ALICANTE. El Hércules ha solicitado una reunión con la Agencia Tributaria para reanudar la negociación sobre el pago de la deuda de casi cinco millones de euros que mantiene con ella, un crédito privilegiado en situación irregular desde hace más de un año y cuyo pago inmediato trata de hacer efectivo el fisco por medio de embargos que el club hasta ahora ha podido esquivar.
Desde el Hércules se han dirigido a la Delegación Central de Grandes Contribuyentes de Madrid, de cuyo departamento de Recaudación dependen los acuerdos de aplazamiento como el que necesita el Hércules, para retomar unos contactos interrumpidos abruptamente en los primeros días del pasado mes de julio por Juan Carlos Ramírez, entonces presidente del Hércules, cuando decidió no acudió a suscribir el acuerdo al que había llegado con el fisco. Al mismo, que implicaba que garantizaba con su propio patrimonio el cumplimiento del aplazamiento por parte del Hércules, se llegó tras un largo tira y afloja, salpicado de declaraciones fuera de lugar, propuestas inconcretas e imposibles de firmar con la legislación tributaria en la mano, además de pobres demostraciones de fuerza que incluyeron varias amenazas de liquidación voluntaria del club.
Las opciones de que se cierre un nuevo convenio a día de hoy son remotas, dado que Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez no tiene voluntad de garantizar personalmente el cumplimiento del mismo, tal y como Hacienda les exige. Ambos ofrecieron en su momento al fisco un pago parcial de la deuda (hasta dos millones de euros) y el fraccionado del resto, garantizando ese aplazamiento con bienes reales, opción que sí están dispuesto a poner sobre la mesa, si bien el fisco se inclina por otro tipo de garantías como los avales bancarios.
Guillermo Barros y no Soledad García
Por cierto, al frente del departamento de Recaudación ya no se encuentra la temida Soledad García, que fue cesada en febrero tras un comentado e-mail relacionado con la comida de Navidad y ahora es consejera de Finanzas de España en Reino Unido. Guillermo Barros, inspector de carrera y hasta marzo delegado de Hacienda en León, es el nuevo director general de Recaudación y con él tendrá que negociar ahora un Hércules cuya hoja de servicios no es precisamente para presumir y en 40 días pues ser todavía menos vistosa ya que si a 20 de junio no ha cumplido con el pago de los siete millones de euros que le reclama Bruselas, el cobro de los mismos pasará a ser competencia del fisco...
