ALICANTE. El grupo inversor de origen tinerfeño y mexicano que ha adquirido el centro comercial l'Altet de Cocentaina ya tiene trazadas las líneas maestras de su plan para reflotar el complejo junto a la carretera que une la capital de El Comtat con la ciudad de Alcoy. Y en este plan, la multinacional francesa del bricolaje Leroy Merlin juega un papel central, según ha podido saber Alicante Plaza.
La intención de la multinacional gala y los nuevos dueños del centro comercial es reconvertir la actual tienda de AKI en un centro de gran formato de Leroy Merlin. En 2018, el grupo francés propietario de las dos marcas la fusionó en una sola empresa y comenzó la reconversión de algunas tiendas AKI en un nuevo formato: Leroy Merlin Compact. En este caso, no obstante, la intención es abrir un centro de gran formato, similar a los que tiene la firma francesa en estos momentos en Alicante o Elche.
Para ello, la intención es aprovechar tanto el espacio que actualmente ocupa AKI, que ya funciona como centro de recogida de Leroy Merlin para la compra online pero que lógicamente dispone de una oferta más limitada, como el de sus 'vecinas', la tienda de Sprinter y el Hiper China, que operan junto a la primera en el mismo ala del complejo. De esta forma, el nuevo Leroy Merlin de Cocentaina tendría unas prestaciones similares a las de otras tiendas de gran formato, según fuentes conocedoras del proyecto.
Sprinter y el Hiper China, de esta forma, se trasladarían al otro extremo del complejo, de forma que su presencia en el centro comercial de Cocentaina está, en principio, asegurada. Para ello, la nueva propiedad va a iniciar una profunda reforma del espacio que también incluye un 'lavado de cara' al aspecto general de l'Altet, tal como avanzó la alcaldesa de Cocentaina, Mireia Estepa, en una reciente entrevista con la radio local.
El objetivo de la nueva propiedad es atraer primeras marcas para potenciar la oferta comercial del complejo y relanzarlo como punto de referencia para el comercio y el ocio en la comarca, según trasladaron a Estepa, y la reconversión de AKI, que encaja en los planes de integración del grupo francés (dueño también de Bricomart, que ultima su aterrizaje en Alicante), es el principal 'gancho'. También está garantizada, en principio, la continuidad de los cines, cerrados el 1 de abril, para liderar la oferta de ocio del complejo.
Como adelantó este diario hace dos semanas, el grupo inversor formado por dos familias, una de origen mexicano y otra tinerfeña, se ha hecho con la propiedad del complejo después de que su promotor y hasta ahora propietario, una firma valenciana, fuese a liquidación en 2018, tras más de un lustro en concurso de acreedores. Fruto de esa liquidación, el centro comercial salió a subasta y el grupo inversor se hizo con él.
Fuentes del mercado cifran el importe de la operación en unos 10 millones de euros, es decir, una tercera parte de la deuda bancaria que tenía el promotor del centro comercial cuando se declaró en concurso en 2014. Inicialmente la empresa sacó adelante un convenio de acreedores con una importante quita sobre esa cantidad, que luego no pudo cumplir y motivó su liquidación, como ha contado Alicante Plaza.
El nuevo dueño es una corporación especializada en adquirir centros comerciales en problemas para reflotarlos, y de hecho cuentan con activos de este tipo repartidos no solo por España, sino por todo el mundo. Al margen de la reconversión de AKI en Leroy Merlin y la captación de nuevas marcas, en el complejo ya están presentes enseñas tan conocidas como Carrefour, con su formato de hipermercado, el retailer deportivo Sprinter (que en principio, como se ha dicho, se quedará)+, la marca de hogar Casa, la de telefonía Yoigo, o los talleres Feu Vert.