ELCHE. La Dirección General de Cultura ha aprobado la solicitud de cambio de uso solicitad por la mercantil Hort de Nal, actual propietaria del huerto del mismo nombre en el que se ubica el inmueble que fue del empresario Miguel Hernández. Hasta el momento, este edificio se utiliza como lugar de eventos de bodas, comuniones, catering u actos corporativos. Ahora se ha autorizado que pase a ser un hotel y se ha concedido la licencia para la reforma interior del edificio.
El pasado 6 de julio hubo acuerdo de la Junta Gestora del Patronato del Palmeral para el informe favorable de este uso y se solicitó desde la Conselleria de Cultura la revisión de los permisos para ver si era posible el uso hotelero en un huerto en pleno centro Patrimonio de la Humanidad, pues se trata de un huerto declarado Bien de Interés Cultural (BIC) que cuenta con amplias zonas ajardinadas y más de 30 especies de plantas. Con todo, la Conselleria dio el visto bueno en enero y ahora el Ayuntamiento ha concedido la licencia de obra para la reforma interior del inmueble, que fue diseñado por el arquitecto Antonio Serrano Bru en 1976, siendo propiedad del empresario de calzado Miguel Hernández.
Si bien a finales de 2017 se dio permiso municipal para que se abriera un salón de eventos, ahora con esta licencia de reforma hay un plazo de 24 meses para que se construya este hotel —que tendrá entre 5 y 10 habitaciones aproximadamente—, ya que según la Dirección General de Cultura no existe conveniente técnico. Precisamente una licencia que se ha otorgado tan sólo unos días después del informe medioambiental favorable de la Conselleria al Plan Especial de Protección del Palmeral. Un plan que por el momento es un anteproyecto. De hecho, la futura normativa habla de la imposibilidad de transformar viviendas actuales en huertos o en instalaciones para usos hoteleros. Fuera del palmeral de la zona Unesco, se limitará estrictamente el aprovecho urbanístico, salvo para casos puntuales, el uso residencial, hotelero y alojamiento turístico, que será a partir de un radio de 5 kilómetros de la zona protegida.
Tras el embargo que sufrió Hernández, la casa, ubicada en la Avenida de Candalix, fue a parar al empresario de curtidos Sánchez Agulló, aunque desde hace un par de años la propietaria es Lucía Candel Rodríguez, titular de la mercantil Hort de Nal SL.