VALÈNCIA (EP). El embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliott, ha señalado que "entiende" a las comunidades que "han hecho muy buena labor", como la Comunitat Valenciana, "que tiene números muy buenos", y sabe que es "frustrante" no poder recibir turistas británicos. No obstante, ha recalcado que, "desgraciadamente, por la fluidez que hay en las fronteras entre regiones, no es posible hacer segregación dentro de la España peninsular".
Por contra, ha señalado que "en principio" se estudiará a Canarias y Baleares por separado para la próxima revisión del semáforo Covid-19, dentro de tres semanas y al respecto, en una entrevista a Europa Press Televisión, Elliott ha indicado que "en principio" se va a atender a la solicitud de los gobiernos, tanto de España como de los archipiélagos, con los que tienen una "comunicación muy buena", para catalogar a las islas por separado, pero que "en la práctica habrá que ver la situación sobre el terreno con los científicos".
Todo el conjunto español se mantiene en color ámbar dentro del semáforo británico, lo que supone que los turistas deberán someterse a una cuarentena de diez días a su regreso al Reino Unido, a pesar de que, desde el pasado 24 de mayo, España les permite la entrada sin ningún requisito. El embajador ha recalcado que, por el momento, solo se ha aplicado el semáforo a nivel país, pero se han abierto a estudiar a las islas (Canarias y Baleares) por separado debido a "su situación geográfica" y por tener "vuelos directos a Reino Unido".
Así, ha subrayado que en la España peninsular la situación "es diferente", al haber un "movimiento muy fluido" entre regiones sin que se puedan establecer controles entre ellas, por lo que se tiene que estudiar a la península "en su conjunto". El embajador ha explicado que el semáforo mide cuatro factores principales, como son la incidencia acumulada del virus, el nivel de vacunación --para el que ha señalado que "va avanzando bien en España pero que "tiene camino por recorrer"--, las variantes que puedan aparecer y la capacidad de secuenciación que tiene un país.
El diplomático ha matizado que estos son los "términos genéricos", pero que "no se puede decir que haya un umbral fijo", porque se analizan todos los factores y "cómo interactúan entre ellos". "¿España podría entrar en la próxima revisión? Pues sí", ha indicado, añadiendo que se está revisando la situación cada tres semanas para que la lista "esté lo más actualizada posible".
Reino Unido actualizó su semáforo el pasado jueves, con efecto a partir de este martes, pasando a Portugal desde el color verde al ámbar, lo que provocó que miles de turistas británicos abandonaran el país de manera anticipada. Sobre ello, Elliott ha manifestado que "es complicado" y que son conscientes de que "moverse a nivel internacional en tiempos de pandemia es difícil", argumentando que la prioridad de los gobiernos es la salud pública, lo que "significa tomar decisiones que algunos momentos son inconvenientes".
"Lo sentimos mucho", ha asegurado en su entrevista a Europa Press Televisión, añadiendo que el único factor que se está teniendo en cuenta es "la protección de la salud pública" y que esta es la "realidad de convivir con la pandemia". Las aerolíneas y agencias de viajes británicas han criticado la "falta de transparencia" del Gobierno con respecto a las decisiones sobre las restricciones a los viajes, sin embargo, en opinión de Elliott, está demostrando "una transparencia ejemplar".
En concreto, el embajador ha alegado que están explicando "en cada momento" cuándo se van a tomar las decisiones, así como las bases y los factores que influyen en estas, pero no se pueden "anticipar a los hechos y a la realidad de la pandemia". "Es un equilibrio difícil", ha asegurado, matizando que el Gobierno británico intenta ser "lo más abierto posible" para que las empresas tomen decisiones con antelación, pero que no pueden tener "una respuesta perfecta".
Sobre el coste económico de la falta de turistas en el Reino Unido, el embajador ha recalcado que no han hecho un cálculo de cuánto va a ser, sino que la decisión es "si es seguro abrir las fronteras o no".