ALICANTE (EFE). El Hércules, que la próxima temporada volverá a competir en Segunda Federación, afronta a partir de este lunes una semana clave en su planificación deportiva, ya que su cuerpo técnico está obligado a comenzar a fichar jugadores si quiere comenzar la pretemporada el próximo 18 de julio, pues actualmente solo tiene dos jugadores.
Desde su decepcionante final de temporada ante el Unión Adarve, hace ya 50 días, el equipo alicantino se ha limitado a nombrar a un secretario técnico, Paco Peña, a fichar a un entrenador, Ángel Rodríguez, y anunciar la lista de bajas y a concretar varios amistosos, pero no ha firmado a ningún jugador.
La plantilla del Hércules está formada actualmente por solo dos jugadores, Sandro Toscano y César Moreno, mientras otros dos futbolistas, Raúl Ruiz y Nico Espinosa, han recibido ofertas de renovación.
Esta situación es insólita en la historia reciente de una entidad que el próximo mes de octubre cumplirá 100 años, efeméride a la que llegará en el peor momento deportivo e institucional de su último medio siglo de vida.
El área deportiva tiene numerosos frentes abiertos para cerrar incorporaciones, pero se sigue esperando la autorización del propietario, Enrique Ortiz, en negociaciones con varios fondos en busca de socios que le ayuden a financiar económicamente el proyecto.
Estas negociaciones están provocando un retraso en la planificación muy similar al de otras pretemporadas, como la de 2017/18, cuando como consecuencia de un pulso con la Agencia Tributaria por los tiempos de pago de la deuda se le escaparon al club jugadores como Gonzalo Verdú, ahora capitán del Elche, o el entrenador Paco López, quienes ya comprometidos con la entidad.
El Hércules debería anunciar esta semana una media de dos o tres futbolistas por día para llegar al próximo 18 de julio, fecha en la que el técnico deseaba comenzar los entrenamientos, con el mínimo de jugadores en condiciones para comenzar a trabajar tácticamente.
En el caso de que el club continúe paralizado en su área deportiva ya no se descarta retrasar una semana el comienzo de los entrenamientos para evitar la opción cada vez más real de que en la vuelta al trabajo haya más miembros del cuerpo técnico que jugadores en la plantilla.