ALICANTE. De nada menos que un millón de euros era la prima que le hubiese tenido que abonar el Elche al bueno de Gonzalo Villar en caso de ascenso a Primera División con él en sus filas. Así constaba en un contrato en el que no solo no era oro lo que relucía, es que era cristal en el que reflejaba la luz del sol.
Después de su marcha al Valencia en 2015 a cambio de 200.000 euros que le sirvieron al Elche para eludir un descenso administrativo a Segunda B por impagos a los jugadores, el mediocentro murciano regresó al club del Martínez Valero en el verano de 2018, una vez obtuvo la carta de libertad del Valencia pese a restarle todavía una temporada de contrato y también declinar el ampliar esa vinculación.
Aunque el Elche intentó que Gonzalo Villar volviera a defender su camiseta en calidad de cedido, el club che se negó hasta el punto de que condicionó la concesión de la carta de libertar a que el futbolista firmara un contrato con club franjiverde en el que el 80% de los derechos económicos seguían siendo de su titularidad.
Además de esa peculiar reparto de los derechos económicos y la citada prima de un millón de euros en caso de ascenso a Primera, el futbolista también se garantizó por contrato la disputa de al menos el 50% de los partidos en esa categoría, estando el Elche obligado a pagar una penalización (no precisada por escrito) en el caso de no cumplir lo anterior. Pero es que las trampas que encerraba el contrato suscrito en 2018 no se agotan ahí...
Pudo ser el Elche el obligado a pagar por Gonzalo para evitar su marcha a la Roma
Desde que trascendió el interés de la Roma por Gonzalo Villar se ha venido hablando del derecho de tanteo que ostentaba el Valencia sobre el jugador, pero el Elche también lo tenía solo que en su caso era más un castigo y es que de haber llegado la oferta dentro de la primera quincena de enero y al Valencia, habría sido el club franjiverde el obligado a pronunciarse con el agravante de que en su caso tenía que igualar una propuesta en la que solo volvía a sus arcas el 20% del dinero y no el 80% como en el caso del Valencia.
Lo anterior estuvo cerca de producirse y es que la primera oferta que se recibió por Gonzalo Villar llegó el 13 de enero, lo que pasa es que lo hizo al agente que, a continuación, la remitió al Elche. De haber llegado esa primera oferta por tres millones de euros al Valencia y aceptarla este, para retener al jugador el Elche habría tenido que pagarle al club che 2,4 millones y de no hacerlo se había quedado sin él recibiendo solo 600.000 euros.