MEDIO AMBIENTE licitará un depósito para 40.000 metros cúbicos de agua

El Gobierno no reactivará la desaladora de Mutxamel, con suerte, hasta 2019

18/01/2018 - 

ALICANTE. Ante el episodio de sequía que sufre el país, todos los partidos políticos, incluido el PP, y los regantes han reclamado al Gobierno el aumento de la producción de la desaladora de Torrevieja y la reanudación de la actividad la planta de Mutxamel -que costó 98 millones de euros-, que sólo ha funcionado una vez desde que acabó su construcción: para suministrar 5 hectómetros de agua a la ciudad de Benidorm hace dos veranos. Pues a día de hoy, ni una cosa ni la otra. En Torrevieja, siguen los trabajos para aumentar la capacidad energética de la planta -actualmente, sólo produce 40 hectómetros, pese a que tiene capacidad de desalar hasta 120 hectómetros-; en Mutxamel, está paralizada y la previsión del Gobierno es ahora licitar el proyecto de construcción de un depósito de regulación de 40.000 metros cúbicos a finales de 2018, es decir, que con suerte, en 2019 podría volver a funcionar.

Así se recoge una respuesta que dirigió el senador Carles Mulet, de Compromís, al Gobierno en octubre de 2017. La respuesta del Gobierno se produjo el pasado 8 de enero: en estos momentos, la planta está parada, no produce y Acuamed está redactando el proyecto para construir un depósito regulador con capacidad de 40.000 metros cúbicos. La idea, según el Ministerio de Medio Ambiente, es licitarlo a finales de 2018 para que se construya en 2019.  En el caso de Mutxamel, la paralización está ligada con la solución de cuál debe ser el destino final del trasvase Júcar-Vinalopó: todavía no se ha firmado el convenio que regule los usos del agua relativos al trasvase, qué parte es para riego y qué parte es para consumo humano.

A la situación de Torrevieja, sin potencia suficiente, y la de Mutxamel, paralizada y con un depósito en proyecto, se suma el estado en el que se encuentran las dos plantas de Alicante -que son propiedad de la Mancomunidad de Canales del Taibilla-, que están al 50% de su capacidad. Si Mutxamel y las dos de Alicante estuvieran a pleno rendimiento, la capacidad de producción sería del 48 hectómetros y se podría destinar una parte a la agricultura, como reclaman los regantes, y oxigenar los aportes que llegan a través del trasvase Júcar-Vinalopó. La otra planta de Acuamed que también está en el dique seco es la de Sagunto, que la Generalitat también ha reclamado su puesto en marcha para generar nuevos aportes a toda el área metropolitana de València.

La puesta en marcha de las todas las desaladoras, a pleno rendimiento, y la apertura de los pozos de sequía fueron las reivindicaciones que trasladaron tanto el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, y com el de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, en la última reunión que mantuvieron con la titular del Ministerio de Medio Ambiente, Isabel García-Tejerina.

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