Los viajes que cada año programa el Imserso desde el Ministerio de Asuntos Sociales se han convertido en una arma de confrontación política. No de ahora. Esto viene de hace años. El precio por huésped que paga el touroperador al hotel no cubre los gastos, máxime cuando estos se han disparado por la inflación: aumento de costes salariales, energía, productos alimenticios... Este año, el Imserso ha subido un 7,5%, algo a priori positivo, pero insuficiente.
Otro debate es cuándo deberían licitarse y adjudicarse los lotes del Imserso. Es verdad que con pandemia se suspendieron esos viajes y posteriormente se adjudicaron más tarde, casi en la última parte del año. Este 2023, con plena normalidad turística, así lo podemos decir, los pliegos de condiciones se publicaron en marzo y se adjudicaron en julio. Ahora bien, en agosto se impugnaron y se han paralizado, por lo que todo hace indicar que el programa no podrá comenzar a funcionar hasta noviembre. Aquí el debate es si los pliegos estaban o no bien hechos. La patronal hotelera de Benidorm ha sido muy crítica tanto con el fondo como con la forma. Lo verbalizaba entonces su secretaria general, Nuria Montes, y ahora lo hace su presidente, Fede Fuster.
Ahora bien, tanta razón tienen estas críticas como que sobre todo Benidorm es menos dependiente de los clientes del Imserso durante los meses de temporada baja. Sólo hay que ver la ocupación media de Benidorm (ver el gráfico inferior) para comprobar que desde este año 2023, en el que se ha alcanzado la normalidad postcovid, la ocupación mínima -em temporada baja- ha superado el 60%, un excelente dato, que nos acerca, como han dicho varios análisis, a las cifras de 2019, pero que en realidad se acerca más al 80 y al 90%.
El resto de destinos, dentro de la propia Costa Blanca, no goza de esas cifras tan buenas. Las gráficas que cada mes ofrece la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante así lo reflejan. Quizás sean los destinos de costa, excluyendo Benidorm, estén más estacionalizados, pero en este 2023 han recuperado valores muy óptimos. En todo caso, casi tendría más razón la queja de un hotel de Calp, Dénia Guardamar, que posiblemente el Imserso si que le salva la facturación de enero o febrero.
De acuerdo con las ayudas que concede la Diputación de Alicante, en 2022, se acogieron 37 hoteles las subvenciones que otorga la institución provincial a los establecimientos para compensar ese bajo precio que paga el Imserso (3,30 euros por día y habitación). Es verdad que la mayoría de hoteles era de Benidorm, casi 28, y el resto de localidades de la costa. Todos aplauden las ayudas, que recordemos que la Diputación concede a los ayuntamientos y éstos a su vez a los hoteles que se han acogido a ellas y al programa del Imserso. Muy buena iniciativa, que, por cierto, esta semana, el PSPV le ha recordado al presidente de la institución que las ayudas están sin pagar.
Las críticas a los precios del Imserso están más que justificadas por su infravaloración de los costes. El momento en el que se los pliegos de condiciones del programa es una cuestión que tiene muchas aristas -quién está al frente de un institución sabe lo que cuestan de elaborar y los controles administrativos que deben superar-, Que se puedan impugnar, es algo siempre posible (el licitador tiene derecho). Quién está al frente de una institución sabe que si se recurre cualquier adjudicación, lleva una paralización aproximada de tres meses hasta que el Tribunal de Recursos Administrativos resuelve.
Ahora bien, llegados a este punto, ¿es creíble la reacción de la patronal hotelera de alentar cierres por la discrepancia en determinados aspectos del Imserso? ¿Se lo puede permitir Benidorm con ocupaciones ya muy sólidas durante la temporada baja? ¿Es de verdad una amenaza para el empleo con la falta de mano de obra que ha tenido el sector? A pesar de que tengan razón, tengo mucha curiosidad de saber si los hoteleros (o algunos de ellos) llevan a cabo su bravuconada. ¿De verdad cerrarán unos meses, pese a tener clientes de sobra, para justificar sus críticas al Gobierno, la burocracia y unos precios que después le compensan (aunque sea tarde)? Lo veremos en enero y febrero. Mientras, la cosa va viento en popa (pese a las críticas, y su fundamento).