ELCHE. Aunque hoy el Hospital General de Elche se encuentra inmerso en plena tormenta covid —eso sí, con la presión bajando poco a poco—, sigue trabajando para impulsar obras que llegan años pendientes en el centro hospitalario. Va a acometer una reforma integral de la octava planta de hospitalización, que en este caso es una hemiplanta —solo un ala, no tiene planta completa—. Además, también eliminará el amianto que hay en su tejado. Actuaciones totales por 465.000 euros. En cuanto a la gran obra pendiente y ya adjudicada, el nuevo bloque quirúrgico, está aparcado hasta que la pandemia permita la intervención.
A este respecto, la octava planta del hospital tiene las habitaciones de hospitalización, así como las zonas comunes, se encuentran bastante deterioradas. De hecho, algunas de sus instalaciones son las originarias del centro, de hace casi 45 años. Por otro lado, no existen habitaciones adaptadas para personas con diversas capacidades, por lo que cualquier paciente en silla de ruedas que sea ingresado no puede utilizar los aseos de las mismas, independientemente de su patología. También la instalación de climatización necesita ser mejorada para aportar mayor comodidad a los usuarios y la Protección Contra Incendios necesita ser adaptada a la normativa vigente.
Así pues, con esta obra se pretenden acometer las actuaciones necesarias para dignificar la planta octava del edificio principal, destinada mayoritariamente a hospitalización de ginecología, reformando aseos, cambiando y arreglando suelos, pintando paredes, sustituyendo puertas, dotando de armarios empotrados, así como la reforma de instalaciones para conseguir un uso seguro y confortable. También se creará una habitación adaptada a pacientes de diversas capacidades. Se invertirán 180.000 euros y el plazo de ejecución es de dos meses.
Al tiempo, se van a remodelar también las cubiertas de la octava planta y de la torreta. Las cubiertas del edificio principal, así como sus salas de instalaciones, están terminadas con placas de fibrocemento que contiene amianto —uralita—, técnica común en los años en que se construyeron, en 1978. La vida útil de las mismas acabó hace más de 15 años, y además del propio peligro del material, que es cancerígeno, hay otros riesgos añadids como las caídas a distinto nivel, ya que las cubiertas no cuentan con barandilla perimetral. De la intervención se encargará una empresa especializada y el plazo de ejecución es de dos meses. La inversión de 286.069,4 euros.
No obstante, hay que tener en cuenta que el pliego y la licitación se puso en marcha antes de la crisis sanitaria que ha golpeado de lleno al hospital tras los excesos navideños. Aunque puede que tenga que esperar, en todo caso la licitación ya ha empezado. En una situación similar se encuentra la obra de ampliación con el nuevo bloque quirúrgico, una actuación adjudicada desde el pasado 2020 a Vainsa-General por 11,4 millones de euros, como adelantó este medio, pero que por la pandemia han quedado aparcadas. Empezarán en cuanto se empiece a recuperar cierta normalidad.