ALICANTE (EP). El Instituto de Neurociencias CSIC-UMH de Alicante ha incorporado a su plantilla a una investigadora nigeriana, Mansurah Abdulazeez, a través del programa 'Ellas investigan', lanzado en 2015 por la Fundación Mujeres por África, según ha informado la entidad en un comunicado en el marco del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Este programa está dirigido a fomentar el acceso de las mujeres africanas a la ciencia y la tecnología, apoyarlas en su carrera investigadora y promover su liderazgo en la comunidad científica internacional.
Abdulazeez, que trabaja en un proyecto relacionado con la resistencia del cáncer de mama a distintos tratamientos, llegará al laboratorio de Ángela Nieto, del Instituto de Neurociencias CSIC-UMH, para continuar formándose en este campo. Según el Instituto, Mansurah Abdulazeez "ha roto muchos techos de cristal desde su infancia hasta lograr este objetivo". En Nigeria, un país que ha superado en nivel de pobreza a la India, según ACNUR, la mayoría de las familias priorizan la educación de los hijos varones por lo que, si no hay recursos suficientes, las niñas se quedan sin escolarizar.
Además, el 60 por ciento de las niñas abandona sus estudios al acabar la educación secundaria y muchas son obligadas a contraer matrimonio a muy temprana edad. Casi la mitad de las mujeres nigerianas (el 47%) son analfabetas frente a una cuarta parte de los hombres. Sin embargo, Mansurah se doctoró en la Universidad de Ahmadu Bello, y ahora es profesora e investigadora en el Centro de Investigación Biotecnológica, donde trabaja en el proyecto 'Base molecular de la terapia de resistencia en los casos de cáncer de mama triple negativo'.
En su caso, asegura, fue su padre quien la motivaba a no escatimar esfuerzos en la escuela. "En Nigeria, los padres soportan toda la carga de la educación académica de sus hijos, y están muy preocupados por su futuro. Mi padre siempre me preguntaba '¿Cuántas cabezas tiene la persona que va primero en tu clase?'. Su falta de complacencia me hizo practicar incansablemente y estar más atenta en la escuela para evitar su reprobación. Gracias a eso fue fácil para mí interesarme por la ciencia", ha comentado.
El sueño de Abdulazeez era ser médico. Sin embargo, a pesar de tener una distinción y pasar los exámenes de ingreso a la universidad, no le permitieron matricularse en Medicina, y le asignaron Bioquímica. "Un poco desilusionada al principio, comprendí de inmediato que la investigación en sí misma es una herramienta muy valiosa", ha agregado la especialista, que se graduó entre los cinco mejores de su clase.
Por su parte, Nito ha destacado que están "encantados de recibir a Mansurah en el laboratorio. Tuve la ocasión de conocerla el año pasado en Seúl, en el Congreso de la Unión Internacional de Bioquímica y Biología Molecular (IUBMB), donde vino a saludarme después de mi conferencia. Estuvimos hablando de su proyecto y enseguida pensé que sería una candidata magnífica para este programa. Mansurah analizará mecanismos de resistencia a terapias de las células cancerosas".
La investigación que realiza Abdulazeez tiene gran importancia para el futuro de su país, que cuenta con muy pocos medios. Cada año hay unos 250.000 nuevos casos de cáncer en Nigeria y 71.000 personas mueren anualmente por causa de esta enfermedad. El trabajo que realiza es "indispensable porque hay muy pocos investigadores del área de oncología en su país". También es "muy limitada" la experiencia y los recursos disponibles para dedicar a la lucha contra el cáncer.
"La interminable tragedia provocada por esta enfermedad, que causa más muertes que el VIH, la tuberculosis y la malaria juntas, me plantea un desafío especial para ayudar a aliviar este flagelo. Además, el número de investigadores del cáncer es muy limitado y no hay investigación de vanguardia en Nigeria debido a la falta de experiencia y equipos en la mayoría de los laboratorios", ha concluido Abdulazeez.