ALICANTE. A las seis de la tarde tiene previsto el Hércules regresar al trabajo tras la ida de la primera eliminatoria de cuartos de final del 'play-off'.
Será una sesión de suave en la que está previsto que participen tanto Chechu Flores, que ya enfila la recta final de la recuperación de la dolencia muscular que le ha hecho perderse los dos últimos encuentros, como Pol Roigé que en Lasesarre se veía obligado a retirarse en el tramo final del choque por culpa de unas molestias que al final parece que van a quedar en una mera sobrecarga.
Los blanquiazules llegaron a Alicante a las seis de mañana, tras recorrer los más de 750 kilómetros por carretera que la separan Barakaldo. Ocho largas horas en el autobús oficial, un desplazamiento duro pero menos si lo comparamos con el de los aficionados desplazados desde Alicante en el marco del viaje organizado por el club en colaboración con sus patrocinadores y es que mientras que la plantilla blanquiazul hizo la ida en avión la jornada del sábado, los esforzados herculanos se pasaron el domingo metidos en el autobús.
