ALICANTE. El Hércules celebrará el próximo miércoles una Junta General de Accionistas (doble, de carácter general y extraordinario) en la que estos tendrán que dar luz verde (se someterá a su voto) a un aumento de capital por compensación de créditos de 4,3 millones de euros, además de a las cuentas correspondientes al ejercicio cerrado a 30 de junio de 2020.
A la misma, que servirá para poner fin a la temporada 2019/20 el día en el que precisamente finaliza la 2020/21, la acompañarán por fin (algunos pasos se darán en los días previos) los primeros movimientos en materia de planificación deportiva que, salvo cambio de última hora (que a Enrique Ortiz se sume otro inversor como Juan Carlos Ramírez, recuperándose así parte del nivel de auxilio económico que prestan en los últimos años al club), tendrán naturaleza de economía de guerra.
Aligerar carga salarial aún más
Para empezar, es muy posible que el director deportivo, Carmelo del Pozo, se quede literalmente solo en el área deportiva, sin sus colaboradores Ángel Becerra y Alejandro Varela, pues estos acaban contrato y Ortiz exige aligerar masa salarial. Este será el objetivo que acompañe a la inmensa mayoría de las decisiones a adoptar en las próximas semanas, tanto en materia de bajas (la amenaza de declarar un Expediente de Regulación de Empleo sigue ahí) como de renegociación de contratos vigentes con jugadores con los que sí se cuenta y de fichajes: el Hércules está ofreciendo a futbolistas importantes con los que contacta menos de la mitad de lo que les ponía sobre la mesa a ellos (u otros del mismo nivel) en las últimas campañas.
Con la opción de Toni Freixa congelada desde hace más de una semana (veremos si se llega a descongelar) y sin otros empresarios que le acompañen en la aventura, por el momento Ortiz se mantiene firme en su decisión de recortar drásticamente su aportación económica con respecto a las últimas campañas, lo que implica que el club tendrá que esforzarse aún más en captar ingresos. Aunque parece que la única forma de cubrir el presupuesto (el borrador del mismo que se maneja en los despachos de Foguerer Romeu Zarandieta ronda los 3,3 millones) sin el auxilio de terceros sería gracias al traspaso de Abde (su cláusula es de 2.000.000 euros), el Hércules ha recibido con cierto alivio el que se vayan a relajar las restricciones de aforos en el fútbol profesional de cara a agosto porque, si bien seguirá la Generalitat Valenciana decidiendo, el que se vaya a abrir la mano con la Primera y Segunda División implica que el contexto sanitario que se prevé sea bueno y, por tanto, que las limitaciones a la presencia de aficionados en las gradas en el fútbol no profesional también decaigan. Es decir, que se reabran dos vías de ingresos (venta de entradas y abonos) que permanecían cerradas.
En el club no han abordado todavía la elaboración como tal de la campaña de abonos, pero sí tienen claras algunas de las líneas que habrá de seguir: los precios deberán ser lo más económicos posibles si se desea enganchar al mayor número de aficionados, teniendo en cuenta que ahora mismo el herculano parece solo decidido a movilizarse para exigir la marcha de Ortiz, y a los aficionados se les ofrecerá descontar del precio del carné 2021/22 la suma que tienen pendiente de recuperar del abono de la 2019/20 (aquellos que no deseen abonarse, recibirán el dinero por transferencia).