El Hércules, la segunda amarilla a Pedro Sánchez y un supuesto "error material manifiesto" del árbitro

ALICANTE. A 2,5 expulsados por partido. Si no es un récord, está cerca. 

El Hércules acabó el derbi ante el Intercity con cuatro expulsados en sus filas: los futbolistas  Tano Bonnín, Raúl Ruiz y Pedro Sánchez y el auxiliar técnico Pepe de la Sagra. Si a las anteriores expulsiones le sumamos la de Carlos David en la jornada inaugural, llegamos al citado promedio de 2,5 rojas por encuentro, de las que dos han sido directas (la del central emeritense ante el Recreativo Granada y la de Pepe de la Sagra el domingo en el Antonio Solana) y tres tras doble amarilla. 

Contra una de esas cartulinas, concretamente contra la que conducía a la roja y expulsión de Pedro Sánchez en el minuto 29 del choque del domingo, valora el Hércules proceder: formular alegaciones al acta arbitral del partido, buscando dejar sin efecto la sanción de suspensión por un encuentro (y multa accesoria) a la que ahora mismo parece 'condenado' (como mínimo) el futbolista aspense. 

De acuerdo con el artículo 26.2 del Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol, el club cuenta hasta las 14 horas de este martes (el segundo día hábil tras el encuentro) para alegar contra el acta del murciano Kevin Javier Moreno Muñoz. Si lo hace, el Hércules necesitará respaldar las mismas con una prueba videográfica que permita demostrar que lo sucedido no se corresponde con lo recogido por el trencilla, pues la única manera de conseguir dejar sin efecto "las consecuencias disciplinarias" de una expulsión, tal y como deja claro el artículo 130.2 del citado Código, es que el Juez Único de Competición aprecie la existencia de lo que se conoce como "error material manifiesto".

Moreno Muñoz recogió en el acta que la segunda amarilla se la había mostrado a Pedro Sánchez "por golpear a un adversario con el brazo en la cara en la disputa del balón de forma temeraria" y es cierto que en las imágenes de la retransmisión realizada por Alacantí Televisión no queda claro que el extremo blanquiazul llegue a golpear a Álvaro Pérez en el rostro, más bien lo hace en el hombro izquierdo, aunque el central del Intercity se lleve las manos a la cara. Por tanto, las alegaciones del Hércules tendrían opción de prosperar, es decir, Pedro Sánchez podría regatear la sanción de un encuentro de suspensión que, en principio, le correspondería con base al artículo 113 del Código Disciplinario (así se castiga en este la doble amonestación en el transcurso de un partido, siempre que no corresponda una sanción mayor).

"¡Que mierda estáis pitando!"

Repasando el acta del encuentro del pasado domingo, encontramos que Moreno Muñoz expulsó a Pepe de la Sagra con roja directa por dirigirse a él "dando un puñetazo al banquillo, y gritando en los siguientes términos: "¡Que mierda estáis pitando!" En señal de protesta". Una conducta que todo apunta que le va a costar al auxiliar de Sergio Mora dos partidos de suspensión (la sanción mínima que se contempla en el artículo 120). 

Por el contrario, tanto Raúl Ruiz como Tano Bonnín solo deberían ser suspendidos por un encuentro (el mismo castigo que todo apunta a que recaerá sobre Pedro Sánchez, si el Hércules finalmente no formula alegaciones o sí lo hace y estas son desestimadas).

Si Muñoz Moreno recogió en el acta que al lateral le mostró la segunda amarilla por "simular haber sido objeto de infracción dentro del área de penalti", la primera la justificaba en las protestas "de forma ostensible y continuada" del capitán blanquiazul contra una de sus decisiones en los siguientes términos: "¡Vas contra nosotros eso no puede ser hombre, venga ya!".

Y en el caso de Tano Bonnín, las cartulinas amarillas se las mostró por "sujetar a un adversario de forma ostensible impidiendo su avance y derribándolo" la primera y por "precipitarse a las vallas publicitarias para celebrar un gol llegando a abrazase con los aficionados y provocando que saltarán al terreno de juego varios de estos con el consiguiente riesgo que esto supone" la segunda. El Hércules también reconocía este lunes que había revisado las imágenes del partido tratando de confirmar si era el central el que se agarraba a los aficionados (así sucedía) o lo hacía otro de sus compañeros.