ALICANTE (EFE). El estadio José Rico Pérez, escenario de los partidos del Hércules CF, cerró este domingo ante el Villarreal B el año 2020, el más triste y extraño de su historia, ya que a la poca actividad provocada por la pandemia y la ausencia de público en las gradas durante los últimos meses añadió los peores resultados como local de su equipo en muchas temporadas.
El recinto alicantino no volverá a registrar actividad competitiva hasta el 10 de enero ante La Nucía, ya que la Liga en Segunda B se paraliza el próximo fin de semana, a dos jornadas de la conclusión de la primera vuelta.
Como consecuencia de la pandemia, el Hércules ha disputado solo nueve partidos en su campo, cinco pertenecientes al pasado curso y cuatro al actual, de los que el equipo alicantino solo ganó tres, todos pertenecientes al presente ejercicio, y empató cinco, cayendo solo en uno.
Ejea (2-2), Prat (2-2), Atlético Levante (1-3), Llagostera (0-0) y Andorra (0-0) fueron capaces de sumar en Alicante en el primer tramo de 2020, mientras que Atzeneta (2-1), Peña Deportiva (1-0) y Orihuela (2-0) perdieron y Villarreal B puntuó, ya en la nueva competición.
Tuvieron que pasar más de diez meses para que el José Rico Pérez pudiera saborear en 2020 una victoria del Hércules, ante el Atzeneta (2-1).
Este año también pasará a la historia por ser el primero en el que el recinto alicantino albergó partidos del Hércules a puerta cerrada o con aforo reducido de espectadores, como sucedió en la primera jornada del presente curso.
Nunca antes, el recinto alicantino, inaugurado en 1974, había registrado un periodo de inactividad deportiva de más de siete meses, como sucedió durante este año.