ALICANTE. El encuentro entre el Intercity y el Mirandés correspondiente a la segunda eliminatoria de la Copa del Rey se podrá jugar en el campo Municipal Antonio Solana de Alicante al no ser televisado.
Lo anterior evitará que, como ocurriera el año pasado con el duelo entre el Alicante Independiente (hoy filial de los hombres de negro y entonces club dependiente) y el Real Betis, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ponga pegas a la instalación como escenario por su insuficiente iluminación (el citado duelo copero tuvo que jugarse en el estadio Municipal El Collao de Alcoy).
La RFEF todavía ha de dar el visto bueno al Antonio Solana para que pueda acoger el choque contra los burgaleses, pero el Intercity confía en que no habrá problema gracias a que no habrá televisión de por medio. De hecho, ya ha programado la disputa del mismo para el 20 de diciembre (19 horas).
Reforma pendiente
El Antonio Solana es titularidad del Ayuntamiento de Alicante y no cumple los requisitos que exige la RFEF no solo para ser escenario de encuentros de Copa del Rey, especialmente si son televisados, también para partidos de Primera Federación. Para implementar algunos de ellos los equipos recién ascendidos, como es el caso del Intercity, cuentan con un año de margen, pero para otros como el de la iluminación no. La actuación que permita al Antonio Solana contar con un nuevo sistema de iluminación artificial sigue pendiente de licitarse... como todas las necesarias para que el Antonio Solana pueda seguir siendo escenario de partidos de la mencionada categoría en la campaña 2022/23 (el equipo de Gustavo Siviero está ahora mismo a años luz de la cabeza, pero un hipotético ascenso a LaLiga SmartBank le obligaría a hacer las maletas, con reforma o sin ella).
El Ayuntamiento de Alicante, concretamente su concejalía de Infraestructuras, solicitó presupuestos a varias empresas y la suma que se les pone sobre la mesa, alrededor de 5 millones de euros, se considera inasumible porque canibalizaría la capacidad inversora para este tipo de actuaciones. Se trata de un argumento bien válido (condicionaría muchas otras actuaciones demandadas por no pocos clubes de la ciudad), pero nadie puede obviar que en puertas de unas elecciones municipales, teniendo en cuenta todo lo que rodea al Hércules (lo que sus aficionados reclaman con tanta insistencia como sin suerte del consistorio, con el alcalde Luis Barcala a la cabeza), subyace el temor a que un sector de los electores se moleste, interprete que sí hay una sensibilidad especial hacia el Intercity (aunque la realidad es que la inversión sería para la ciudad, porque el Antonio Solana es propiedad de su consistorio, mientras que el estadio Rico Pérez lo es de la Generalitat).
El caso es que el club de los hombres de negro sigue esperando que el Ayuntamiento mueva ficha, concretamente apueste por dividir en fases toda la actuación (que incluye la urbanización de las calles del Barítono Paco Latorre y un tramo de Pintor Gastón Castelló, lo que la encarece tanto). Por ejemplo, optar por sustituir el sistema de alumbrado (que tiene un coste de 600.000 euros) y prolongar la grada de tribuna, de 'nuevo' cuño, hacia el fondo del marcador, sustituyendo este y la grada de preferente. Lo anterior exigiría una inversión que rondaría los 1,5 millones de euros, quedando pendiente para una segunda y tercera fase la construcción de la grada del fondo recayente en Barítono Paco Latorre, hoy inexistente, y la urbanización de los accesos.