en esta historia, con permiso del juez de lo mercantil, el Ayuntamiento de Alicante que fuera propietario hasta 2007 del estadio también se pronunciaba respecto a la futura subasta. Lo hacía por medio del propio alcalde, Gabriel Echávarri que tras calificar como "un error" la "disociación de la propiedad con la titularidad del club" y descartar que el consistorio vaya a a acudir a la puja, expresaba su deseo de que la subasta judicial no haga caer el Rico Pérez "en unas manos que impidan que el Hércules juegue en él" algo que calificaba de "malo para la ciudad" y fantasma que sobrevuela el ambiente desde que el administrador concursal de Aligestión dejara claro que el estadio saldrá a subasta libre de cargas, esto es sin que el nuevo propietario tenga obligación de respetar el contrato de arrendamiento suscrito en su día con el Hércules por el que este abona el 7% de sus ingresos brutos por temporada (unos 66.000 euros el ejercicio pasado) y asume todos los gastos de mantenimiento, a cambio de hacer uso de la instalación, contrato que vence en el 2032.
