ELCHE. Justo un año después de que el himno argentino sonara en el Martínez Valero en un partido ante Ecuador (6-1), el Elche, club anfitrión de aquel choque, ha renovado y elevado su apuesta por el modelo del fútbol de un país con el que mantiene innumerables vínculos sentimentales y cuya esencia contribuyó a alguna de las etapas doradas de su historia.
La apuesta por el fútbol argentino fue tradicionalmente positiva para el club ilicitano, aunque en esta ocasión no se traslada solo al vestuario o al banquillo, sino que también alcanza los despachos y el palco.
El Elche, propiedad del empresario y agente futbolístico argentino Christian Bragarnik, cuenta con un entrenador de esta misma nacionalidad, Jorge Almirón, además de con seis jugadores naturales del país, todos incorporados en las últimas semanas para afrontar con garantías la competición española.
El club ilicitano ha vuelto este año a la máxima categoría del fútbol español, en la que ha militado durante veintidós temporadas, en algunas de ellas con resultados notables en la Liga y en la Copa del Rey.
Para ello ha gozado de nombres ilustres del fútbol sudamericano en general y argentino en particular que han dejado su huella, entre ellos el de Alfredo Di Stéfano, cuya primera experiencia como entrenador se registró en el desparecido campo de Altabix en la temporada 1967-68, pero también en los casos de Roque Olsen y Felipe Mesones, los dos con muchos partidos oficiales.
También dejaron su marca jugadores como Marcelo Trobbiani, el único campeón del Mundo que ha defendido la camiseta ilicitana y el portero Willy Caballero, el argentino con más partidos (186) en el club, así como Rubén Cano, Gómez Voglino, Diego Trotta o José Luis Acciari, entre otros.
Este curso, además de con Almirón en el banquillo, quien llega acompañado de su cuerpo técnico, en la plantilla coinciden los argentinos Juan Sánchez Niño, Lucas Boyé, Iván Marcano, Guido Carrillo, Diego Rodríguez y Emiliano Rigoni.
La cifra de siete argentinos en la plantilla, contando al entrenador, no es la primera vez que se alcanza en la historia del club.
En la década de los setenta, en la segunda época dorada de la entidad en Primera División, el Elche vivió esta misma situación en dos ocasiones, además de una tercera a finales del pasado siglo, si bien en estos casos no se unía el componente de tener un propietario de la misma nacionalidad.
En la temporada 1976-77, el Elche tenía como entrenador a Felipe Mesones, quien contaba en su plantilla con sus compatriotas Jorge Dominichi, Marcelo Trobbiani, Mario Finarolli, Juan Antonio Gómez Voglino, Oswaldo Cortés y Roberto Orellana.
Un año después, el técnico Roque Olsen y el jugador Ignacio Insuarralde se sumaron al proyecto, que acabó con un descenso a Segunda División, ya sin Mesones y Dominichi.
En el curso 1999-00, con el Elche recién ascendido a Segunda, el club logró reunir a Jorge D’Alessandro como entrenador y a los jugadores Ariel Zárate, Mariano Armentano, Damián Timpani, Cristian Díaz, Pablo Adrián Guede y Damián Manusovich.
Juan Carlos Heredia, Gastón Casas, Crespín, Fornentis, Trejo o Cristaldo, éste como último argentino en defender la camiseta del Elche hasta esta temporada, o Mario Barrera, quien fue director deportivo, entre otros argentinos, también dejaron su huella, con mayor o menor fortuna, en la entidad.